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Una pequeña oportunidad



Habrá en Colombia una pequeña oportunidad para cambiar las cosas. Producto de la firma de los acuerdos de paz se abrirá un periodo de seis meses en que los acuerdos firmados en La Habana se conviertan en leyes y decretos que los hagan realidad. Los acuerdos de paz hasta ahora son una voluntad de las partes, son como una maqueta grande que toca llenarla de contenido.

Para ello, el acto legislativo que fue aprobado la semana pasada, el cual entra en un periodo de conciliación entre Cámara y Senado. En este acto legislativo se establecen unas facultades extraordinarias para el presidente, para que emita decretos con fuerza de ley y se acorta el mecanismo de aprobación de leyes por parte del Congreso de la República. Al final, durante seis meses funcionarán estos mecanismos especiales.

Por ejemplo, en el Punto 2 de La Habana, sobre participación política se establece una reforma electoral. No dice nada más, es decir, esta frase se debe llenar de contenido. Así las cosas, esta reforma electoral la podemos dejar atada a ni lograr la personería jurídica con el umbral, que es lo que quieren muchos partidos y movimientos políticos, o aprovechar y acabar con el Consejo Nacional Electoral y crear una institución no politizada y con capacidad de investigación en las regiones. También podemos debatir solamente el Estatuto de Oposición o discutir una reforma profunda a la Registraduría.

Igual sucede para el tema de tierras o el Punto 3 de la agenda referida al tema de narcotráfico. Es decir, se puede aprovechar esta esta oportunidad o desperdiciarla y cambiar algunas cosas para que todo siga igual. Sé de algunas reuniones de partidos políticos y organizaciones sociales en las que se plantean algunas reformas tímidas, bajo el argumento de que el Congreso o mejor los congresistas corruptos como los Ñoños o los Gatos Voladores no cometerán suicidio político. Por ello según estos expertos, políticos y organizaciones sociales plantean cambiar algunas cositas pequeñas para que todo siga igual.

Lo lamentable es que casi nadie del movimiento social se está preparando, por están metidos en debates estúpidos no saben de esta oportunidad y no la dimensionan

Por el contrario, algunos creemos que esta oportunidad se debe aprovechar y llevar las reformas al extremo. Por lo menos en los próximos 20 años no habrá una oportunidad igual. A no ser que se produzca una Asamblea Constituyente. Por eso la ciudadanía, las organizaciones sociales, los movimientos políticos, el movimiento estudiantil, deben preparase estas semanas que quedan para hacer propuestas viables, coherentes, realistas, y profundizar la democracia en este país.  No se puede botar esta oportunidad o hacerle el juego a los corruptos.

Lo lamentable de la situación es que casi nadie del movimiento social se está preparando, de hecho, por están metidos en debates estúpidos no saben de esta oportunidad y no la dimensionan. Además, los discursos políticos les impiden avanzar en la discusión técnica de volver artículos sus propuestas. Se votaron tres años a la basura, ahora solo quedan algunas semanas para prepararnos para esta oportunidad. Veremos en unos ocho meses si se cambió todo para que todo siga igual o si en realidad logramos avanzar en reformas que acaban con los autoritarismos locales y la ilegalidad en la política.

Nota publicada en las2orillas.co


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