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Una respuesta a Salud



La periodista Salud Hernández hace algunos días en una columna de El Tiempo tituló “Votar No”, con la idea de que es mejor participar en el plebiscito en la campaña por el No que abstenerse. Dentro de su texto daba 8 argumentos, varios de ellos de tipo moral y nada de argumentos técnico y obviamente dejaba ver que no conoce a fondo el proceso de paz.

Salud Hernández manifiesta que la “amenaza de Santos fue falsa y que las Farc no volverán a la guerra”. Además dice que la salida es renegociar varios puntos. Que equivocación tan tremenda. Varios puntos. Por un lado, de perderse el plebiscito, prácticamente, no queda otro camino que la guerra. No debe olvidar que según el acto legislativo para la paz todo entrará en vigencia cuando se dé la refrendación, en este caso el plebiscito, y de perderse todo lo aprobado para permitir el proceso de zonas de ubicación y el proceso de dejación de armas se vendría al piso. Por ejemplo, la ley de Amnistía se derrumbaría y por ende la tropa de las Farc quedaría en una inseguridad jurídica que llevaría a que salgan de las zonas de ubicación y se rearmen.

Por otro lado, cuando Hernández dice que lo importante es renegociar varios puntos, eso contradice su propia teoría. Re-negociar una agenda cerrada significa abrir toda la agenda de nuevo, así como el gobierno pediría nuevas cosas las Farc harían lo mismo, lo que significa volver a empezar, o mejor negociar por lo menos otros dos años. Cosa que el país no aguantaría y haría inviable la negociación, por lo cual se terminaría y no queda otro camino que la guerra. A Salud se le olvida que el conflictos prolongados como el colombiano, después de una década de guerra, pareciera cogen vida propia, es como si la guerra viviera más allá de los actores que la reproducen y más aún en contextos de economías ilegales.

Luego Salud dice “nada de cultivos de lechuga como castigo por crímenes atroces… que paguen cárcel”. Aquí la periodista sí que muestra desconocimiento de los acuerdos de paz. No debe olvidarse que los Acuerdos de La Habana, crean la llamada Jurisdicción Especial para la Paz –JEP- y dentro de ella, se crea el Tribunal Especial para la Paz. Esta Jurisdicción establece que para aquellas personas que colaboren, digan la verdad, reparen, pidan perdón y den garantías de no repetición tendrán una pena de restricción a la libertad de 5 años. A los que colaboren parcialmente se les dará 8 años de cárcel y a los que no colaboren entre 15 y 20 de cárcel. Es decir, es un sistema que premia la verdad, la reparación y el derecho a las garantías de no repetición.

Es normal que en todos los procesos de paz se cree una justicia transicional y que allí se den algunas garantías, pero lo que debe saber Salud es que en los acuerdos de La Habana habrá mucha justicia y poca impunidad. Esto no será como el proceso de desmovilización de los paramilitares.

Luego Salud habla de que es “hora de la verdad”. Como se explicó en el punto anterior, los acuerdos de La Habana se centran en la reparación integral a las víctimas y en la verdad. Una verdad que a diferencia de lo que dice Salud debe aplicar para todos los bandos; políticos, empresarios, militares y no solo guerrilleros, Aquí se sabrá la vedad completa y no solo una parte como parece querer Salud Hernández.

En su cuarto punto Salud vuelve y repite el tema de verdad, perdón y la aceptación de crímenes. Se recomienda leer el punto de víctimas y en él el tema de la Jurisdicción Especial para la Paz.

En el quinto punto Salud, en realidad demuestra lo que quiere cuando habla de votar No en el plebiscito. Y es lograr la total impunidad por los crímenes que se cometieron en el marco del conflicto armado. Dice “No puede permitir un Tribunal Especial por encima de las altas cortes. Ni un cuerpo legislativo que se incorpore al bloque constitucional, ni leyes habilitantes para el Presidente. Si la paz de Santos es tan buena, por qué temerle al debate en el Legislativo y al Poder Judicial. Si le torcieron el brazo a la democracia, será porque hay cosas oscuras que ocultar”

Aquí se deben analizar al menos dos asuntos. Por un lado, la JEP como se mencionó crea un Tribunal compuesto por 5 secciones, cada una de ellas integrada por 5 magistrados; 3 colombiano y 2 internacionales. Este Tribunal gozará de independencia y tendrá el conocimiento de todos aquellos actos que se cometieron en el marco del conflicto. Aquí Salud lo que sugiere es que esto no le gusta y que debe ser la justicia ordinaria la que juzgué. Esa misma justicia que no ha avanzado en la restitución de tierras, apenas el 1%, esa misma justicia que no ha avanzado en la investigación de alianzas entre políticos y empresarios con grupos armados ilegales. Esa misma justicia que solo ha dado impunidad a los criminales. Nuevamente Salud lo que quiere es que sea un borrón y cuenta nueva, que todo quede como está y que no se sepa nada, ni se repare ni nada.

Lo otro que confunde Salud es que las facultades extraordinarias del presidente no son para leyes marco, o actos legislativos, son para acelerar la implementación de los acuerdos de paz. No debe olvidar que en promedio el postconflicto se gana los primeros 18 o 24 meses después de la firma, allí es cuando se deben controlar otros factores de violencia y evitar una violencia cíclica, eso requiere mecanismos expeditos de actuación y no esperar uno o dos años para una licitación o para construir una vía. Aquí se deben superar las causas estructurales del conflicto y para ello se requiere inversión inmediata, rápida y eficiente en los municipios más afectados por el conflicto.

Luego Salud habla de militares, inocencia y falsos positivos. Nuevamente como se ha dicho, el modelo de justicia transicional cobijará a todos los actores en conflicto. No sucederá como con el M19, donde los guerrilleros recibieron algunas medidas positivas y los militares no. esta vez todos en la cama o todos en el suelo. Y como se dijo, el Tribunal garantizará que se conozca la verdad y que se libere a los inocentes y se condene los culpables.

En el punto 7 y 8 Salud despotrica del plebiscito, aunque ella sugiere acogerse al mismo e ir a las urnas por el No. Estamos de acuerdo en que el problema es la corrupción, pero eso no depende del proceso de paz depende de un control activo de los ciudadanos, de que la ciudadanía aprenda a votar y que los políticos rindan cuentas Mientras la ciudadanía siga votante por bandidos, pues bandidos son los que nos van a gobernar.


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