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Violencia homicida en Colombia y América Latina



Los datos de la violencia homicida son realmente increíbles. Cada 15 minutos en América Latina y el Caribe ocurren cuatro homicidios y cada día 400, al menos, esos son los datos que aporta la campaña ‘Instinto de Vida’, cuyos miembros han desarrollado toda una estrategia para bajar los homicidios en América Latina en un 50 por ciento en 10 años. Otras cifras son importantes a la hora de hacer los análisis.

Por un lado, desde el año 2000 han muerto 2,6 millones de personas en la región producto de la violencia homicida. Obviamente y como era de esperarse, Colombia, Brasil, México, Centroamérica y más recientemente Venezuela aportan los número más importantes.

Haciendo una revisión de datos adicionales, se llega a varias conclusiones. Por ejemplo, la frontera entre Colombia y Venezuela ha sido tal vez la región más violenta por años. Si se agrega la información desde 1995 hasta 2015, se podría decir que las cifras son similares a las que se darían en una guerra civil. De hecho, los datos podrían ser más altos ya que las cifras venezolanas no las hace públicas la institucionalidad.

También resulta curioso cómo muchos países que han mejorado sustancialmente la equidad y han invertido en las zonas más violentas, no ven una mejora en la violencia homicida. Por ejemplo, Brasil en los últimos años sacó más de 20 millones de personas de la pobreza, pero la tasa de homicidios está en 27 por 100.000 habitantes, es decir, casi 5 puntos por encima de la colombiana. También llama la atención el deterioro acelerado de Venezuela y los niveles de sevicia de la violencia en México.

Si se hace un análisis más detallado, se llega a la conclusión de que hay zonas urbanas que concentran gran parte de esta violencia dentro de un país. Es decir, la violencia no se distribuye homogéneamente, sino que se concentra en pequeñas partes de un país. Por ejemplo, para Colombia en 2016, 21 ciudades aportaron el 45 por ciento del total de homicidios del país, mientras que los 281 municipios del posconflicto, es decir, donde operaron las guerrillas, aportaron el 26 por ciento. Varias zonas donde se vivió el conflicto han mejorado sus indicadores de seguridad. En el siguiente pastel se ve la distribución del homicidio para Colombia en 2016.

Al discriminar los datos por grupo etario se llega a la conclusión de que la mayoría de los homicidios se concentran en jóvenes, en edades que van de los 16 a los 28 años. En todos los países de la región es exactamente lo mismo. Además la gran mayoría son asesinatos de varones. Y muchos ocurren con armas de fuego, tanto legales como ilegales. Pero revisando estos datos más a profundidad, se concluye que en Brasil casi todos los homicidios son en jóvenes negros pobres. Para la región, entre 2003 y 2014 el 90 por ciento de las víctimas fueron hombres jóvenes. Por si fuera poco, América Latina es la región que tiene mayor cantidad de países en el top 10, de los países con mayor número de feminicidios.

Producto de todo esto en la región existe la campaña ‘Instinto de Vida’, que reúne más de una treintena de organizaciones de América Latina. Se busca hacer una veeduría y acompañamiento a las autoridades en sus acciones por reducir los homicidios, así como compartir las buenas prácticas que se den en América Latina. Además, se busca acabar con eso que se denomina la normalización de la violencia homicida, es decir que la región se ha acostumbrado y tolera esta violencia. Esto es algo que la campaña intenta revertir. La sociedad no puede ser tolerante a la muerte de sus hijos y nietos.

Entre tanto: Me pregunto si algunos órganos de control y judiciales del nivel nacional, están haciendo su trabajo por mejorar la democracia del país, o es que están haciendo eso que llaman populismo judicial. Han capturado y destituido varias personas por delitos en los que antes no había ninguna acción institucional, lo cual es bueno. Pero si la ley se aplicara con criterios de igualdad entonces deberíamos esperar centenares de capturas y destituciones en los próximos días. O sería lo de siempre: acciones para potenciar campañas políticas y distraernos de otras cosas importantes.

Columna de opinión publicada en Semana.com


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