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La suerte está echada

Por: Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación -Pares


Han salido las últimas encuestas a tan solo ocho días de la primera vuelta presidencial en Colombia. Por disposiciones legales no se pueden hacer más encuestas, ni hablar de las anteriores en medios de comunicación, también quedan impedidas las concentraciones políticas, apenas se pueden hacer reuniones a puerta cerrada, tampoco son permitidas las encuestas de boca de urna, es decir, ya queda poca campaña por hacer públicamente. Ahora los candidatos deben aceitar sus aparatos políticos, esto significa que deben preparar el dispositivo para el día D.

Los resultados de las últimas encuestas dan muy sólido a Iván Duque, el candidato de la extrema derecha, con un puntaje cercano al 35% de los votos, luego se encuentra Gustavo Petro, que tiene una preferencia electoral cercana al 24%, el candidato de la izquierda. En tercer lugar, cercano a un 18%, estaría el centrista Sergio Fajardo, quien ha repuntado las últimas cuatro semanas, y en cuarto lugar quedó el exvicepresidente German Vargas Lleras, con un porcentaje cercano al 9% de los votos.

Así las cosas, es probable que a segunda vuelta pasarán Iván Duque y Gustavo Petro, solo podría existir una sorpresa que se refiere a Sergio Fajardo, ya que por un lado, viene subiendo en las encuestas y por otro lado, estaría ocurriendo un fenómeno de voto útil en primera vuelta. Una parte del electorado que le queda a Humberto de La Calle se estaría deslizando hacia Fajardo. Además, en la medida que ha venido creciendo, los sectores más moderados de los dos punteros también se estarían desgranando hacia Fajardo, aunque en menor medida. La pregunta es si le alcanzará para pasar a Petro. Está complicado para el candidato del centro, pero es posible.

Lo que sí parece casi imposible y que ni un milagro lo haría es que el cuarto en contienda, Germán Vargas Lleras, logre pasar a segunda vuelta. El exvicepresidente ha tenido apoyo de decenas de políticos, muchos inmiscuidos en escándalos de corrupción y ha sido una de las campañas con más recursos económicos del sector privado. Casi que lo ha tenido todo. En particular Vargas Lleras hace un año era el elegido, toda Colombia daba por hecho que iba a ser presidente. Sin embargo, con el pasar de los días y semanas su campaña nunca despegó, llegó a estar en los 15 puntos porcentuales y luego, a finales de 2017, cayó hasta los seis y siete puntos, de ahí no se ha levantado.

En todo caso Vargas Lleras ha dicho que seguramente estará en segunda vuelta, confía, según su equipo de trabajo, en lo que en Colombia se llama la maquinaria. Es decir, en todo un dispositivo clientelista liderado por políticos tradicionales.

Estos viejos caciques que han gobernado los municipios y departamento del país, han organizado grandes manifestaciones públicas. Pero a pesar de ello no despegó en las encuestas. Todo parece indicar que pasaron dos cosas. Por un lado, la campaña nunca logró despertar emoción en la población, por el contrario, la imagen de Vargas Lleras se asocia a la vieja clase política y a temas de corrupción. La ciudadanía le cobra a Vargas el “todo vale”, esa estrategia de aliarse con cuanto político corrupto había en las regiones. Él mismo no se encuentra en ninguna investigación, pero su círculo es muy cuestionado. Por otro lado, la gente que es llevada en buses no son votantes de él, muchos reciben la publicidad y la alimentación para ese día, pero no votarán por él.

Habrá que esperar si se hace el milagro para Vargas, pero será difícil, en unas elecciones donde votarán cerca de 20.000.000 millones de personas, un 20% que es lo que necesita para alcanzar y superar a Petro y sumar más de 25 puntos, significa que su maquinaria debe conseguir cerca de 4.000.000 millones de votos, algo que parece muy difícil, casi imposible.


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