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El Quintín Lame, proceso de paz exitoso para los indígenas

Foto: Quintín Lame. Tomada de www.centrodememoriahistorica.gov.co


En el pasado los territorios indígenas en Colombia se vieron gravemente afectados, cuando terratenientes en departamentos como el Cauca, buscaron apropiarse de sus territorios, librando crueles enfrentamientos entre estos grupos étnicos y quienes respaldaban estas intenciones, entre ellos miembros del Ejército y la Policía, hacendados, autoridades locales  y demás personas que de una u otra forma podían tener interés en apoyar este tipo de despojos.

Es entonces cuando en medio de la inconformidad al no ser escuchados por el Gobierno Central, un grupo de indígenas liderados por Manuel Quintín Lame Chantre, hijo de  Mariano Lame (de origen nasa) y Dolores Chantre (de origen guambiano misak), se agrupan con el ánimo de iniciar la defensa de los intereses de sus grupos bajo las siguientes premisas:

  1. La defensa de los resguardos indígenas y el rechazo a las leyes de extinción de los Resguardos.

  2. La negativa a pagar terraje y el rechazo a la servidumbre.

  3. La afirmación de los cabildos como centros de autoridad autónoma de los indígenas y como base de organización.

  4. La recuperación de las tierras usurpadas por los terratenientes desconociendo todos los títulos que no se basaran en Cédulas Reales.

  5. La afirmación de los valores culturales indígenas y el rechazo de la discriminación racial y cultural en contra de los indígenas colombianos.

  6. La unificación de los Resguardos del Cauca y del país para constituir la “República Chiquita” al margen de los blancos, con un cacique general.

  7. Representación especial de los indígenas en Consejos, Asambleas y Congreso.

El movimiento nace en el año de 1910 y para el año de  1913 comienza a tomar  fuerza en las poblaciones de Polindara, San Isidro, Totoró, Paniquitá, Pisojé, Miraflores, Coconuco, Guare, Poblazón y Silvia, uniéndose además indígenas de otros resguardos que al igual que los primeros, se oponían a la ocupación de sus territorios. En adelante se presentan distintos enfrentamientos entre estos y quienes representaban al Estado en ese entonces, lo que le vale a su líder principal Maunel Quintim Lame,  la detención por espacio de nueve meses en enero de 1915, siendo liberado en el mes de septiembre y desde ese momento se dedica a reorganizar el grupo.

A pesar de que tanto Quintim como sus más cercanos compañeros de lucha son puestos bajo prisión en varios momentos de sus lucha, estos no desisten y en  1984  tras el asesinato del sacerdote nasa Álvaro Ulcué Chocué en Santander de Quilichao (Cauca) en unos hechos en los que, según el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos,  en el hecho se encontraban involucrados dos agentes del grupo F-2 de la Policía Nacional con la participación de terratenientes y políticos de la región, deciden conformarse como grupo insurgente y el 5 de enero de 1985 salen  a la luz pública como el Movimiento Armado Quintín Lame (MAQL).

Para ese momento el grupo era integrado por  139 hombres y mujeres, principalmente indígenas nasa, quienes tomaron el nombre del representante y defensor de los cabildos indígenas del Cauca que libró una lucha jurídica en los primeros 20 años del siglo XX en defensa de los resguardos indígenas,  no sólo del departamento del Cauca,  sino también del Tolima.

El movimiento guerrillero, integró la Coordinadora Guerrillera   junto a las Farc, el ELN, el M 19 y el EPL.

El Quintín Lame se distingue de otros grupos armados del momento por su enfoque multicultural, debido a que  el grupo estaba integrado por indígenas de diferentes comunidades del sur del país. Hasta principios de la década del 80, el Quintín Lame actuó en la defensa de los territorios tradicionales y hacía uso de las  armas, únicamente en los momentos en que su autonomía territorial y política se veía amenazada. Su primera ofensiva militar tuvo lugar en 1984 con el asalto a Castilla, un pequeño poblado del sur del Cauca y la toma del municipio de Santander de Quilichao.

La estructura orgánica del Quintin Lame contemplaba la existencia de dos niveles al interior de la organización: la primera era el Comando Quintín Lame la segunda era las Autodefensas o grupos de apoyo.

El Comando Quintín Lame tenía a su cargo las acciones militares y de control territorial en las distintas zonas de operaciones. Su máxima autoridad era la Dirección Política quien tenía dentro de sus responsabilidades, diseñar la estrategia militar y política; adelantar acuerdos y mantener relaciones con otros grupos insurgentes o con organizaciones políticas y sociales; nombrar al Comandante General,  los comandantes de zona y a los responsables políticos de zona; refrendar las decisiones operativas adoptadas por el Comandante General  y aprobar las decisiones de tipo  disciplinarias para sus integrantes.

El Comandante General del Quintín Lame era nombrado por un período indefinido por la Dirección Política,  siendo responsable de las columnas armadas del grupo guerrillero y el encargado de tomar las decisiones operativas. Para algunas decisiones debía apoyarse  en las Dirección Política y en el Estado Mayor Central. Este último estaba integrado  por el Comandante General, el responsable político central y por los comandantes de zona. Su función principal era la de apoyar al Comandante General en la toma de decisiones operativas, las  orientación del Quintín y mantener la coordinación entre los distintos niveles de la organización,  para lo cual debía reunirse por lo menos cada dos meses.  También designaba  a los segundos comandantes de zona y a los comandantes de escuadra y tomaba decisiones disciplinarias en caso de faltas al reglamento que por su gravedad eran consideradas como delitos.

El Quintín Lame operó en cuatro zonas. Una primera a la que denominaron Zona Norte y comprendía los territorios de Corinto, Caloto, Santander de Quilichao, Buenos Aires, Caldono y Morales. Una segunda denominada como la Zona de Tierradentro, que comprendía los territorios de Paez, Inzá, Toribío y Jambaló. Un tercero que era  la zona centro, con los territorios de  Silvia, Piendamó, Totoró, Coconuco, Popayán y Paispamba y una última zona llamada Zona Urbana, conformadas por redes urbanas que operaban en Cali.

Las Autodefensas o grupos de apoyo servían como una especie de enlace o contacto entre las comunidades y el cuerpo militar del Quintín Lame. Estas eran integradas por ocho miembros y un primer y segundo responsable nombrados por el mando correspondiente del grupo armado.

Regreso a la vida sin armas:

En mayo de 1991 el Quintín Lame firma la paz y retorna  a la vida sin armas, bajo el gobierno de Cesar Gaviria Trujillo quien se compromete a permitir que sus integrantes retornen a sus territorios de origen, manteniendo presencia activa en la vida política local, quienes aprovecharon los beneficios políticos que se derivaron de los programas de inversión acordados, que facilitaron el reencuentro con sus bases sociales.

El Quintín Lame participa en la Asamblea Nacional Constituyente, escenarios donde promueve importantes cambios para la comunidad indígena en Colombia, siendo el reconocimiento a partir de la Constitución, el de su identidad y los derechos derivados de su cultura, el más importante.

Tras la desmovilización del Quintín Lame, surge la Alianza Social Indígena como fuerza política que al día de hoy se mantiene en el escenario nacional, donde participa en el debate político de los grandes temas del país.


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