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La reconciliación es entre todos los colombianos



En estos momentos todos hablamos de reconciliación nacional, esto como una manera de prepararnos para una etapa de posconflicto. Sin embargo es claro, que esto no se puede limitar únicamente a un posible perdón que el pueblo colombiano le otorgue a las Farc por los actos de barbarie cometidos mientras se mantuvo la confrontación armada a lo largo ancho y el territorio con este grupo armado.

En Colombia no han sido  únicamente las Farc quienes han causado daño, eso es más que conocido, lo que ocurre es que por haber sido durante mucho tiempo un enemigo público, se les culpa de todo lo malo que ha ocurrido en nuestro país, cuando muchas veces quienes han estado detrás de los hechos son personas que se han arropado bajo el vestido de la legalidad, desde donde han sido protagonistas de hechos de corrupción y clientelismo.

Aunque el proceso de paz que el Gobierno Nacional esta adportas de firmar,  es con el grupo subversivo conocido con el nombre de Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Farc, en realidad no es más que el abrebocas para que nos demos a la tarea de reconciliarnos y perdonarnos por todo el daño que nos hemos hecho los unos a los otros, aun cuando se supone,  estamos lejos de los hechos que tuvieron que ver con la confrontación armada.

A lo largo y ancho del territorio colombiano se han presentado duras confrontaciones armadas que han dejado miles de víctimas en hechos en los que no solo han estado involucradas las guerrillas y paramilitares, los dos partidos políticos tradicionales en nuestro país (Liberal y Conservador), han sido los principales causantes de cruentos hechos que incluso al día de hoy, se encuentran en la total impunidad.

¿Están dispuestas estas dos fuerzas políticas a encabezar un acto de perdón y reconciliación nacional?.  La historia de nuestro país habla de los desmanes que se cometieron en municipios y veredas a nombre de liberales y conservadores; los últimos escándalos políticos (8.000 y parapolítica), una vez más involucra a muchos de sus representantes, quienes se aliaron con ilegales para sostener el dominio burocrático en sus lugares de orígenes.

¿Está dispuesta la sociedad colombiana a otorgarles el perdón a estas dos fuerzas políticas?, no solo por los muertos que dejó la guerra entre liberales y conservadores, sino además por haber hecho tratos con quienes causaron masacres y desplazaron  centenares de personas de sus lugares de orígenes.

¿Pedirán perdón las Fuerzas Militares y la Policía Nacional por los falsos positivos y abusos de autoridad, cometidos a personas inocentes para presentarlos como resultado de las operaciones que debían llevar a cabo?. ¿Tendremos los colombianos la mente y la disposición para pasar la página y darle un nuevo voto de confianza a estas dos instituciones en Colombia?

Y lo más importante, ¿abriremos la mente para tolerar las ideas del otro con las que no estemos de acuerdo?.

Podrá ser muy soñador y hasta iluso pensar de esta manera, pero es claro que si queremos construir un nuevo país, no podemos reducir el perdón y la reconciliación a un solo agente, porque es claro que no ha sido el único causante de daños y perjuicios en los distintos territorios del país.

De una u otra forma personas e instituciones del país se encuentran en mora de pedirles a los colombianos del común,   una nueva oportunidad. De ellas mismas depende de que los colombianos se la otorguen.

Columna de opinión publicada en colombia2020.co


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