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Richard Aguilar: La sangre se hereda y el vicio se pega



Cuando se habla de los herederos de la parapolítica entre analistas, uno de los primeros nombres que se viene a la mente es el de Richard Aguilar, ex gobernador de Santander y ahora candidato al senado por el partido Cambio Radical.

Richard Aguilar, foto principal de su cuenta de Twitter @RICHARDAGUILARV


Richard es hijo y heredero político de Hugo Aguilar, el ex coronel de la policía y ex gobernador de Santander condenado a siete años en prisión por parapolítica, de los cuales solo cumplió cuatro.  Recientemente, fue capturado por lavado de dinero y enriquecimiento ilícito. Richard también es hermano de Nerthink Mauricio, senador por el Partido de Integración Nacional (PIN), reconocido partido protagonista del escándalo de la parapolítica en  el periodo 2010 a 2014. Nerthink se retira de su carrera en el senado para aspirar por la gobernación de Santander en el 2019.

El Coronel

Hugo Aguilar heredó a sus hijos su estructura política que comenzó cuando se eligió como diputado en Santander en 2001 en alianza con el Bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Después renunció y con más apoyo paramilitar llegó a ser gobernador de Santander por el PIN, antiguo Convergencia Ciudadana. Luego, el Coronel Aguilar intentó repetir en la gobernación, pero fue inhabilitado y destituido por 20 años por nexos con paramilitares.  Es ahí cuando Hugo Aguilar presenta a Richard Aguilar como su sucesor, y perfila a su hijo Nerthink para el senado, de tal manera que pudieran engranar una maquinaria política con alcance regional y nacional.

Recientemente el coronel fue detenido tras investigaciones que concluyen que Aguilar posee propiedades y bienes avaluados en más de 15 mil millones de pesos, entre los cuales se conocen 29 inmuebles y 4 carros de lujo. Se cree que estos bienes provienen de lavado de activos que pertenecieron al Bloque Central Bolívar de las AUC. Entre tanto Aguilar dijo no tener dinero para pagar los más de 6 mil millones de pesos impuestos en su condena por parapoltica, dinero que debía pagar a víctimas de las AUC.

Esta situación se produce al finalizar la campaña de su hijo Richard de quien la Fundación Paz & Reconciliación (Pares) estima que obtendrá una alta votación que se podría aproximar a los 80 mil votos principalmente en Santander, caudal político natural de los Aguilar.

La apuesta

Para las elecciones legislativas 2018 los Aguilar se la juegan una vez más por el senado, esta vez de la mano de Cambio Radical, partido de Kiko Gómez, Oneida Pinto, Rodrigo Lara y German Varón Cotrino.

Desde su llegada a la gobernación de Santander en 2012, Richard se encargó de construir su propia estructura política. Sin embargo, el apoyo de su padre ha sido fundamental para poder entrar a la maquinaria de Vargas Lleras, es decir para que fuera avalado por el partido Cambio Radical.

Durante la Gobernación de Richard, la casa Aguilar manejó contratos que se dirigieron hacia mega-proyectos regionales, y se gestionaron recursos para obras departamentales, lo cual fue fundamental para entender la dinámica que, junto a entidades como la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB) y la Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS), INVÍAS y otras entidades, incrementaron su capital electoral, político y económico.

Las prácticas irregulares de los Aguilar parecen ser su mejor carta de presentación. Por mencionar algunos de los casos, se encuentra el de Samuel Melo, uno de los contratistas privilegiados durante la Gobernación quien fue el encargado del “Plan de medios” de la Gobernación, de donde salieron millonarios contratos. Entre ellos, las páginas web ‘piratas’. Esto fue denunciado por Manolo Azuero en julio de 2013, pues desde la Gobernación se ejecutaron, en menos de un año, más de 3 mil millones de pesos, en donde gran parte de dicha inversión terminó en manos de páginas web que el consultor Samuel Melo montó. Estos contratos tenían el único propósito de captar dinero público, ya que los diseños no cumplían los estándares de calidad, los contenidos eran vagos y tampoco tenían visitantes. Algunas de estas páginas eran:

  1. comnoticierodesantander.com

Varias ya no existen, pues les daban pautas por algunos meses y luego se bajaban de la red

Sumado a lo anterior, Virgilio Galvis Ramírez, otro poderoso contratista del departamento de Santander, sobretodo en el sector Salud, fue uno de los soportes más importantes para la Casa Aguilar. El anterior Secretario de Salud de Santander, Juan José Rey, era cuota del congresista. Sumado a lo anterior, la Casa Aguilar cuenta con el apoyo de una ficha clave para su proyecto en Santander, Carlos Fernando Sánchez. Este influyente exasesor en la Gobernación fue pieza fundamental en el desarrollo turístico de la región, y es considerado la mano derecha de la casa Aguilar. Estuvo a cargo de la Corporación Panachi desde la administración de Hugo Aguilar, y dirigió el proyecto prioritario de Richard Aguilar, el Ecoparque, Cerro del Santísimo de Floridablanca, el cual costó inicialmente 45 mil millones de pesos. Pero al final costó más de 60 mil millones, convirtiéndose en objeto de investigación.

Este proyecto, y otros megaproyectos en el departamento, como el Acuaparque Nacional del Chicamocha y el Parque Acuático El Lago –que costaron más de 100 mil millones de pesos- fueron la fuente con la que hizo campaña Mauricio Aguilar. Trabajos gestionados por su hermano Richard y a los que hoy no les puede cobrar réditos políticos por las investigaciones en las que están inmersos.

El escenario anterior debe ser tenido en cuenta por el papel que ha jugado el turismo regional en el proyecto político y económico de la Casa Aguilar, pues desde la Gobernación de Hugo Aguilar, con la construcción del Parque Nacional del Chicamocha (Panachi) y con los megaproyectos que la Gobernación de Richard gestionó, se ha buscado ganar capital político que siga proyectando y reforzando a largo plazo el poder de la familia Aguilar. Aún más, si personas clave como Carlos Fernández Sánchez aseguraron que estos megaproyectos turísticos regionales generarán 15 mil empleos directos, y que el departamento recibirá alrededor de 1 billón 500 mil pesos.

Siguiendo la información publicada referente a los cupos indicativos o “la mermelada” que congresistas recibieron para influir en los fortines políticos regionales de congresistas, en Santander se conoció que Mauricio Aguilar, como senador del PIN, gestionó al menos siete contratos para obras en carreteras distintas del departamento, y como indica el libro «Herederos del Mal», recibió un monto total de 14 mil 500 millones.

De los cupos indicativos, para cada uno de los seis contratos que se conocieron eran el mismo monto: 443 millones 669.724, y aunque debido a la particularidad de la infraestructura vial de cada municipio estas asignaciones deberían ser disímiles con rubros específicos, esto no se presentó y se realizó una repartición igualitaria para cada Alcaldía.

La lista de contratos que beneficiaron a los Aguilar es larga y la campaña a senado se cierra en pocos días. No se puede esperar más que ver a los Aguilar una vez más en el Congreso, apoyando la agenda de una bancada robusta de Cambio Radical. Las expectativas son grandes para el futuro del Clan Aguilar, aun cuando su cabeza se encuentre en aprietos con la ley. Ya se probó una vez muy bueno en mantener y articular su estructura política desde las rejas, y si los Santandereanos siguen favoreciendo a esta estructura que actúa mafiosamente, tendremos Aguilar para rato.

La sangre se hereda y el vicio se pega.


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