top of page

El triste final de la candidatura de De la Calle en Colombia

Por: Ariel Ávila, Subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación-Pares


El espectro electoral en Colombia a menos de dos meses de la primera vuelta presidencial, es el siguiente: en la extrema derecha está Iván Duque, quien puntea en las encuestas, al otro extremo se ubica Gustavo Petro, el exalcalde de Bogotá y quien es segundo en las preferencias electorales. Ha sido una campaña polarizante, que se ha movido en extremos y en la cual muchos colombianos no están cómodos. Por ello, la opción de una tercería era lo mejor, una tercería de centro. En dicho espectro político se mueven Sergio Fajardo y Humberto de La Calle, este último exjefe negociador de los acuerdos de paz en La Habana por parte del Gobierno.

De la Calle apenas marcaba en las últimas encuestas entre 6 y 4 puntos porcentuales. Su candidatura no logró despegar, en gran parte producto de la guerra interna del Partido Liberal y de una errada estrategia publicitaria. Fajardo, por su lado, está entre los 11 y 14 puntos porcentuales, casi 10 puntos por encima de Humberto de La Calle. De tal forma que la unión de ellos permitiría crear una tercería, coherente programáticamente y viable electoralmente.

Los acercamientos se hicieron desde hace cuatro semanas y hasta la Semana Santa todo estaba arreglado. La idea era anunciar la coalición en la semana de Pascua. Pero a pesar los avances, al final todo se dañó. Hace unos días De La Calle, en un video, anunció que iría solo a la primera vuelta presidencial y que la alianza era imposible. Argumentó razones jurídicas. Con esto se le daba un importante golpe a la opción en una tercería, y casi que condena al país a una polarización en medio de una transición política como lo es el acuerdo de paz.

Días después de este anunció se logró saber el detrás de cámaras de la película. La historia es la siguiente. El expresidente colombiano César Gaviria, actual director del Partido Liberal, se atravesó a la alianza con Fajardo. Básicamente se movió de tres formas. Por un lado, alineó la bancada y a pesar de que muchos congresistas ya habían negociado con Iván Duque o Vargas Lleras, los persuadió para que dijeran que apoyarían a de La Calle y que se iban solos a primera vuelta. Además, logró persuadir al equipo jurídico del partido para bloquear la alianza y enviar una consulta al Consejo Nacional Electoral, para que se pronunciará sobre la viabilidad jurídica de un acuerdo. Por último, se tiene asfixiada la campaña, sin un solo peso, no hay ni para los tiquetes aéreos y según fuentes internas de la campaña, los dineros del anticipo no han llegado.

Sobre esta actuación de César Gaviria se han tejido dos hipótesis. Por un lado, fuentes internas del Partido Liberal dicen que la idea es obstaculizar el crecimiento de Fajardo, desfondarlo políticamente, garantizando que el que pase a segunda vuelta o balotaje sea Gustavo Petro. Según estas fuentes el favor es para Iván Duque. Desde el uribismo, se percibe que Iván Duque en segunda vuelta perdería con cualquier candidato, menos con Petro, el de izquierda. Por ello para el uribismo es clave que Petro saque la segunda mayor votación el próximo 27 de mayo.

Otras fuentes del partido dicen que el “secuestro político” que le han hecho a Humberto de la Calle no tiene que ver con Duque, sino que de fondo habría motivaciones personales de César Gaviria, ya que, probablemente, personas cercanas a él podrían tener problemas con la justicia en un futuro, por tanto, sacrificar a De la Calle le permitiría negociar en una segunda vuelta algún tipo de salvaguarda política y claro, cuotas ministeriales.

Más allá de esta guerra dentro del Partido Liberal, al menos, es claro que han sacrificado a su candidato presidencial y lo han condenado a sacar apenas el 3% o 4% de los votos, muy cerca al umbral establecido por ley. También Humberto de la Calle es consciente de su situación y del papel de “comodín” que juega. Pero el interrogante mayor es para sus votantes, en su mayoría de opinión. Es decir, si le van a hacer el juego a Gaviria o se deslizarán hacia Sergio Fajardo para así potenciar el centro.

Publicado en El País


bottom of page