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Buscando la sostenibilidad

Por: Maria Fernanda Galindo, investigadora Línea Conflictos Asociados al Desarrollo – Pares


El modelo neoliberal implementado en Colombia prioriza los intereses particulares sobre los colectivos. Esto genera varios inconvenientes en la sociedad, uno de ellos, el deterioro del medio ambiente. Las políticas sociales, en particular los servicios de seguridad social y la educación, así como las políticas ecológicas de conservación de la naturaleza, quedan subordinadas al criterio del mercado, fomentando el consumo desenfrenado de los recursos naturales y prácticas de producción altamente contaminantes.

Desde sus inicios, el modelo neoliberal dejó por fuera al medio ambiente. Al parecer, la economía carece de principios ecológicos y lo que es bueno para el mercado es casi siempre malo para la naturaleza. La liberalización y la privatización como bases del comercio capitalista se han convertido en un sistema de producción y distribución que no tienen en cuenta la vida biológica.

El sistema económico dominante se ha convertido en una maquinaria dispuesta a destruir el planeta, aumentar las desigualdades y a anteponer el beneficio económico por encima de todo, incluso de las personas. La realidad una vez mas nos muestra la necesidad de una visión integral que sepa mantener en armonía el crecimiento y la sostenibilidad. La globalización económica significa crear valor y crecimiento, sin embargo, eso contrasta con una mirada más amplia hacia el futuro. Ante este hecho nacen y se desarrollan diferentes tipos y formas de concebir la economía, las relaciones entre las personas y la ecología.

Desde hace varios años, los ecologistas y científicos buscan y defienden el desarrollo de una nueva ciencia que tenga en cuenta al medio ambiente en su totalidad. Según Passet (1996) “la Bioeconomía es el nuevo paradigma de la ciencia económica, ha surgido como consecuencia de la alerta ecológica que descubrió al proceso económico como una extensión de la evolución biológica”. Su finalidad es integrar las actividades económicas en los sistemas naturales. Passet propone que la economía sea observada en su justa dimensión temporal, lo que generará una toma de consciencia sobre lo limitado de los recursos del planeta y la necesidad de un cambio de rumbo que evite la catástrofe medioambiental y propicie una reducción de las desigualdades sociales.

Actualmente, las personas somos más conscientes de los problemas ambientales, hemos visto una evolución de paradigmas, nuevas corrientes de estudio y una conciencia global generalizada. Pero estos esfuerzos no son suficientes, es indispensable darse cuenta de que la única manera de detener el calentamiento global y otras formas de degradación ambiental es uniéndonos en un único esfuerzo. Es tiempo de que las empresas, la sociedad civil y el gobierno trabajen conjuntamente y pongan su granito de arena frente a esta problemática mundial que estamos viviendo.

Debemos cambiar la mentalidad de consumo, gran parte de la sociedad aún se mueve al vaivén del mercado y piensa todavía en términos económicos (el auge de las tarjetas de crédito, shopping, la difusión y acumulación de bienes materiales, etc…), debemos procurar pensar en el mejoramiento del bienestar humano e igualdad social mientras se reducen significativamente los riesgos ambientales. Urge la necesidad de un cambio real de paradigma, donde el consumidor aprenda a optimizar los recursos energéticos y a consumir con consciencia. Un consumidor responsable es el mejor amigo del medio ambiente, castiga a las compañías que contaminan sus zonas aledañas y presionan al gobierno para que revise las leyes sobre contaminación y las haga cumplir.

La misma situación se plantea a las empresas, ellas pueden contribuir a la sociedad por medio de sus acciones de Responsabilidad Social, mientras satisfacen los intereses de sus stakeholders y generan prácticas que contribuyen al bienestar humano. En materia medioambiental, las empresas deben evolucionar, incorporando acciones que vayan mas allá del mero cumplimiento del marco legal hasta la inclusión del tema a su estrategia de negocio. 

Dado que la sociedad civil no se posiciona como un fuerte actor de presión, queda en manos del gobierno el rol preponderante de la defensa del medio ambiente ya sea como regulador, promotor, sensibilizador o líder en el emprendimiento de acciones. Actualmente vivimos la falta de políticas públicas que ayuden a la realización de esta gestión. El gobierno debe asumir un rol mas protagonista, tanto en la gestión ambiental de sus actividades como en la adopción de instrumentos más eficientes. La adopción de estas medidas permitirá fortalecer la institucionalidad ambiental y así contar con políticas ambientales mas fuertes.


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