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La masacre que quiere esconder José Félix Lafaurie II

Por: Ariel Ávila, subdirector – Pares


Hace dos años escribí una columna sobre la estrategia del No, y particularmente del sector más tradicional y latifundista de las élites regionales, para atacar la paz, desconocer el asesinato de líderes sociales y camuflar sus intenciones de impunidad sobre el despojo de tierras en discursos contra la paz y la justicia transicional.

Ahora, luego de terminar un proceso de investigación entre la Fundación Forjando Futuros y la Fundación Paz y Reconciliación, los datos se ven más claros y son más nítidos. Le aclaro al lector que lo que a continuación voy a enunciar es producto de extracción de la información de 3.761 sentencias judiciales sobre restitución de tierras. No son inventos, ni datos propios, es lo que dicen los jueces.

El primer dato es que durante los 54 años de guerra en Colombia, se despojaron más de 6.000.0000 de hectáreas de tierra. El segundo es aterrador, a diferencia de lo que dice José Félix Lafaurie y su esposa, la senadora Cabal, se despojó al pequeño propietario y no a los latifundistas. Según las sentencias el 50 por ciento de los predios restituidos son propiedades menores a 3 hectáreas. El otro 25 por ciento son propiedades entre 3 y 10 hectáreas. El 21 por ciento de las sentencias corresponden a propiedades de entre 10 hasta 50 hectáreas. En otras palabras, en la guerra se despojó al pequeño campesino, los minifundios. El 75 por ciento muestra propiedades menores a 10 hectáreas de tierra.

El tercer dato también contrarresta lo que dicen Lafaurie y Cabal. Los responsables del despojo en porcentajes según sentencias judiciales son los siguientes:

  1. Paramilitares: 55%

  2. Combates: 24%

Combates entre guerrillas y Estado o entre guerrillas y paramilitares. En ningún caso, de las más de 3.700 sentencias, se observan combates entre Estado y paramilitares, pareciera que no los combatían.

  1. Guerrillas: 13%

  2. Grupos Armados no definidos: 7%

  3. Estado: 1%

Así las cosas, según sentencias judiciales los mayores despojadores, de lejos, fueron los grupos paramilitares y no las guerrillas. Además se destaca que el Estado combatía las guerrillas, lo cual es normal, pero no los paramilitares, lo cual es anormal, es un Estado de derecho. El tercer dato es que de las más de 6.000.000 de hectáreas despojadas apenas se ha restituido 237.679, ni siquiera el 10 por ciento. Falta aún mucho.

Ahora bien, antes de entrar al análisis quiero citar lo que dicen el señor Lafaurie y la señora Cabal sobre los líderes sociales y la restitución de tierras. El primero dice que: “La restitución no es otra cosa sino la cuota inicial del control territorial de ciertos actores armados que creen que pueden volver a hacer de las suyas en el campo y no se los vamos a permitir”. Es decir, para Lafaurie los reclamantes de tierras son terroristas y por eso valió la pena haberlos sacado del territorio. La señora Cabal dice sobre los reclamantes: “Vagos, bandidos, que no les gusta trabajar”.

Lo que se debe entender es que la mayoría de la tierra despojada terminó en manos de políticos y empresarios agrarios, ya lo he escrito antes, el exmagistrado Pretelt, el Fondo Ganadero de Córdoba o todo el despojo en los Montes de María muestra que la tierra está en manos de los que hoy se les denomina terceros. Los mismos que no quieren que exista justicia transicional, porque saben que si la JEP funciona bien, ellos deberán confesar lo que hicieron y devolver lo robado. Por esta razón también, el Centro Democrático o el uribismo hicieron todo lo posible por copar la Comisión Quinta del Congreso de la República, ni siquiera les importó la Comisión Primera, para ellos lo fundamental es la quinta donde se tramitan todos los proyectos de tierras. Por ello es que desconoce la victimización a líderes sociales. En fin desconocen todo lo que traiga verdad y memoria.

Ahora el señor Lafaurie, en pasillos, se declara como el nuevo contralor general de la república, no debe olvidarse que le tramitaron una ley a su medida. Vienen años oscuros para los pequeños campesinos, las víctimas y la verdad.

Por otro lado: Qué será lo que se traman estas élites locales y regionales, que casi se hacen matar por estar en la Comisión Quinta del Congreso y sacaron a casi todos los sectores de oposición. Estaré pendiente de la agenda legislativa.

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