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En Turbo la paz convive en el teatro

Por: Sergio Saavedra. Redacción Pares


En la subregión de Urabá y el bajo Atrato hay un proyecto que le apunta a la recuperación de la memoria colectiva desde las Artes Escénicas. En el montaje de las obras el trabajo de los jóvenes se vincula por medio del lenguaje teatral, así resignifican su historia y se permiten ser protagonistas de nuevas narrativas para la región.


La invitación que abandera la Corporación Cuarto Creciente sería, lo que expresa el poeta Gonzalo Arango en su poema Manos Unidas “Une tu mano a nuestras manos para que el mundo no esté en pocas manos,/ sino en todas las manos.”


Turbo está bañado por el río Atrato y por el Mar Caribe, una región donde no solo se bifurcan las aguas, sino que concentra una fuerte carga histórica que está siendo trabajada desde el teatro.

Según Francisco Luis Montoya Gómez, quien es el fundador y el director del grupo Cuarto Creciente, hay una clara apuesta por la promoción de la convivencia y el desarrollo psicosocial. Para Francisco, este proceso no se habría podido consolidar sin el apoyo de un grupo interdisciplinario y de la comunidad.


Conocerse, reconocerse y reinventarse


Francisco cuenta que el trabajo no solo está enfocado con jóvenes, sino también con la niñez. De esta forma el proyecto trabaja con niños de 8 a 12 años, y jóvenes de 13 a 17 años en los semilleros y grupo base de 18 en adelante. Su trabajo lo priorizan en los barrios Pescador 1 y 2, Buenos Aires y la vereda Piedrecitas y, un semillero con NNA del barrio Obrero.


Francisco señala que no tienen un espacio físico, porque la Corporación Cuarto Creciente está priorizando las actividades y en esta dirección, recalca que el trabajo de Cuarto Creciente es directamente en las comunidades, aprovechando los espacios que brinda el entorno.

Es decir, el reconocimiento y reinvención está afuera, en el trabajo en el territorio, con la gente, y que sea esa gente la que trabaje en los espacios que le son familiares y que también están cargados de significado e historia.


Tras bambalinas


Paralelamente, mientras en Cuarto Creciente se llevan a cabo los talleres de creación, diseño, elaboración y animación de Títeres y, la puesta en escena, con zancos, con malabares, entre otras manifestaciones artísticas; se está trabajando habilidades que, como el autocuidado, la participación comunitaria y ciudadana y, la solución pacífica de conflictos.

Francisco cuenta que el “teatro sirve de gancho y el espacio para que los jóvenes converjan y se vinculen al territorio como sujetos de derechos y deberes, personas críticas y solidarias que no se quedan solo en la reflexión, sino que emprenden acciones para el cambio, la transformación social, el cambio de imaginario”.


Cuarto Creciente funciona con seis espacios de semilleros y un grupo base, estos semilleros están integrados por niñas, niños y adolescentes y el grupo base por jóvenes.

En Cuarto Creciente hay una particularidad que denota que le apuestan en un proceso que ha fortalecido el tejido social y el trabajo comunitario.


Muestra de ello, es que algunos de esos jóvenes que ahora acompañan a los semilleros como instructores, que eran integrantes de los semilleros han avanzado en cuanto a su formación como artistas, líderes transformadores y como personas, que, para cuarto creciente, es lo más importante.

De esta forma, Francisco cuenta “que ellos han participado de la escuela de actuación y liderazgo, que es un programa formativo teórico práctico de Cuarto Creciente.


Por otra parte, durante estos años, hemos visto como a través de estos espacios, los jóvenes que han participado y se les ha facilitado el acceso a becas de educación superior “.

Francisco relata que también resulta importante que haya servido de inspiración y motivación para superarse académicamente y otros espacios de participación social y política.


Frente a las problemáticas


Francisco hace hincapié en que los jóvenes en conflicto, microtráfico, que en muchas ocasiones es un síntoma de la poca atención que reciben, falta de oportunidades visibles y violencia intrafamiliar.

Frente a esta situación, desde la iniciativa se hace la prevención y cuando los jóvenes con esta problemática se acercan, se les orienta frente a las rutas de atención que hay en el municipio.


Insistimos, especialmente, en la prevención, porque muchos de los NNA que hacen parte de los procesos no viven con sus padres, sino con la abuela u otro familiar,que debe de salir a trabajar para garantizar el alimento y quedan solos, exponiéndose a los riesgos del entorno y el referente son las pandillas y terminan reproduciéndose.

Cuarto Creciente está para brindar un espacio que auspicie experiencias significativas como el teatro, por ejemplo, que amplíe su horizonte y perspectiva de desarrollo.

Francisco rememora que Cuarto Creciente nació un 29 de agosto de 2001 en una reunión que se hizo caminando hasta travesar el puente de la playa.


De esta manera, cuenta emocionado Francisco ese fue el primer acto simbólico, con la voluntad clara de que “no seriamos de papel, ni de escritorio y discursos vacíos; sino de acciones”.

Además, Cuarto Creciente pretende contribuir a que las comunidades sean menos dependientes de las “ayudas” y más autogestionarias y que construyan una visión apartando la estigmatización que carga la región.


Este es el suceder en el que avanzan los procesos, las familias en su gran mayoría y se van comprometiendo y las J.A.C, se convierten en aliados estratégicos.


El teatro a los barrios, donde pertenece


“Primero, hacen una planificación participativa con la J.A.C, los semilleros e instituciones que se suman a la iniciativa, para que la comunidad no se sienta invadida, sino protagonista. Teniendo en cuenta que los artistas son sus hijos, sus vecinos, hermanos. Eso es muy importante.”, señala Francisco.


Estos espacios son un evento comunitario con chocolatada o sancocho incluido y preparado por ellos mismos y es un evento que motiva a otros niños, adolescentes y jóvenes a sumarse al proceso.

A veces también implica riesgos, por el tema de inseguridad, por eso es algo que se planifica en detalle, para que haya mucho compromiso de las familias y líderes comunitarios, para que eso facilite la realización de las actividades, cuenta Francisco.


Artes Escénicas, una herramienta comunitaria


Teatro-foro, (Teatro del oprimido), teatro para espacios abiertos o no convencionales, los zancos, malabares, facilitando el trabajo en la educación formal y no formal y el mundo de los Títeres; Cuarto Creciente se la juega por el trabajo psicosocial para el desarrollo psicosocial.

Además, que para el trabajo en temas de paz, fortalecen espacios de reconocimiento propio y el de la otredad; porque muchos los adolescentes y jóvenes que han hecho parte de Cuarto Creciente, han sido víctimas y victimarios.


Ahora bien, el proceso de reinventarse tiene el matiz de la memoria histórica en los montajes y los enfoques con las temáticas que escogen y desde qué lugar quieren representarse.


Reconocimientos de Cuarto Creciente


Para Francisco, Cuarto Creciente ha contribuido a la democratización del acceso a los recursos públicos para el desarrollo de las artes desde el nivel departamental, con propuestas de convocatorias públicas que se hicieron en calidad de consejero.


De hecho, Cuarto Creciente se convirtió en la primera sala de teatro concertada con el ministerio de cultura en Urabá.


En 2011 la gerencia de infancia, adolescencia y juventud de la gobernación de Antioquia, le otorgo el reconocimiento a Cuarto Creciente, como mejor representante de organizaciones e instituciones que trabajan con jóvenes en el departamento.

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