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Investigaciones del caso Odebrecht, otra oportunidad perdida

Por: Sergio Saavedra. Redacción Pares


El director de la Fundación Paz & Reconciliación -PARES, León Valencia, analizó un caso que la prensa marginó de la agenda mediática durante los últimos meses: el caso Odebrecht en Colombia. Justamente, Valencia hace hincapié, no solo en el caso colombiano del conglomerado brasileño que ha dejado muertes de testigos clave; sino que también se refirió al papel inoperante de la figura de Leonardo Espinosa Quintero, fiscal ad hoc para el caso Odebrecht.


Cabe recordar que el pasado 28 de noviembre se presentó el proyecto de fallo en el que se solicitó nombrar un fiscal encargado para la investigación del caso Odebrecht en Colombia. Dicha ponencia, que fue aceptada por la Sala Plena de la Corte Suprema, encaminó un polémico debate para solucionar las demoras investigativas que estaba dejando en veremos los avances sobre cómo se tejió la estratagema de corrupción y la búsqueda de responsables.


La polémica tuvo nombre: ‘La ruta del sol II’


El ambiente enrarecido lo desató la muerte del ingeniero Jorge Enrique Pizano. Después de este lamentable episodio salió ante la opinión pública, a través de Noticias Uno, las pruebas que Pizano tenía para comprobar que Néstor Humberto Martínez conocía, antes de ser fiscal general, sobre las coimas y los dineros que el conglomerado Odebrecht pagaba en Colombia. Pizano le había brindado las pruebas al medio de comunicación con la promesa de que solo se publicaran si obtenía asilo en otro país o si fallecía. Tras su muerte, Martínez Neira quedaba más que impedido para investigar el caso Odebrecht.


El conocimiento del entonces fiscal Néstor Humberto Martínez, era sobre la revelación que le había hecho Pizano acerca de las graves irregularidades en los pagos a contratistas en el marco de los dineros de la Ruta del Sol II. De esta forma, Martínez Neira, quien antes de llegar a la fiscalía fungía como abogado de Corficolombiana —empresa socia de Odebrecht en Colombia— no lo denunció, aunque supo de antemano el entramado de corrupción que se estaba fraguando.


Así las cosas, en un ambiente plagado por la incertidumbre y la falta de credibilidad se abrió la posibilidad de crear la figura del fiscal ad hoc; de la cual salió como elegido el ternado de la Sergio Arboleda: casa de estudios del uribismo, Leonardo Espinosa. 17 votos en la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia fueron la antesala de la llegada Espinosa Quintero, un conocido de vieja data del presidente de la República Iván Duque. El fiscal ad hoc debía, desde ese momento, ser el timonel de la polémica investigación.


El timorato papel de Espinosa Quintero


Los cinco meses de Leonardo Espinosa Quintero como fiscal encargado de la investigación sobre el caso Odebrecht, tuvo como capítulo póstumo la afanosa salida de Martínez Neira de la Fiscalía General de la Nación. León Valencia desaprueba la gestión de Espinosa Quintero bajo la figura de fiscal ad hoc, debido a que no se conoce mayor avance concretos en la investigación de uno de los casos más polémicos de corrupción del país.


Según el analista, es inaceptable que las actuaciones de Espinosa Quintero se limiten a los tímidos acercamientos al revivir el caso de las exministras Gina Parody y Cecilia Álvarez o sobre algunos señalamientos sobre irregularidades del exfiscal Martínez Neira. Valencia, pone especial atención sobre el hecho de que, desde la figura de fiscal ad hoc no se haya avanzado de manera eficiente sobre las campañas presidenciales en Colombia, que resultaron salpicadas en el escándalo con la firma brasileña.


El precario avance sobre Odebrecht en Colombia se recrudece cuando en la región de América Latina las investigaciones han logrado a responsabilizar jefes de Estado, frente a una impunidad en este sentido para el caso colombiano. De esta forma, para Valencia la figura de fiscal ad hoc fue una oportunidad perdida.


‘Sin pena ni gloria’


Dentro de lo poco que dejó el paso de Espinosa Quintero, está la revisión de los documentos de los cuales era apoderado el exfiscal Martínez Neira. Por medio de la entrega del informe que hizo el entonces fiscal ad hoc a la Corte Suprema de Justicia, se conoció que Martínez Neira demoró un año la orden de captura de Eder Ferracuti, quien aprovechó ese lapso para cerrar dos CDT que superan los 900 millones de pesos. Asimismo, como caminos entorpecidos para conocer al completo el material de la investigación que solicitaba Espinosa Quintero.


Muestra de esos acercamientos no muy certeros constan en las declaraciones del exfical ad hoc, quien cuando entregó el informe señaló: “Revisando algunos documentos empezamos a evidenciar que había ciertos trámites como demoras en la orden de captura, vimos demora en lo que respecta a situaciones de dar aviso a la Interpol para emitir circular azul. Esas circunstancias las informamos al fiscal, para que nos compartiera o solicitara a los fiscales encargados las explicaciones de las mismas”.

Colombia, un caso marginal en la región


León Valencia resaltó el precario avance en término de capturas de alta investidura en el caso Odebrecht para el caso colombiano, teniendo en cuenta que, por ejemplo, en Perú las investigaciones sobre el caso de corrupción de la firma brasileña han acorralado a cuatro expresidentes. En suelo colombiano, el conglomerado Odebrecht lleva desde la década del noventa y en ese trasegar hay múltiples contratos que hizo conforme a lo poco que se ha avanzado en materia investigativa.


Hay una anomalía sospechosa frente a que no se haya centrado la investigación en la participación de Odebrecht en las campañas presidenciales. Con más veras resulta extraño, dado que para el analista el tema de las campañas presidenciales que eran la “especialidad de Odebrecht”.

La forma de operar del conglomerado brasileño no era sobornar funcionarios de perfil bajo, sino que se encaminaba a la cabeza de las campañas. El objetivo de Odebrecht, en este orden de ideas, era asegurar la mayor cantidad de contratos proyectados en los posibles gobiernos que financiaba, según Valencia.


Para León Valencia, urge que se priorice la investigación de las campañas políticas en el país, porque ante el paso de los años el devenir de responsables no parece advertir más allá de nombres de un rango bajo a expensas de la impunidad de los grandes políticos. Para Valencia en aras de superar la corrupción, como él la denomina, ‘el gran cáncer de la democracia’ se tendrá que entrar en materia y decisiones por parte del gobierno nacional. Más aún por el irrelevante paso de Espinosa Quintero.


Una pequeña ventana que se abre


Recientemente, después de las declaraciones de Bernardo ‘El Ñoño’ Elias —quien es uno de los condenados por el caso de Odebrecht— la Comisión de Acusaciones abrió una investigación preliminar en contra del expresidente Juan Manuel Santos Calderón.


De tal suerte, el famoso “me acabo de enterar” de Santos vuelve paulatinamente a la opinión pública, trayendo consigo los US$400.000 que abría aportado Odebrecht a la campaña presidencial de 2010.

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