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Sin ‘Chucho Mercancía’ ¿Qué pasará con Los Pachencas?

Por: Juan Camilo Rodríguez Guerra. Asistente de investigación Pares


Este lunes, en la ciudad de Santa Marta, un eslabón central del crimen organizado fue dado de baja por la Policía Antinarcóticos.


Jesús María Aguirre Gallego, alias ‘Chucho Mercancía’, fue abatido en la Sierra Nevada de Santa Marta, zona donde la organización criminal que lideraba, Los Pachenca, concentra todo su poder. Tras la fallida desmovilización paramilitar, esta estructura es la principal sucesora de las Autodefensas de Hernán Giraldo, lo cual explica gran parte del control que tienen sobre las extorsiones y las rutas de narcotráfico en zona rural de Santa Marta.


La muerte de Aguirre es sorpresiva debido a que, según prensa, un escolta de alias ‘80’, integrante de esa organización, sería quien reportó la ubicación de ‘Chucho’ a la Policía Antinarcóticos. Su muerte daría vía libre para que ‘80’, hijo de Hernán Giraldo, tome el poder de Los Pachenca.


No obstante, esta versión contrasta con la de fuentes regionales de Pares, las cuales aseguran que Chucho Pachenca ya había entregado su puesto y que, de hecho, buscaba caminos para someterse a la justicia.


De hecho, para Priscila Zúñiga, experta en seguridad de Santa Marta, la muerte de Chucho Pachenca no debilitaría a esta estructura, ya que la caída de él se estaba previendo. Los Pachenca siempre han funcionado como brazo armado de los Giraldo y ahora podría estar siendo liderada directamente por un hijo de Hernán Giraldo.


Posibles escenarios


Son tres los posibles escenarios que pueden desprenderse de la muerte de ‘Chucho Pachenca’. Los primeros dos implicarían el aumento de la violencia en Santa Marta.


A) Que la muerte de ‘Chucho Mercancía’ sea la demostración de una división interna en Los Pachenca, por lo cual distintos actores inicien una disputa por obtener el mando de esta organización criminal.

B) Que no haya divisiones internas, pero que este suceso transforme las relaciones de Los Pachenca con otras organizaciones criminales con presencia o con interés de tenerla en las zonas rurales y urbanas de Santa Marta. Es el caso del Clan del Golfo, que ha venido buscando espacios para hacerse al control de la vertiente nororiental de la Sierra Nevada.

C) Que la muerte de Chucho Pachenca sea asimilada por la organización criminal y que no trastoque la relación con otras estructuras armadas, es decir, que Los Pachenca se mantengan estables.

Resultaría dramático que una posible reconfiguración de Los Pachenca acentúe la violencia al interior de la organización, pero también que las relaciones con otras organizaciones criminales que disputan el control de economías ilegales en Santa Marta se alteren y promuevan mayores violencias.


Las autoridades deben ser contundentes en reconocer las posibles transformaciones de Los Pachenca y actuar conforme a los escenarios posibles para la seguridad en Santa Marta.


Los Pachenca en la actualidad


La organización criminal Los Pachenca concentra su poder en Santa Marta, especialmente en el corregimiento Guachaca donde se encuentra la vertiente nororiental de la Sierra Nevada de Santa Marta.


La economía de esta organización se basa:

1) en la extorsión, reactivada paulatinamente hace un año y en lugares concretos del corregimiento;

2) en la protección de cargamentos y control de las rutas del narcotráfico. A diferencia del pasado, Los Pachenca no tienen pleno control sobre todos los eslabones del narcotráfico, por lo que su economía se centra en otorgar seguridad al movimiento de drogas ilícitas. Cabe decir que Guachaca es una zona estratégica para el movimiento de drogas ilícitas hacia otros países así como para la distribución en las ollas de Santa Marta;

3) en negocios ilícitos que persisten en la región tales como el contrabando de gasolina o el monopolio del turismo;

4) el control de las dinámicas de microtráfico en zonas urbanas.


La estructura criminal de Los Pachenca ha mutado conforme a las transformaciones económicas de Santa Marta. Esa es la razón de que su presencia sea sostenida en el tiempo y su poder no se reduzca. El reto de las autoridades es reconocer estas mutaciones y actuar en todos aquellos espacios donde esta estructura tiene la capacidad de reproducirse.

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