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Denuncian asesinato contra líder indígena del Caquetá

Por: Daniela Quintero. Redacción Pares


El Consejo Regional Indígena del Orteguaza Medio Caquetá – CRIOMC, adscrito a la Organización Nacional Indígena de Colombia-ONIC denunció el martes el asesinato del líder indígena Uriel Piranga Valencia en el municipio de Pital, departamento del Huila.


Según informó el CRIOMC, Piranga de 40 años de edad era de origen caqueteño del Resguardo Maticurú del Pueblo Coreguaje, pero se encontraba en el Huila donde fue asesinado y encontrado en la mañana del domingo 23 de Junio.


“Denunciamos el asesinato de líder ex Cacique del Resguardo Maticurú del municipio de Milán. En medio de Acuerdo de Paz, los asesinatos continúan”, reza el comunicado.


La figura del cacicazgo en dicha comunidad ha sido clave a través de su historia. Anteriormente la organización política tradicional se centraba en las figuras del Cacique y el Chamán. Por consiguiente, en la actualidad el Cacique es quien tiene representación legal frente al Estado y asimismo ejerce la máxima autoridad del Resguardo.


¿Qué se conoce sobre el crimen?


De acuerdo con el texto, el comando de la estación de Policía de Garzón, Huila fue alertado por la comunidad quien encontró un cuerpo sin vida con aparentes heridas causadas con arma blanca en la vía entre la vereda Las Minas hacia el Pital.


“El hallazgo fue reportado a primeras horas de este domingo y no se descarta que su muerte se haya producido por una acción violenta”, señaló la organización indígena. Luego del procedimiento del levantamiento, el cuerpo fue entregado a los familiares el martes y trasladado al Resguardo en Caquetá.


El líder indígena dejó cuatro (4) niños menores de edad, y a su esposa en estado de embarazo. Según el CRIOMC, Piranga fue uno de los Caciques que lideró el Resguardo Indígena de Maticurú por dos periodos consecutivos como Autoridad Tradicional y Representante Legal entre 2016 y 2017. Además, tuvo el rol de conciliador dentro de su comunidad a la hora de direccionar la problemática y necesidades del Resguardo.


Pueblos que se extinguen


Además de la muerte de Piranga, el CROMIC también rechazó la violación de los derechos humanos de los Pueblos Indígenas en especial del Pueblo Coreguaje, uno de los 36 Pueblos Indígena en vía de Extinción física y Cultural declarado por la Corte Constitucional en 2009.


El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) estima que 1.767 indígenas integran dicha comunidad, pero se encuentran dispersos en varios departamentos del país concentrados en su gran mayoría en el municipio de Solano con un total de 534 indígenas, seguido del municipio de Milán Caquetá con un total de 771 personas, ambos en el departamento de Caquetá.


El Sistema de Información-SIPARES de la Fundación Paz y Reconciliación-PARES ha registrado el asesinato de 39 líderes indígenas desde la firma del Acuerdo de Paz con la exguerrilla de las Farc en 2016, que prometía la entrada de la paz en las comunidades más afectadas por el conflicto armado.


Esto no ocurrió notablemente, tanto así que el año pasado en el marco de la sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) varias organizaciones de la sociedad civil denunciaron la violación de derechos humanos que han enfrentado los pueblos indígenas a lo largo de la historia de violencia en Colombia y que aún persisten.


“Pensábamos que después de la firma de paz entre el gobierno nacional de Colombia y las Farc llegaba la tranquilidad y la armonía a nuestro territorio ancestral. Al contrario, se incrementó más la violencia a lo largo y a lo ancho del Chocó”, había señalado Luis Ángel Jindrama Mayoma, miembro del pueblo indígena Embera.


Los departamentos en los que más se han presentado asesinatos contra líderes indígenas son Nariño, Cauca, Chocó, La Guajira, Caquetá, Antioquia, Caldas, Valle del Cauca, Córdoba y Tolima, siendo el primero el que tiene el número más alto de personas muertas en hechos violentos y el último el más bajo.


SIPARES ha registrado que los líderes indígenas representan el tercer grupo más afectado por los asesinatos selectivos por actores o estructuras criminales no identificadas. En primer lugar, están los líderes comunales, luego los líderes campesinos y seguido están los representantes o miembros de los pueblos indígenas, quienes de por sí ya tienen la amenaza de desaparecer.

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