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Escándalo por ‘chuzadas’ del DNI: el regreso del uribismo

Por: Sergio Saavedra. Redacción Pares


Este martes a mediodía, el senador Antonio Sanguino señaló en los micrófonos de W Radio que existe una lista de personajes de la oposición que han sufrido el espionaje de sus comunicaciones. Dentro de la lista de personas interceptadas se encuentran los directivos de la Fundación Paz & Reconciliación, León Valencia y Ariel Ávila Martínez. Asimismo, Sanguino señaló que los nombres de la periodista María Jimena Duzán y Daniel Coronell también hacen parte de dicha lista.


Es necesario recordar que Antonio Sanguino, Iván Cepeda y Roy Barreras el pasado fin de semana aseguraron que estaban siendo objeto de intercepciones ilegales en su contra por parte de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI). Por mandato legal, esta oficina debe cumplir con los requerimientos que en materia de inteligencia le hagan el Presidente de la República y el Alto Gobierno.


De hecho, para ese momento advirtieron que en el marco de unas ‘operaciones de descrédito’ que «comprenderían labores de inteligencia que no cuentan con autorización ni órdenes judiciales, y que por lo tanto son ilegales con el propósito, advierten, de urdir investigaciones penales sobre bases falsas o, en otras palabras, crear ‘falsos positivos judiciales’”.


Llama la atención que el senador Cepeda se refirió a una reunión que sostuvo la Dirección Nacional de Inteligencia, en un apartamento en el barrio El Salitre en la ciudad de Bogotá, el 30 de marzo. En dicha reunión, Cepeda cuenta que — con base en la información que les fue entregada— se situó un orden del día bajo la directriz del director del DNI, el almirante en retiro Rodolfo Amaya, aunque él no estaba presente presuntamente; pero dejó la orden de la hoja de ruta a seguir.


Dentro de ese orden del día, se procedió a pasar revista de unas personas (10), a las que “se les colocó la etiqueta de ser objetivos políticos” y que las labores de inteligencia buscarán reunir toda clase de información sobre la base de practicar interceptaciones sin autorizaron judicial, debido a que el senador señala que en evidencia ninguno ha sido notificado.


Ahora bien, Cepeda señala que esa labor de recopilación de información, tal como le fue notificado, se recoge a partir de la interceptación de celulares, correos electrónicos, whatsapp que posteriormente serán ‘procesadas’, lo que para Cepeda no es más que “una manipulación de la información obtenida para crear campañas de descrédito ante la opinión pública”.


Asimismo, durante la entrevista con Vicky Dávila, el senador Sanguino señaló “es que la dirección Nacional de Inteligencia está funcionando como policía en contra de la oposición del gobierno y eso es muy grave para la democracia”. Advirtiendo, en este sentido, que “está dispuesto a ir a la Fiscalía, pero es que aquí la carga de la prueba no puede ser en las víctimas, no puede que uno se convierta en el investigador, es la entidad la que tiene que investigar”.


En la misiva enviada al presidente Iván Duque, señalaron que de comprobarse dichas intercepciones ilegales se trataría de una «una agresión al libre ejercicio de la política en Colombia»; con visos evidentes de silenciar voces. Además, porque en dicha carta señalaron que, «Compartimos la preocupación por ciertos hechos que conexos podrían significar una estrategia de persecución sistemática a las voces opositoras, críticas al Gobierno o al líder del partido de Gobierno (el expresidente Uribe)», indicaron.


Como en los años del gobierno de Álvaro Uribe Vélez en los que se utilizó el extinto Departamento Administrativo de Seguridad DAS para espiar a periodistas, magistrados y opositores políticos, en este gobierno de Iván Duque, un ‘reencauche’ uribista, se está recurriendo a esa estrategia criminal para perseguir y amedrentar a la oposición política e ideológica.


Asimismo, tal y como lo indicó Ariel Ávila, subdirector de Pares en la columna de opinión «No más Uribe» publicada hace un año: «Uribe cogobernó con los paramilitares, el director del DAS en su momento fue Jorge Noguera, quien fue gerente de campaña en el Magdalena de la campaña Uribe presidente. Noguera era socio de Jorge 40, jefe paramilitar de la zona y quien eligió alcaldes, gobernadores, diputados y congresistas. Del DAS no solo salían las chuzadas a periodistas, magistrados y ONG. También salían listas para asesinar personas, todo indica que de allí salió la orden para asesinar al profesor Correa de Andreis. La bancada de congresistas elegida por paramilitares fue la bancada de gobierno. «


Es profundamente lesivo para la democracia, para la salud institucional y para el Estado de Derecho en su conjunto, que un gobierno, cooptado por un sector político de ultraderecha contemple el espionaje ilegal como una manera de tomar las riendas de un país que cada día, al parecer, se le sale más de las manos.

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