Por: Daniela Quintero. Redacción Pares
Otra polémica sobre títulos inflados se desató esta semana debido a que al recién nombrado director del Departamento Nacional de Planeación -DNP, Luis Alberto Rodríguez, le aparecía un título adicional -y que no existe- en una página del actual gobierno. Rodríguez, que se desempeñaba como viceministro de Hacienda, fue nominado por el presidente Iván Duque, como el nuevo al mando del DNP. Tan pronto se supo la noticia también se conoció su perfil y en los medios de comunicación salió rápidamente su hoja de vida por la cual fue objeto de críticas.
Según la página del Ministerio de Hacienda, el funcionario público es economista egresado de la Universidad Nacional, realizó una maestría en políticas económicas en la Universidad de Columbia y finalizó un posgrado en la Universidad de Tolouse en Francia. Sin embargo, este último título que apareció en el portal no está en la hoja de vida de Rodríguez.
Ante el ataque mediático a tan solo un día de su posesión, Rodríguez señaló que sí había realizado unos cursos en dicha universidad, pero en ningún momento expresó que hubiera terminado un posgrado, y de hecho en su hoja de vida tampoco aparece tal título. En ese sentido, todo parece indicar que en este caso el error sí fue del ministerio.
Ahora Rodríguez deberá comenzar a dirigir el DNP desde el próximo 15 de septiembre, sin embargo, este episodio rememora otros recientes en los que varios funcionarios públicos fueron fichados por falsificar, mentir, o ajustar títulos académicos obtenidos.
Alcaldes con títulos dudosos
Desde el 2016 el actual alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa fue objeto de burlas y señalamientos con respecto a los títulos que obtuvo en Francia en los años 80, según su hoja de vida contaba con maestrías y un doctorado en administración pública, pero una columna de El Espectador despertó la polémica y aseguró que estos no eran homologables en Colombia.
Cuando Peñalosa llegó a la Alcaldía ese año, en la página web de la institución se actualizaron las hojas de vida y fue allí cuando el periódico publicó que los títulos descritos no existían.
El episodio se trató de enmendar como un error y a los pocos días eliminaron algunos de los títulos expuestos. Sin embargo, en la opinión pública siguió sonando el tema, hasta el punto de que Peñalosa aún es recriminado por la supuesta falsedad de los diplomas.
Peñalosa aseguró en varias entrevistas que en años anteriores sí había dicho que tenía maestrías y un doctorado, de hecho, en campañas anteriores a la alcaldía o presidenciales, también aseguró tener estos diplomas. Pero según él, se trata de una confusión de homologación y validez entre países.
De forma oficial, Enrique Peñalosa, de 65 años, es economista de la Universidad de Duke en Estados Unidos, y ha llevado a cabo estudios en Francia, que al parecer son válidos y de muy alto nivel en ese país.
En el año 2018, la Procuraduría y la Fiscalía archivaron las investigaciones en curso contra Peñalosa y el exalcalde Gustavo Petro, quien al parecer también alteró su hoja de vida con tres títulos falsos, pero en especial sonó el del doctorado. Según la institucionalidad, estas conductas no son faltas disciplinares, puesto que, no existe un requisito de titulación para ejercer este cargo público.
Asimismo, la Embajada de Francia aclaró el año pasado por medio de una carta el caso Peñalosa, y expresó que lo cursado en Francia sí corresponde a una maestría y el otro título a un curso de “muy alto nivel”. Así las cosas, esto bajó un poco la cascada de acusaciones contra el alcalde de Bogotá.
El de la ‘última jugadita’
El expresidente del Congreso y senador, Ernesto Macías, también ha estado en el ojo del huracán. No sale de una controversia cuando ya tiene otra. Y es que antes de salir de su cargo decidió hacer una “última jugadita” tal y como lo dejó saber en la instalación del segundo periodo del Congreso el pasado 20 de julio.
Pero esto no ha sido lo único porque en 2017 le llovieron críticas por la presunta falsedad en su título como bachiller. Esto suscitó a que el caso fuese expuesto a la Corte Suprema de Justicia, quien al parecer corroboró que sí validó la secundaria.
“A quienes andan muy preocupados por mi Diploma de Bachiller les recomiendo solicitarlo al ICFES, y el de Profesional a la UCC”, había expresado Macías desde su cuenta de Twitter. Y luego contó que por asuntos a su actividad política había descuidado su formación académica, y finalmente validó el bachillerato en 1996.
Asimismo, había dejado pausado sus estudios universitarios, pero en 2008 terminó la carrera de comunicación social en la Universidad Cooperativa de Bogotá. Así las cosas, hay quienes aún dudan de la procedencia de los documentos, y la formación de Macías, pero lo cierto es que continúa laborando en el Congreso.
Julián Bedoya ¿abogado?
La Fundación Paz y Reconciliación-Pares realizó una investigación para determinar la calidad del título académico del congresista liberal Julián Bedoya, que supuestamente es abogado, pero de acuerdo con las pesquisas habría sido un diploma obtenido en dudosas condiciones.
El título de abogado fue entregado por la Universidad de Medellín. Sin embargo, una serie de enredos administrativos, académicos y legales al parecer hicieron posible que Bedoya lograra obtenerlo en menos tiempo, frente a las materias y procesos que debía en la academia.
De acuerdo con Pares, el 11 de octubre de 2018, luego de 9 años por fuera de la universidad, el Consejo Académico notificó el reingreso de Bedoya a la Universidad, sin embargo, esto no coincide con las fechas en las que supuestamente presentó la Prueba Saber Pro, requisito para graduarse. Y adicionalmente, hubo ayudas para que la fecha extemporánea tanto de pago, como de presentación tuviera otro alargue.
Asimismo, la Fundación consultó ante el Consejo Superior de la Judicatura, en la cual se expidió un certificado que estipula que “en atención a las citadas disposiciones legales y una vez revisado los registros que contienen nuestras bases de datos se constató que la Cédula de ciudadanía No. 71371981., NO registra la calidad de Abogado”. En ese sentido, quedan más certezas que dudas sobre el diploma de Bedoya.
Sin experiencia
Otro episodio se registró al inicio de este gobierno cuando empezó a sonar que la funcionaria Claudia Ortíz iba a ser nombrada por Duque como la nueva directora de la Unidad Nacional de Protección (UNP), pero trinos pasados le jugaron una mala pasada, puesto que, había hecho un pronunciamiento negativo hacia el nuevo partido FARC.
Entonces se cambió la baraja de opciones y la hoja de vida de Ortíz entró a la terna para el cargo de la Agencia de Desarrollo Rural (ADR), pese a que la Secretaría General de dicha entidad diagnosticó que no cumplía con todos los requisitos y experiencia. De todas maneras, Duque se fue contra la marea y la dejó encargada de la ADR.
Asimismo, se conoció sobre la ausencia de certificados laborales relacionados con el cargo que iba a desempeñar, y por eso decidió acreditar su experiencia en una notaría que certificó lo que no sabía. Ortíz es abogada, pero no tiene maestría, especialización, ni doctorado. Y tampoco se había desempeñado en cargos relacionados al tema de tierras y lo que medianamente se acerca es una asesoría que realizó más de 30 años atrás.
En marzo de este año la nueva directora fue suspendida durante tres (3) meses por la Procuraduría por permitir hacer actos de proselitismo por parte de un candidato a la gobernación de Boyacá en un evento institucional. Así las cosas, hay un gran listado de funcionarios del sector público que no cumplen, mienten y falsifican sus perfiles.
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