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Aída Merlano: una pieza de un aparato electoral corrupto

Por: Daniela Quintero. Redacción Pares


El exalcalde de Barranquilla Bernardo “el Cura” Hoyos, condenado por peculado, exsacerdote y amigo de Aida Merlano contó este domingo a Canal Uno que, la prófuga le entregó una carta hace un año con varias confesiones sobre el sistema electoral corrupto. En una parte responsabilizó a varias familias de la costa caribe del gran entramado de corrupción en la compra de votos.


Merlano fue capturada el 11 de marzo del 2018, -minutos después de haber sido elegida senadora- y enviada a la cárcel El Buen Pastor donde alcanzó a estar un poco más de un año. De todas maneras, cuando conoció la condena de 15 años de prisión empezó a solicitar una rebaja de pena.


El pasado 2 de octubre cuando tenía una cita con la Fiscalía para brindar información sobre este sistema de compra de votos, la excongresista decidió fugarse y hasta el momento no se tiene rastro de ella. Lo único que se conoce es esta carta que escribió al exsacerdote.


En la supuesta misiva señaló a las familias Char y Gerlein, las más poderosas de la región, junto con el senador del Partido Conservador, Laureano Acuña como responsables de ser “los tres mayores compradores de votos en el Atlántico”.


Por eso pidió perdón, pero agregó haberse sentido víctima de esta estructura politiquera colombiana. “Averigüen de dónde salieron los votos de (César Augusto) Lurduy, Modesto Aguilera, (Karina) Rojano, y (José Gabriel) Amar”, añadió el texto.


Lo curioso del caso es que Merlano fue la única acusada de este caso -que demostró- que más que un episodio de corrupción se trata de un sistema electoral totalmente enlodado.


«Es muy difícil pagar una campaña sin dineros ilícitos«


Lo de Merlano demuestra que ese sistema era sofisticado, tenían hasta un sistema biométrico y tenían un monto específico para pagar por cédula. La Fundación Paz % Reconciliación-PARES calcula que una campaña de ellos al Senado les costó de 12.000 a 15.000 millones de pesos.

Para Esteban Salazar, investigador nacional de la línea de Democracia de la Fundación Paz & Reconciliación-PARES esto denota varios problemas. Uno de ellos, es que la financiación de campañas en Colombia está viciada porque en su gran mayoría es de carácter privado y esto la vuelve corrupta. Se incrementa el monto de dinero para la campaña y en últimas el candidato no tiene cómo pagar “el préstamo”.


Los casos como el de Aida Merlano son los de personas que no tienen plata propia para financiar las campañas, entonces resultan accediendo al dinero de estos personajes y empeñados toda la vida.

“Ahora bien, si se calcula que al menos 14 personas fueron financiadas para las campañas, así no hayan quedado electas, serían más o menos 150.000 millones de pesos invertidos. ¿Y cuál es la contraprestación de toda esa cantidad de dinero? que efectivamente todo eso lo empiezan a cobrar a las campañas locales, entonces este año evidentemente la democracia queda secuestrada porque los que son aliados de ellos deben financiar la candidatura de los puestos locales”, agregó Salazar.

Así las cosas, se sigue replicando ese sistema de extorsión porque ¿Quién va a denunciar eso si al final está financiado por la misma plata corrupta?


El panorama es preocupante para el país porque los entes de control también trabajan entre los dientes. “Ya sabiendo cómo funciona el mecanismo cómo es posible que digan que sólo es el caso de Aida Merlano, eso no tiene sentido”, agregó el investigador.


Por ejemplo, este año el sistema de Cuentas Claras, que es un sistema del Consejo Nacional Electoral (CNE), en teoría es obligatorio, pero lastimosamente nadie está reportando, y eso es más problemático. No se reporta ni cuánta plata se está perdiendo, pero tampoco se hace nada para obligarlos.


La conexiones de la Costa


La Fundación PARES ha señalado en varias de las investigaciones a Fuad Char como el barón electoral más importante de la costa norte, además de ser el líder del Clan Char y dueño de las tiendas Olímpica, de la cadena radial Olímpica, entre otros negocios.

Así las cosas, ha sido una de las figuras más influyentes en esa región y por medio del Partido Cambio Radical logró mover sus fichas hasta llevar a sus hijos a participar en política. En uno de los partidos más cuestionados, y con más casos de parapolíticos.


Arturo Char obtuvo una curul al senado en el 2006, luego Alejandro Char llegó a la Alcaldía (2008-2011), y luego impulsó a Elsa Noguera dentro de diversos cargos para convertirla en su sucesora (2011-2015). Esto suscitó un proyecto para avalar a varios congresistas y financiar campañas de otros candidatos.


Por eso, Fuad estableció otras alianzas con otros partidos y en este caso recogió la herencia que tenía Roberto Gerlein, del Partido Conservador. Una de esas herencias fue Aida Merlano, quien había recibido todo el apoyo de Roberto a lo largo de su trayecto político en el Atlántico y era una de las mujeres más fuertes electoralmente.


Sin embargo, en 2018 cuando se pensó que Merlano reemplazaría la cuota de Roberto, su hermano Julio financió la campaña junto con los Char y al parecer hubo roces entre las familias. Otros de los beneficiados en la campaña fueron Karina Rojano, hijastra de Merlano y actual representante a la Cámara; César Augusto Lurday, Representante a la Cámara; y José Gabriel Amar, representante a la Cámara; estos últimos de Cambio Radical.


Prácticamente se podría hablar de una estrategia “trasdepartamentalizada” de compra de votos que apenas se ha podido descubrir en Barranquilla por lo de Aida Merlano. Pero si ellos hicieron campaña con otros congresistas es poco probable que Merlano sea la única responsable porque esas alianzas venían gestándose de tiempo atrás.


“Para este año lo que están haciendo es que ellos no van a poner un peso para la compra de votos, sino que les están exigiendo a los congresistas que, así como ellos los financiaron, ahora ellos les tocan financiar a sus candidatos”, agregó el investigador.

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