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«El presidente Duque le entregó el gobierno a los empresarios»

Por: Carlos Castelblanco Pinedo – Redacción Pares


«No debería sorprender la propuesta de Anif de pagarle a los menores de 25 años -durante su primer año de trabajo- solo el 75 % del salario mínimo. La verdad es que va en la misma línea de lo que vienen planteando los empresarios colombianos. Esta postura simplista y egoísta ya se está reconociendo en muchos ámbitos como típica del empresariado del país. Esta postura del sector privado que se ha vuelto recurrente no es insólita, solo refleja la falta de compromiso que este sector ha demostrado frente a los problemas de la sociedad donde se ubican sus negocios, no solo en Colombia sino en toda América Latina. Así lo afirmó recientemente el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo. Pero es necesario aclarar que no es que los empresarios estén aislados, es que sólo les importan sus ganancias.»


Pares habló con Cecilia López Montaño, economista de la Universidad de Los Andes y actualmente Presidenta de la Fundación Centro Internacional de Pensamiento Económico y Social -CISOE. Senadora de la República 2006-2010, Embajadora en Países Bajos, ministra de Medio Ambiente, de Agricultura, directora de Planeación Nacional. Columnista de Portafolio, El Tiempo, El Heraldo, y otros medios. Ha sido consultora en organizaciones de desarrollo internacional como UNICEF, PNUD, IPPF, El Banco Mundial, BID y Cepal.


Pares: En las movilizaciones de trabajadores y estudiantes que se dieron este jueves en algunas ciudades del país, los manifestantes anunciaron un nuevo paro nacional el próximo 21 de noviembre para rechazar lo que han denominado el «paquetazo de Duque», nombre que le pusieron a la reforma pensional que prepara el Gobierno nacional, entre otras medidas ¿Cuál es su análisis de la polémica reforma pensional que está proponiendo el gobierno de Iván Duque?


Cecilia López Montaño: Desde el Centro Internacional de Pensamiento Económico y Social -CISOE, tenemos en imprenta un libro que es el resultado del seminario internacional que hicimos en septiembre 2018 con el Banco de la República y la Organización Internacional del Trabajo -OIT. En ese libro están consignadas todas las alternativas posibles de reforma del sistema pensional colombiano, y para lograrlo no solamente participaron todos los sectores que tienen responsabilidad del tema: Asofondos, Fedesarrollo y Anif, sino también los sindicatos, además vinieron cuatro expertos internacionales. En esta investigación queda claro que el tema pensional es muy complejo, y que lo único que no puede pasar es que la propuesta de un gremio interesado sea la que determine qué es lo que se va a hacer.


Lo que el presidente salió a calificar como ‘chismes’ nos indica es que algo se está ‘cocinando’ dentro del gobierno en esa dirección, que es absolutamente equivocada. Me parece irresponsable que se haga una reforma de esa manera, que se ignore una de los elementos fundamentales del debate que es la bomba social que significa tomar ese tipo de decisiones. Pasamos de un debate que era cómo coger una plata que era del Seguro Social y meterla en el mercado de capitales en donde pronosticamos lo que está pasando: no aumentó la cobertura, no se redujo el déficit fiscal, no se resolvió nada de lo más importante, pero lo interesante es que hoy el debate se está dando en otros términos, la preocupación es la gente y principalmente la gente mayor que está sin cobertura.


Yo me sobresalté cuando leí que esta reforma sugería liquidar el sistema de prima media. Eso creó un mal clima sobre la propuesta, a eso le cayó una bomba, y es que en mi opinión lo que pasó ayer marcó la presentación de la reforma de pensiones y de la reforma laboral este año, y para mí es imposible; es como si le hubieran caído dos lápidas: una mala salida de una información que salió de alguna parte del gobierno y que indica una dirección equivocada y en segundo lugar, el gobierno tiene que ver cómo resuelve este problema que tiene, porque lo que dijo es muy grave en el sentido en que van a volver a pasar la misma propuesta. Por otra parte, este debate sirve para sacar a la luz cosas que el país no sabe sobre la ley de financiamiento.


Pares: El presidente Duque ha respondido las críticas diciendo que esta reforma va a aumentar, por una parte la formalización laboral y por otra la protección de la vejez con equidad


C.L.M: Al presidente Duque le pasa una cosa muy rara, y es que él cree que con frases se hacen reformas de fondo. La situación del mercado laboral es muy grave. Tenemos una tasa de desempleo que si saliera la población que está desalentada a buscar trabajo, no estaríamos hablando del 10% sino del 11 o 12%, es decir, la tasa más alta de desempleo de América Latina con los jóvenes y las mujeres en una situación crítica, y fuera de eso lo quieren solucionar de la manera más absurda, que es precarizando más su situación.

«El peor problema social que tiene el país en estos momentos es el desempleo abierto que en algunas capitales ya está en el 14%. Esto sumado al desaliento de la población en edad de trabajar que ni siquiera busca empleo, más los bajos ingresos de la población trabajadora, el sub empleo y la informalidad, explican no solo la precariedad de la vida de millones de colombianos sino la debilidad de la demanda interna, motor actual de la economía colombiana.» Foto: Pares.

Ante este panorama tan preocupante, el presidente demuestra su falta de experiencia. No se puede formalizar con frases y deseos, la formalización es producto de unas políticas económicas y sociales que se conjugan en el mercado laboral. La equidad para la vejez tampoco es una frase. Para que usted logre atender a la vejez con equidad tiene que reconocer que casi el 70% de la población mayor de 65 años está sin pensión, entonces hay que tomar decisiones.


Se le quitó al Seguro Social toda la base para financiar a los pensionados que tiene más del 80% de los pensionados, pero la plata de los nuevos está en los fondos, entonces si usted toma esa decisión y los fondos son los que tienen la plata usted tiene un déficit, porque le quitó el sustento a un sistema de reparto.


Entonces ¿cómo va a a lograr equidad, de dónde va a sacar la plata? y si lo hace a través de los BEPS (Beneficios Económicos Periódicos) hay una propuesta que me parece muy peligrosa, y es que tras una pelea dura se logró que los fondos construyeron un gran fondo de solidaridad, pero ese fondo, que hoy tiene todos los millones que usted quiera porque esos fondos eran para la gente que cumple la edad pero no cumple todos los requisitos y tenía que aplicar a una pensión mínima, sin embargo ¿qué hicieron los fondos sin que nadie los regulara? le exigen a una persona que llega a la situación que ha cotizado durante todo el tiempo pero no cumple con los otros requisitos, qué el y su familia tienen que recibir menos de un salario mínimo.


Es absurdo. Son personas que van a terminar su vejez con 250,000 pesos mensuales y aunque eso es más que no tener nada, sí se hubiera podido tener una pensión mínima más alta, y no se hizo. Esa propuesta no formaliza, no genera equidad ni hace nada.


Pares: El presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras -Anif, le propuso al gobierno activar por decreto un sistema de contratación para jóvenes menores de 25 años. Se trata de un salario diferencial en el que se les pagaría el 75 % de un salario mínimo y con el que se pretende combatir el desempleo, uno de los principales problemas de la economía nacional ¿Qué opinión tiene sobre esta propuesta?


C.L.M: ¿Cómo se atreven los empresarios a proponer esto cuando tienen el 60.3% de las mujeres por debajo del salario mínimo y el 56% de los jóvenes en América latina por debajo del salario mínimo? Sin embargo, no debería sorprendernos porque va en la misma línea de lo que vienen planteando los empresarios colombianos. Esta postura simplista y egoísta ya se está reconociendo en muchos ámbitos como típica del empresariado del país. Pero, además de los serios problemas legales que tiene y que los abogados han denunciado, hay otro elemento que quienes manejan temas económicos no pueden soslayar. En el último Panorama Social de la Cepal 2018 demuestra que la propuesta de Anif no solo es insólita, sino que peca de absoluta ignorancia.


En América Latina y de pronto en Colombia -donde el resultado puede ser peor por tener mayor grado de informalidad laboral que el promedio de la región- los grupos de población que reciben remuneraciones por debajo de los mínimos legales son dos, aquellos entre 15 y 24 años, precisamente los que quiere sacrificar Anif, y los mayores de 65 años-.


Cómo es posible que antes de hacer semejante propuesta, Anif no se haya informado. Son las mujeres jóvenes las que saldrán más perjudicadas dado que representan la mayor proporción en el primer grupo poblacional mal remunerado, 60.3 %. Segundo, en los dos grupos siguientes de edad, se reducen dramáticamente los porcentajes de personas con estos salarios bajos. En síntesis, o no analizaron seriamente las cifras para medir el impacto de esta propuesta, o pelaron el cobre mostrando lo poco que les importa la búsqueda de equidad.

«Aún más grave es que los representantes del sector financiero agrupados en Anif le dan un duro golpe a la educación. Suponen que todos los jóvenes son mal preparados académicamente y por eso la experiencia les debe costar, o simplemente en aras de bajarse los costos de mano de obra les pagan lo mínimo como para demostrarles que no vale la pena esforzarse tratando de aprender y formarse.» Foto: Pares.

Una propuesta así acaba con la educación, es una falta de estímulo para que la gente se eduque. Ya las universidades en Colombia lo están sintiendo porque se les fue la mano en el costo de las el matrículas y la gente no tiene plata para pagar, además la calidad de las universidades deja mucho que desear porque la plata se la metieron a infraestructura pero le pagan muy mal a los profesores, y fuera de eso, muchas están aisladas de la realidad nacional; mire lo que pasó con la ley de financiamiento: la Corte Constitucional pidió apoyo y muchas universidades no quisieron participar.


Pares: La ley de financiamiento del gobierno de Duque acaba de sufrir un golpe mortal en la Corte Constitucional. Los magistrados votaron por mayoría para declarar inexequible casi la totalidad de los artículos de la ley por vicios en su trámite. ¿Cuál es su análisis de esta Ley?


C.L.M: Lo primero que hay que decir es que el gobierno tiene que volverse serio. Esto que pasó es inaudito y el gobierno cree que tiene el control porque de su lado está el Centro Democrático y el presidente Uribe en el Congreso, y porque tiene de su lado a todo el empresariado tan envalentonado, como jamás había visto. No. Lo que pasa con este proyecto de ley que empezó mal, ha llevado a que Colombia tenga un peso de impuestos sobre el Producto Interno Bruto extremadamente bajo, tan bajo que la OCDE, que no es la izquierda ni mucho menos, hace un mes dijo que no podemos seguir con un peso de impuestos del 13%, eso es imposible.


Esta ley de financiamiento pretende bajar ese peso de impuestos sobre el PIB de la siguiente manera, y ese es su gran falla: en el 2015 el peso de impuestos sobre PIB era 14.5% con esta ley de financiamiento en el 2020 sería 13.6% y en el 2022 sería 13.2. Eso quiere decir que se abre una brecha con América Latina de tres puntos del PIB.


El gobierno colombiano le sube un poquito los impuestos a los ricos, le sube un poquito a otros sectores, pero ¿sabe cuánto le entregan entre el 2019 y el 2022 a los empresarios colombianos? le entregan una rebaja de un punto del PIB, es decir, le están entregando entre 9 y 10 billones de pesos. Eso por eso que los empresarios están dando alaridos, porque este es un regalo gigantesco, esta es la misma confianza inversionista del uribismo bajo el supuesto de que con esto se van a generar empleos.

«Hay una gran dispersión en temas de los impuestos que pagan las industrias porque un sector contribuye al fisco con impuestos menores al 20% y otro sector lo hace con impuestos superiores al 60%. Es hora de que el Estado defina claramente quiénes son los que tienen tan bajas tasas de contribución. ¿No serán las grandes empresas que se beneficiaron de la “confianza inversionista” con los Contratos de Estabilidad jurídica, y las zonas francas a domicilio?» Foto: Pares.

Pares: Ante este diagnóstico que usted hace en el que el gobierno repite todo lo que los empresarios proponen para bajarles costos, impuestos, y así seguir contribuyendo a que crezcan sus ganancias independientemente de que al resto del mundo le vaya mal, y cataloga este gobierno como el de los empresarios, como sociedad colombiana ¿cuál es la salida?


C.L.M: Colombia tiene una academia de muy buen nivel, tiene una tecnocracia de buen nivel, tiene centros de pensamiento de buen nivel pero todos terminan obedeciendo lo que dice el gobierno. Aquí hay suficiente capacidad para sentarse y entender qué es lo que está pasando con la industria, que es lo que está pasando con el mercado laboral y dónde están los problemas y los frenos. No tenemos capacidad productiva porque abandonamos la base productiva, la industria está en las mismas características que tenía desde que nació, es decir no exporta e importa insumos y no genera una cantidad de bienes de consumo durables.


Mientras no se dinamice el sector rural y no se genere la base para una agro industria, que es la única industria en la cual tenemos posibilidades, mientras eso no se haga porque no se puede tocar la tierra -seguimos con la concentración de la tierra en unos índices críticos- no se va a resolver nada de fondo. El gobierno está metido en un discurso tan primitivo, tan elemental que no permite comprender la complejidad de la situación colombiana. Hoy están desmayados de la emoción porque estamos creciendo al 3% cuando el promedio de América Latina está cercano a 0%, pero resulta que Panamá y Bolivia están creciendo casi que al 4%.


Llegó la hora de cuestionar la política económica. Ya Kalmanovitz lo empezó a plantear en su columna reciente: se alaba la política macro, la de los grandes agregados, pero nadie cuestiona por qué no se ha desarrollado la verdadera capacidad productiva del país. ¿Es que acaso producir para crecer, generar empleo y bienestar no es responsabilidad de la política económica? ¿No será que en esa indiferencia de los responsables de la política económica en los temas productivos, no estarán las causas del crecimiento sin empleo que hoy sufrimos y que poco explican quienes deberían hacerlo?

Pares: Cuando la economía va mal la indignación diaria del ciudadano crece como la espuma. ¿Qué piensa de las más recientes movilizaciones de estudiantes, de centrales obreras y trabajadores?


C.L.M: Aquí hay una cosa histórica que mucha gente no sabe. Uno de los grandes problemas del conflicto de más de 50 años que tuvimos es que se acabó la posibilidad de salir a protestar, porque al que salía a decir algo lo calificaban como de las FARC y eso fue una limitación muy grande para nuestra democracia; obviamente cuando las FARC firmaron un acuerdo, la gente siente que puede salir porque ya no lo van a clasificar como guerrillero y sí hay mucha insatisfacción popular, a eso súmele una falta de liderazgo muy grande por parte del gobierno. Uno ve al presidente y a su equipo cometiendo demasiados errores.

«Las condiciones actuales del país son muy difíciles y el problema es que tenemos un presidente que definitivamente no tiene la capacidad, no tiene cómo entender este país tan complejo. Uno no puede llegar tan mal preparado y tan mal rodeado. Él anda de foro en foro creyendo que eso es ser presidente, no, el presidente tiene que sentarse a pensar, a trabajar con la gente que conoce el país a oír toda clase de opiniones y a diseñar unas prioridades. El gran drama de Duque es que no tiene prioridades.» Foto: Pares.

Estoy en total desacuerdo con los encapuchados y no puedo entender cómo si se sabe dónde están y quiénes son no se actúa, para eso está la inteligencia del Estado. Por otra parte, considero que no se puede acabar con la protesta y con las marchas, eso sería un freno a esta democracia que cada vez está más débil y las marchas y la insatisfacción son una prueba de que lo que está pasando es una absoluta falta de control que el gobierno tiene sobre todo, porque el gobierno debería tener la capacidad, sin llegar a los extremos del ESMAD, de identificar quiénes son los encapuchados y usar la inteligencia. En la costa caribe hay una expresión que dice estás trapeando con la pluma abierta.

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