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¡Es una marcha pacífica, no una insurrección! #21N

Por: Daniela Quintero. Redacción Pares


El próximo jueves 21 de noviembre está previsto el Paro Nacional contra el “Paquetazo de Duque”, que agrupa una serie de propuestas que al parecer serían presentadas por el gobierno de Iván Duque, y afectarían el sistema pensional y laboral. A lo anterior, se suma el rechazo por el asesinato sistemático a líderes y lideresas sociales, a la violación a los derechos humanos, y a la política de seguridad democrática que puso al descubierto la forma cómo operan las Fuerzas Militares en las regiones.


El descontento generalizado llegó a su punto más alto a principios de noviembre luego de la denuncia presentada ante el Congreso de la República sobre la ofensiva de las Fuerzas Militares en el departamento de Caquetá contra un grupo de disidencias de las FARC en el cual fueron ejecutados varios menores de edad que hacían parte de esa estructura. Sin embargo, este episodio dejó en evidencia las irregularidades con las cuales se realizan estos operativos.


De acuerdo con el que fuera ministro de Defensa, Guillermo Botero, inteligencia no sabía que en dicho campamento había niños y niñas y acto seguido se realizó el bombardeo. De todas maneras, los sectores políticos de oposición y la sociedad civil han sostenido que el gobierno sí violó los protocolos internacionales en materia de Derechos Humanos. Y en ese sentido, esto suscitó a que se caldearan los ánimos para rechazar varios proyectos, propuestas y medidas de la era Duque.


Así las cosas, se espera que este jueves se logre una gran marcha nacional, pese a los varios tintes que ha tenido la convocatoria a lo largo de estas semanas. Por un lado, ha generado varias tensiones porque algunos incitan a la violencia, mientras otros hacen un llamado a la protesta pacífica. Por consiguiente, el gobierno ha dispuesto decretar el paro que se avecina.


Por eso, la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, aseguró en una rueda de prensa realizada este lunes que el gobierno decidió entre otras cosas, decretar un toque de queda (opcional para cada ciudad o municipio) de acuerdo a la forma como se desarrolle la marcha; la militarización en la capital bogotana, sumado al comunicado que se filtró el fin de semana sobre el acuartelamiento de primer grado de todos los miembros de la Fuerza Pública en el marco del Paro Nacional; suspender el porte de armas.


Asimismo “se ha instalado un Puesto de Mando Unificado a nivel nacional, junto con la @PoliciaColombia y @FuerzasMilCol. En cabeza del Presidente @IvanDuque se han revisado los riesgos de la convocatoria del paro, también se habló con los gobernadores para tomar medidas de seguridad, Nancy Patricia”, aseguró la ministra desde su cuenta de Twitter.


Por su parte, Duque aseguró el domingo que la protesta social pacífica es un derecho de los colombianos y es un deber del Estado de los gobernantes locales garantizar el ejercicio de la protesta pacífica. Pero puntualizó en que también es un deber de todos “rechazar, censurar, acusar, develar y sancionar ejemplarmente a quienes pretendan apelar a la violencia, al vandalismo y el pillaje para atentar contra los derechos de los colombianos”.


¡Es una marcha pacífica, no una insurrección!


De acuerdo con el director de la Fundación Paz & Reconciliación, León Valencia, hay una preocupación enorme por las medidas que tome el gobierno para el próximo jueves porque “se está preparando como para una insurrección y no para una marcha pacífica y eso puede traer que de verdad induzca esa violencia”.


Y es que es un gran problema cuando se habla del acuartelamiento de las Fuerza Militares, cuando se habla de la posibilidad del toque de queda, cuando se habla de que van a estar organismos de seguridad, vigilando cada paso de esta protesta pacífica que ha sido convocada por varios sectores. Ese mensaje al final es contraproducente, si es que el gobierno quiere un escenario pacífico.


“Lo que le da a uno es una impresión de que o el Estado piensa, o el presidente o el gobierno piensa que ahí va a haber una cosa muy grande y que va a haber una cosa que se puede desbordar o, la segunda opción que es un poco perversa, es que ahí van a buscar promover que eso se desborde y eso sí tenga unas connotaciones de violencia similares a las que ya están ocurriendo en varias partes de América Latina”, apuntó Valencia.


Así las cosas, el gobierno tiene una gran preocupación dado lo que está sucediendo en la región, y es que, eso puede darse. Podría haber contagio de lo que ocurrió en el cono sur, y lo que está ocurriendo en otros lados, sobre el ascenso de una protesta social.


“Ahora, los organizadores de las marchas deben estar felices porque se ve que esto ha tenido una atención enorme, y a esas organizaciones de las marchas sabiendo de lo que se está haciendo desde el lado del gobierno, solo les queda amarrarse muy bien los pantalones”, aseguró.


Y es que el gobierno pareciera sentirse acorralado con el paro, que a nivel mediático y en redes sociales ha tomado mucha fuerza. De hecho, desde que se convocó en estas plataformas ha sido tendencia #YoMarcho entre otras insignias, mientras que el gobierno intenta posicionar el numeral #ColombiaNoPara.


En esa tarea por contrarrestar las marchas, el gobierno lanzó una propuesta gráfica en sus redes sociales sobre las que consideran son noticias falsas y que han promovido los sectores de oposición y sociedad civil para fomentar el paro nacional.


“De manera que en esas estamos. Un gobierno que se prepara para una protesta enorme con medidas que pueden a su vez hacer que esa protesta se desborde, un movimiento social que piensa que va a haber un contagio también con todo lo que está ocurriendo en las distintas partes, pero que lo ha dicho y lo sigue reiterando en todas la voces de los líderes que encabezan estas marchas, de que debe ser pacífica”, apuntó el analista.


Hay varios escenarios


En últimas caben varios escenarios de la protesta social. Un primer escenario, y que sería el ideal, es que la protesta sea enorme y que haya un respeto enorme por parte del gobierno, y lo más importante que el gobierno baraje de nuevo a partir de esa protesta social y que diga que hay que hacer cambios y hay que hacer reformas, buscar un acuerdo nacional. Este sería un escenario virtuoso, destacó Valencia.


Un segundo escenario, sería una protesta enorme, pero con una mala respuesta del gobierno nacional para enfrentar toda la inconformidad, y eso terminaría en confrontaciones muy negativas para el país.


Y un tercer escenario, es que incluso dentro del gobierno y el Estado haya una actitud de respeto a la protesta, que haya una protesta enorme, pero que saboteadores de esa protesta impulsen este malestar. Y los responsables de ello, serían sectores del uribismo, o sectores extremos del lado de la izquierda, o la confluencia de estos dos sectores.


“Este sería un escenario muy negativo porque motivarían acciones del Estado y también acciones de los manifestantes en contravía de lo que es un propósito nacional que es marcha pacifica y conquistar reivindicaciones, de manera que estos son los tres escenarios posibles, y hay que mirar cuál es el mejor de ellos, y cómo se evita el segundo y el tercero”, agregó.


En definitiva, desde Pares se hacen dos llamados. Primero que el gobierno respete las marchas y atienda las reivindicaciones. Y segundo, a los organizadores de las marchas que se preocupen por evitar hechos de violencia, y que sean capaces de denunciar si hechos de violencia vienen de otros sectores interesados en golpear estas marchas.


Lo que ha ocurrido en el sur de continente y algunas veces aquí en Colombia, es que este paro es el inicio de un largo proceso de marchas. “Esto puede ser apenas la acción inaugural de un camino de protestas sociales en Colombia, todo depende de lo que pase al día siguiente”, concluyó Valencia.

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