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La desigualdad de las mujeres en la ciencia

Por: Redacción Pares


Menos del 30% de los investigadores del mundo en las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas son mujeres. Un porcentaje que ,además, está peor pagado por sus investigaciones y que no avanza tanto en sus carreras en comparación con los hombres, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Aunque cada vez hay más niñas y adolescentes en la escuela, los prejuicios y las normas sociales inciden en la calidad de la educación que reciben, especialmente en ciencia y tecnología.


Según la UNESCO, el 45% de los investigadores en América Latina son mujeres, una cifra que supera con creces la tasa mundial del 28%.


Asimismo, la investigación en el ámbito de la ciencia y la tecnología se ha incrementado y se han puesto en marcha la elaboración y aplicación de políticas y reglamentaciones en las universidades y los centros de investigación con el objetivo de prevenir la discriminación y la violencia basadas en las cuestiones de género.


“Además, numerosas ONG y redes de mujeres científicas y técnicas de la región llevan a cabo actividades con miras a sensibilizar a las personas acerca de las desigualdades de género recordando las contribuciones de mujeres científicas que han sido olvidadas. Iniciativas como esta han incitado a las instituciones a recopilar datos desglosados por sexo, una información clave para definir y promover los cambios necesarios en las políticas institucionales”, asegura Gloria Bonder, coordinadora de la Cátedra Regional de la UNESCO sobre la mujer, la ciencia y la tecnología en América Latina.


Bonder agrega que se deben reexaminar los planes de estudio para poder cuestionar los prejuicios sexistas, y además se deben poner en marcha prácticas mixtas innovadoras con miras a estimular la curiosidad, la colaboración, la reflexión crítica y la experimentación.


“La colaboración con los docentes es esencial. Se debe integrar los programas de formación inicial y continua de los docentes, a todos los niveles, una enseñanza que respete la igualdad de género. También, los docentes deben recibir apoyo mediante orientaciones o tutorías con miras a guiarlos en la revisión de sus conocimientos, prejuicios, actitudes y competencias relativas a la educación”, dijo.


En el todo el mundo, la matrícula de estudiantes femeninas es particularmente baja en el campo de la tecnología de la información y las comunicaciones (TIC), con un tres por ciento; ciencias naturales, matemáticas y estadísticas, con un cinco por ciento, y en ingeniería, manufactura y construcción, con un ocho por ciento.


El mundo dibujado en la pantalla no dista mucho del mundo real. Un estudio realizado en 2015 por el Instituto Geena Davis titulado “Gender Bias Without Borders” (Prejuicios de género sin fronteras) muestra que la representación en las grandes pantallas de mujeres que trabajan en el campo de las ciencias se limita solo a 12%. Las niñas y las mujeres tienen hoy cuatro veces menos de probabilidades que los hombres de adquirir las competencias digitales básicas, que serán esenciales en el futuro.

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