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«La solidaridad es la ternura de los pueblos»

Por: Laura Cano. Periodista Pares.


Esta frase de la poeta nicaragüense Gioconda Belli expresa de forma contundente la dimensión puramente humana de la respuesta nacional que debemos darle a esta crisis provocada por la pandemia. Desde hoy y hasta el próximo 13 de abril rige en Colombia el aislamiento preventivo obligatorio establecido por el Gobierno Nacional a través del Decreto 457. Esto como medida ante la crisis sanitaria y el número de contagiados que puede llegar a haber en el país.


En el momento, según cifras del Ministerio de Salud, se registran 378 casos confirmados, 03 fallecidos y 06 personas recuperadas. Asimismo, a partir del informe de la institución se conoce que en 18 departamentos hay contagiados, además de Bogotá, que es la zona donde hay más registros, con un total de 120.


Por otra parte, esta medida ha mostrado, sin ningún disfraz, los diversos problemas sociales, económicos y políticos que nos son trasversales como sociedad colombiana. Desde el año pasado las calles han sido escenarios de indignación que han querido llevar un mensaje a la clase dirigente para que mire hacia las periferias de las ciudades, al campo, hacia los líderes y lideresas sociales, los y las migrantes, que en general voltee la mirada hacia los sectores y las realidades humanas en los que los derechos humanos no están siendo garantizados.


1. Migrantes a la deriva


El 17 de marzo el Gobierno decretó el cierre de las fronteras terrestres, un día después se comenzó a alertar sobre el cierre de los albergues dispuestos para los caminantes en la frontera con Venezuela en la ruta que va desde Los Patios, Cúcuta, hasta Tunja. Esto, luego que se diera la autorización por parte de las alcaldías de Bucaramanga y Pamplona.


Tan solo en Norte de Santander se han recibido al 30 de junio de 2019 aproximadamente 185.443 migrantes venezolanos, según cifras de Migración Colombia. Justo en el municipio de Pamplona se prohibió por medio del Decreto 0032 expedido por el alcalde Humberto Quintero, el ingreso y permanencia de personas sin documentos.


Además, a través del portal del proyecto Migración Venezuela se denunció que varios de los que estaban haciendo la ruta bajo una situación irregular de documentación fueron trasladados a un coliseo de Pamplona sin ninguna prevención de contagio, mientras otros fueron devueltos a pie desde el páramo de Berlín.


A esto se le debe agregar que ayer a través de Caracol Radio fue informado que varias familias habían sido expulsadas de residencias ubicadas en el centro de Bogotá, por eso muchas de estas tuvieron que deambular por las calles de esta zona, pues no habían recibido soluciones para poder pasar este tiempo con condiciones básicas que les garanticen un buen vivir.


Se estima que, hasta la fecha del reporte de Migración Colombia, había en el país 1.408.055 venezolanos, de estos 742.390 estaban de forma regular y 665.665 de manera irregular. En ese sentido y según lo informado por el Dane en septiembre de 2019, el 90% de los que manifestaron tener empleo, lo tenían informalmente, mientras que el 19.3 de la población total estaba desempleada.


Ante la crisis las medidas precisas para los migrantes no han sido claras y el resultado ha sido, por un lado, venezolanos en las calles intentando solucionar lo que serán lo días venideros, mientras que, por otro lado, se siente un el ambiente que promueve un aumento en la xenofobia, muchas veces agitado por la falsa información que ronda ante la crisis. ¿No nos ha enseñado todavía el virus que las únicas fronteras son las que nos empeñamos en construir?


2. Vendedores informales: sin la calle no hay sustento


Desde que se conocieron las medidas establecidas para la prevención del COVID-19, una de las situaciones en donde cayeron más interrogantes fue hacia lo qué sería de los vendedores ambulantes.


Tan solo en Bogotá, se conoce a través del sistema de datos abiertos de la Alcaldía de Bogotá, que para diciembre de 2019 en la ciudad 53.553 personas se dedicaban a actividades comerciales de manera informal. Así que la duda de qué va a pasar con este grupo no es menor, pues el día a día en la calle es el soporte económico que entra a muchas familias de la capital.


Según estas cifras las localidades donde más hay presencia de vendedores informales son: Santa Fé (10.193), Kennedy (4.767), San Cristóbal (3577), Los Mártires (3500) y Chapinero (3070). Mientras que las que tienen menor registro son Sumapaz (19), Usaquén (600) y Barrios Unidos (857).


3. Habitantes de calle: la paradoja del #QuédateEnCasa


Históricamente ha habido una desatención a los y las habitantes de calle, quienes hoy son una antítesis al lema que se ha tomado la cuarentena: #QuédateEnCasa. Y es que, aunque necesario, no se puede hacer una petición de tal magnitud y tratar de irresponsables a quienes no se acogen a esto porque en Colombia la realidad es que tenemos un sinnúmero de problemáticas sociales que han desprotegido a quienes hoy les decimos que se queden en un lugar inexistente: una casa, habitación, apartamento.


Esa desatención hacia esta población ha significado, aparte de otros tipos de violencia, una violencia simbólica que en muchos escenarios ni siquiera permite nombrarlos. Seguramente esa falta de ponerles nombre, caracterizarlos y poder atender a sus necesidades es lo que hace que hoy por hoy sean más vulnerables al virus y a actuar ante un contagio, que muy difícilmente puede ser, por lo menos, diagnosticado.


Es, a partir de las cifras de la Secretaría de Integración Social y el DANE publicadas en el 2018, que se sabe que por le menos en Bogotá 9.538 personas (8.477 hombres y 1.061 mujeres) no podrán acceder a lo más básico que exigen las normas de salubridad; un lavado de manos en condiciones dignas.


4. Los derechos laborales de las trabajadoras sexuales


El trabajo sexual está amparado desde el 2010 por la Corte Constitucional a través de la sentencia T-629 como un trabajo formal, lo que dicta que se debe garantizar la protección de los derechos de las personas que ejercen esta labor.


Sin embargo, de la letra a la acción hay varias trabas que hoy se ven reflejadas en la inestabilidad que representa para esta población las medidas tomadas. Esto encabezado por el acceso a entidades promotoras de salud con las que muchas de estas personas no cuentan, hasta la imposibilidad de dejar de ejercer su labor, pues no tienen condiciones que les permitan establecerse económicamente durante estos días para poder solventar sus necesidades básicas.


La respuesta es la solidaridad


Tras esto, y otros escenarios que al igual que los anteriores son atravesados por la vulnerabilidad que supone un virus que abre todas las problemáticas sociales que son históricas, pero que se intensifican o se hacen más visibles con este contexto, es necesario recordar que: “solo el pueblo salva al pueblo”, y que ante cualquier forma de injusticia la respuesta debe ser la solidaridad.


Seguramente, en estos tiempos hay más reclamos que nos convocan que los que nos separan, así que ante el reto que nos implica esta crisis mundial, hay que encontrarnos desde la premisa de la vida digna para todas y todos, entendiendo igualmente que la movilización no es solo en las calles, es también desde las acciones colectivas que permiten alivianar la carga que este sistema ha dejado más pesada a unos.


Esto lo han aplicado muy bien algunas organizaciones que han respondido a las problemáticas desde la acción solidaria, lo que ha permitido que varias personas puedan por un tiempo tener la tranquilidad de contar con alimento, elementos de aseo o dinero para pagar alquileres.


Mientras se sigue insistiendo que desde el Gobierno las soluciones sean más contextualizadas y que además se promueva iniciativas que permitan el congelamiento en pagos crediticios, arriendos y servicios públicos, además de prohibir de forma contundente despidos laborales y otras formas de injusticias en este ámbito.


Organizaciones sociales en acción


A continuación presentamos algunas organizaciones que han convocado colaboraciones para poder acopiar y distribuir productos alimenticios y de aseo, además de brindar otros apoyos, en sectores donde es urgente:


Asociación de Coteros y Recicladores de María Paz (ASCORE)

Sindicato de comerciantes de Corabastos (CONALCO)

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