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Drogas»Bogotá debe sacar su personal de salud a la calle»

Por: Sergio Saavedra. Redacción Pares


Pares habló con Julián Quintero (J.Q) —sociólogo y director de la Corporación Acción Técnica Social, de la iniciativa Échele Cabeza, quien ha trabajado hace 20 años los temas de jóvenes—; para conocer los retos que supone el Covid-19 para la población farmacodependiente, en especial los y las habitantes de calle de Bogotá.


Asimismo, Quintero expone acciones innovadoras que deberían ser implementadas para atender la situación y, de esta forma, superar los atrasos que dejó la administración distrital de Enrique Peñalosa, según señala Quintero. Finalmente entrega una serie de recomendaciones para el periodo de cuarentena.


Urgen acciones del distrito


Pares:¿Qué medidas debería tomar el distrito para la población farmacodependiete frente al Covid 19?


J.Q: Bogotá necesita sacar a su personal de la salud a la calle, no podemos seguir esperando que las personas vayan a los hospitales a que les atiendan una abstinencia, toca meterse donde está el consumo. Toca instalar cuatro carpas de urgencia para atención de abstinencia, reducción de riesgo, daño y salud. Carpas ubicadas en El Amparo, en La Favorita, en Ciudad Bolívar y en Suba. En el caso de la localidad de Santa Fe toca instalar un centro de atención de emergencia para personas que usan drogas.


En esos puntos fijos debe haber medicamentos para atender la abstinencia, hay que darles pipas, jeringas, vitaminas, hay que permitir que se bañen, darles ropa. De esta forma, consideramos, desde Échele Cabeza, que se deben retomar proyectos innovadores de la mano de la sociedad civil y de las universidades.


Es decir, no puede ser que continúen haciendo acciones de manera intermitente, un día van y otro no. Además, cuando van lo hacen en horarios de oficina, la gente no se droga por horas, la gente se droga todo el día y los picos son entre la tarde y la noche.


Asimismo, es necesario una atención de urgencia al consumo de calle, a las personas que están en calle y que tienen consumos problemáticos —buzuco, heroína, alcohol y policonsumo de estas sustancias—; este es un tipo de atención que debe estar en las calles con atención y servicios de salud. Con zonas de consumo supervisado, esta acción de a contención para que no termine yendo la hospitales e incremente el riesgo de contagio.


Sustitución para la abstinencia


Pares: ¿Cómo son esos proyectos de sustitución de los que habla?


J.Q: Vea, en Colombia se permite el suministro de gotas de cannabis medicinal para manejar el síndrome de abstinencia, hay universidades interesadas en apoyar, la industria del cannabis. Hay que insistir en que se eche a rodar.


Asimismo, se deben utilizar extracciones de hoja de coca de alta potencia para el manejo la dependencia al bazuco. Ya existen protocolos, tenemos que pasar el capítulo de la medicalización extrema con fármacos, de moléculas químicas. Eso ha venido en detrimento de la salud de las personas y en deterioro de la calidad de vida de la gente. Es decir, no le responde al síndrome de abstinencia sino que mantiene a la gente dopada o dormida.


Pares: ¿Podría indicar casos de dicha sustitución?


J.Q: En el mundo se hacen terapias de sustitución progresiva para tratar el síndrome de abstinencia y se hace con el componente activo de la misma droga que la gente usa. Casos como el de la heroína, a la gente se da en su lugar metadona, un opiáceo sintético que contribuye dicha sustitución progresiva.


Otro ejemplo, es el del el profesor Juan Daniel Gómez, quien hizo una investigación de carácter doctoral en el que trató a mujeres que vivían en ‘EL Cartucho’. En ese proceso trabajó con extracciones de hoja de coca de alta potencia para manejar su adicción al bazuco. Tuvo éxito, está documentado, además que sigue las lógicas de sustitución a nivel mundial.


Quienes habitan la calle no pueden ser ignorados


Pares: En este orden de ideas, ¿Cómo ve el papel del distrito con la población farmacodependiente, en el marco del COVID19?


J.Q: El distrito, por lo menos, no ha tomado las medidas de urgencia que se necesitan para esta contingencia. De hecho, lo que sabemos es que desde el jueves de la semana pasada —19 de marzo— se suspendieron los programas de atención en calle para las personas que usan drogas vía inyectada. Es decir, desde esa fecha no salen las unidades móviles, ni tampoco atienden el lugar fijo.


Desde Échele Cabeza, lo que sabemos es que no hay capacidad de respuesta en este momento frente al síndrome de abstinencia. De igual forma, hay un desconocimiento de cuántas camas hay disponibles para la situación que plantea el virus. Por su parte, la sociedad civil y la academia le han hecho llamados a la Secretaría de Salud para que realice acciones de urgencia frente al síndrome de abstinencia. Aclaro que esta no ha sido una iniciativa de esta Secretaría.


Pares: ¿Qué consideraciones debería tener en cuenta el distrito con la población habitante de calle?


J.Q: Debo contarle, que Échele Cabeza ha tenido acercamientos con la Secretaría para solicitar que se pongan en marcha iniciativas desde una perspectiva de innovación, porque se trata de atender una población altamente vulnerable y más en el contexto del coronavirus.


Además, esta población acude mucho a los sistemas de salud porque está en alto peligro por sus enfermedades, por sobredosis o por que se corta o la chuzan. Por otro lado, esta es una población que tiene varias enfermedades y eso es altamente riesgoso en un escenario poco controlado. Entonces, en la medida en que nosotros podamos contener esta población en un territorio específico y atender sus necesidades en el territorio protegeremos su vida, pero también al exponencial foco de contacto al que están expuestos.


Lastres que cuestan


Pares: ¿Qué pasó con el enfoque tradicional que se implementó desde la administración pasada?


J.Q: Bogotá logró entre 2011 y 2012 una política pública distrital para la atención del consumo de drogas. Esa política tenía unos lineamientos que la proyectaban hasta el año 2021. De esa experiencia habían procesos muy satisfactorios por sus acciones focalizadas, de prevención, atención, reducción de riesgo y daño. Había una participación de las comunidades, con poblaciones específicas. Había investigación e innovación. Acciones como el CAMAD, servicios de análisis de sustancias, acceso al material higiénico de inyección, etc.


Con la llegada de la administración de Peñalosa se acabó todo eso, todos eso procesos que iban alineados con los cambios a nivel mundial con las reformas de políticas de drogas. Eliminó la participación, innovación, reducción de riesgo y daño y, atención comunitaria.


Es decir, en este momento estamos viendo las consecuencias de una política retardataria, anticuada y tradicional del abordaje del tema de drogas. Donde todo el consumidor es “considerado un enfermo” (lo que sabemos que no es cierto), donde la única oferta es dejar de consumir y donde no se tiene en cuenta a la comunidad ni a los consumidores. Esto ahora está en manos de algunos psiquiatras, psicólogos y médicos que creen que desde sus escritorios para resolver problemas. Retrocedimos 20 años con Peñalosa.


Pares:¿Cuál debe ser el manejo en los hogares, consejos? ¿Se optará por preferir más cierto tipo de drogas que otras? ¿con respecto a cuáles cree que se reducirá/incrementará el consumo?


J.Q: La atención de personas que están en las casas, que son personas que aunque tienen un consumo que pareciera no ser muy problemático, son consumos con leve dependencia que pueden generar ansiedad y depresión. Esas personas deben estar muy pendientes de su salud mental y de su salud física.


Acá pueden pillar las recomendaciones que tiene Échele Cabeza para esta temporada de cuarentena: ‘Consumo de droga y cuarentena’ donde podrá leer sobre consejos como no abusar de las dosis, porcionar, hacer ejercicio, etc.


Por otra parte, creo que es muy apresurado decir que vaya a ocurrir con el mercado, aunque ya hay unas evidencias de lo que está pasando. La gente está usando sustancias de sustitución, hay gente que consumía que se está dando cuenta que no tenía una fuerte dependencia.


Yo creo que para los consumidores recreativos, ocasionales y los experimentales; esta es una gran oportunidad para repensarse su consumo, para darse cuenta que no estaban tan enganchados, que podían pasar un tiempo sin consumir. Eso va a ser muy interesante.


Al igual para los consumidores que tenían una dependencia o un consumo problemático y, que están viviendo en sus casa, pero que no lo sabían. En esta cuarentena notarán que sí tenían una fuerte dependencia y que no era que ellos quisieran parar en cualquier momento. Ahora que no tienen dosis han sentido síndrome de abstinencia, un caso especial, la gente que consumía marihuana y que creía que por ser natural no iba a generarles dependencia.


Pares: ¿Cuál es el impacto de la crisis sanitaria sobre el mercado de las drogas sintéticas?


J.Q: Nosotros no sabemos todavía cuál va a ser el impacto de en el mercado, apenas estamos analizándolo. Pero lo que le puedo decir, es que, por ejemplo, las sustancias de síntesis han bajado la venta en gran proporción porque son sustancias que están muy asociadas a la fiesta, a la música, a los festivales. Yo creo que todo lo que se iba a vender en los festivales está guardado.


También sabemos que se han rediseñado las estrategias de distribución, se están usando mucho los correos, servicios de mensajería como Rappi. Otra cosa, es que la droga está más cara, está de menor calidad y eso nos preocupa mucho, sobretodo por el tema de la heroína porque cuando vuelva la heroína a la calidad que tenía genere que haya muchos casos de sobredosis.

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