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«Cargamos con esta crisis y la discriminación social»

Por: Natalia Aguilar Salas. Colaboradora Pares.

Foto: El Espectador.


El COVID-19 y el confinamiento nacional cambiaron la forma de vida y redujeron los ingresos de mujeres, y también de hombres, que viven de los servicios sexuales y que ahora sencillamente no tienen qué comer, según Carolina Calle, trabajadora sexual y Coordinadora de la organización.


Las trabajadoras y los trabajadores sexuales dicen que no pueden quedarse encerrada en su habitación esperando a que termine el confinamiento obligatorio porque, además de sus propios gastos, muchas veces también tienen los de sus hijos y/o familias. Calle 7 es una Organización de Base Comunitaria de trabajadores y trabajadoras sexuales, promotora y defensora de los derechos humanos. Pares habló con Carolina Calle.


La discriminación social


Pares: ¿El trabajo sexual es trabajo?


Carolina Calle: Bueno, pues siempre he pensado que la clandestinidad y el estigma de la sociedad es lo que más nos violenta, es lo que se presta para todas las violencias que se ejercen contra nosotras. El trabajo sexual es un trabajo en Colombia: tenemos Rut que es el 9609, es decir somos una actividad económica, tenemos sentencias que nos amparan donde la Corte Constitucional se pronunció.


Hay una sentencia en 2010 que es la T-629, ya vamos para 10 años y mira todo lo que ha sucedido. La más reciente es la T-594 del 2016 que sobretodo ampara a las trabajadoras sexuales de calle que somos la que más nos exponemos, pero quienes más libres somos, porque la calle nos dio libertad para no estar oprimidas por ningún dueño de ningún negocio, y manejar nuestro tiempo y nuestro dinero a nuestro antojo, y teniendo en cuenta esto la gente aún así tiene el estigma y la discriminación social con la que siempre tenemos que cargar.


Nosotras somos mujeres, mujeres en lucha y creo que somos mujeres que también merecemos ser escuchadas, hombre cisgénero, mujeres trans y todos ellos pertenecemos al gremio de las trabajadoras y trabajadores sexuales y como tal debemos ser respetados,así la gente todavía en su cabeza no le quepa que es un trabajo, es un trabajo y es un trabajo digno definitivamente no tiene nada que ver ni con la trata, ni con la explotación, indigno son las condiciones en que nos tienen.

Pares: ¿Cómo ha sido su experiencia y la de sus compañeros y compañeras durante el aislamiento obligatorio?


C.C: Hay compañeras que siguen trabajando, que no han parado de trabajar. Es muy complicado de verdad porque se exponen mucho al virus y aparte de que se exponen al virus estamos expuestas al hambre, a la miseria que se está dando en estos momentos porque nosotros vivimos con el diario, muchas no tenemos un techo fijo, muchas no tenemos cómo pagar el arriendo.


Las compañeras me llaman a decirme que las amenazan y las sacan, a muchas las han golpeado porque viven en ciertos barrios que son bastante complicados, hay otras que no se les puede ayudar porque también vienen de paga diarios donde se manejan ciertas cosas y es muy peligroso llegar a esos espacios y el abuso policial está pululando.


Hace poco estuvimos en la 18 y uno de los policías me amenazó, me dijo algo así como si ustedes no se quitan de acá nos las llevamos en el camión, básicamente yo me esperé hasta que llegaran le dije que entendieran que la gente tenía hambre, que por eso es que estaban trabajando y que yo también era trabajadora sexual, que entonces ¿cómo vamos a hacer?, la gente no quiere que salgamos.


Claudia López y Duque dicen que nadie se queda con hambre y sin techo, cuando no es cierto. Jamás nombran en esos proyectos a las trabajadoras sexuales, nosotros trabajamos en ciertos sectores y vivimos alrededor de toda la ciudad, en diferentes localidades, entonces yo cuando me iba a repartir los mercados me he dado cuenta que generalmente las compañeras que trabajan en ciertos sectores, viven hasta 1 o 3 horas de donde trabajan, entonces no se dan cuenta.


Esperamos articular con Secretaría de Gobierno, para eso fue un plantón que hicimos el 3 de abril y después salimos a la Plaza de Bolívar fuimos pocas en esos momentos pero con eso se trató de solucionar algo, teníamos aproximadamente 320 mercados para las personas que teníamos censadas y no se pudo hacer, sólo nos cumplieron con 160 a regañadientes y de verdad con mucha presión, porque necesitamos ser escuchadas, creo que nos endulzaron con eso, después no nos dieron nada más.


Realmente es muy triste ver todo lo que está sucediendo, que las compañeras aguantan hambre y estamos muchas sin techo nos están sacando de los arriendos, la situación está súper complicada, la policía lo único que hace es violentarnos, el distrito un olvido total, estamos abandonadas por el gobierno. Nos siguen tomando el pelo y nos siguen pordebajeando y olvidando como siempre lo han hecho.


Pares: ¿La alcaldía o el distrito se han acercado a ustedes?


C.C: Estamos completamente en el abandono. La única manera en la que se acercaron fue por el plantón que hicimos, el primer plantón no fue precisamente porque ellos nos buscaran, hay muchas personas del distrito que conocen el trabajo en territorio con la gente y bueno una que otra palabra por ahí se han cruzado, pero no han hecho nada realmente que sirva para las personas no se dan en la tarea de verdad y conocer el territorio.


La gente que está en los paga diarios y que no tenemos cómo pagar un pagadiario, que no tenemos cómo solventar el arriendo o sea es difícil, muchas personas creen también que como yo lidero estas causas, incluso las compañeras, que uno está ganando dinero, cuando nosotros no tenemos subvenciones de ningún tipo, a nosotros nadie nos apoya solamente los donadores, dentro de lo que ellos dan a nosotros tratamos de solventar cosas con las compañeras pero no se puede más.


Ellas se aguantan ese abuso policial porque necesitan realmente que coman sus hijos, llegar con lo de una habitación, porque en los paga diarios y todos los están sacando y tras del hecho a la policía lleva motos, digamos el sargento las trata como quiere que las va a llevar, que les va a hacer entonces es muy difícil la situación por la que pasan.


Pares: ¿Qué sucedió después del plantón que realizaron el 3 de abril?


C.C: Se presentó alguien del gobierno, Andrés. Hicimos un plan con él de que nos iba a dar 320 mercados, de los 320 nos dio 160 mercados no fue más la ayuda que llegó para nosotras. Es la zona de San Bernardo, la sexta con décima, la 18 y el 7 de agosto es decir, hablemos de que a cada sector le tocó como de 35 mercados.


Lo que más me gustaría es que las secretarías como tal mirarán un plan de acción para las mujeres porque no nos miran, es decir están como muy alejados de la realidad no veo que realmente estén haciendo algo real por nosotras.


Si se habla del barrio San Bernardo llegan a darle ayudas a personas que están en la drogadicción, que hay demasiadas en el barrio, pero hay personas que tienen su casa y su vida; en la 18 pasa lo mismo, hay personas que están en sus casas pasando la cuarentena y no tienen que comer y tienen que salir de alguna forma a darle sustento a sus hijos.

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