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Masacres y desplazamientos ¿De qué país habla Duque?

Por: Sergio Saavedra. Redacción Pares.


En el marco de las celebraciones del 20 de julio, mientras el presidente Iván Duque hacía su discurso en la instalación del Congreso de la República el país se preguntaba ¿De qué Colombia habla el presidente? La herida estaba abierta, pues el pueblo colombiano conocía por las noticias que se perpetraron dos masacres en dos días. Comunidades desplazadas y en zozobra. En palabras del senador Iván Cepeda: “Bajo su gobierno han sido asesinados más de 200 líderes u lideresas sociales y ya van 219 exguerrilleros asesinados desde la firma del Acuerdo de Paz. ¿Ni una sola palabra sobre cómo va a proteger a quienes están en peligro en los territorios?”


Llamado urgente para atención a población desplazada


Pares habló con Carmen García, presidenta de la Asociación de Madres del Catatumbo por la Paz, quienes están acompañando a la población que fue desplazada tras la masacre. Las Madres hacen un llamado a las organizaciones de Derechos Humanos, porque de acuerdo con Carmen, la población ha estado durmiendo debajo de árboles. No cuentan tampoco con implementos como tapabocas, agua potable.


Hay personas que no se han podido cambiar de ropa, porque al momento del desplazamiento forzado tuvieron que salir con la misma ropa. Foto: Cortesía

Los epicentros de los hechos victimizantes han sido los departamentos de Huila, Norte de Santander y Cauca fueron la antesala de este 20 de julio de 2020. Lejos del discurso del Jefe de Estado, están los territorios en los que los grupos armados se están disputando el control a sangre y fuego y, en el que el Estado está perdiendo la batalla. Durante el regreso del uribismo, se ha incrementado el asesinato selectivo de líderes, lideres y firmantes de paz.


Para Ariel Ávila, subdirector de Pares, hay un deterioro en materia de seguridad en el gobierno Duque. Dramáticamente —para el analista— el deterioro se ha notado más en el último año, pero en general en los dos años de gobierno. “Muestra de ello, tiene que, por ejemplo, tiene que ver con que las disidencias de la FARC hacían presencia en 56 municipios, una vez Duque llega a la Casa de Nariño y, hoy por hoy, ocupar 101 municipios. Por su parte, el ELN está operando en más de 140 municipios y recién empezó el gobierno de Duque; no llegaban a los cien municipios.«


Frente al departamento de Cauca y Norte de Santander, hace más de dos años, según Ávila, “se está viviendo una verdadera reconfiguración criminal que no para. En Algeciras, si viene presentando una situación más reciente de deterioro en su seguridad.»


Frente a la capacidad de respuesta de las Fuerzas Militares, para Ávila, el Ejército colombiano —en el marco de los escándalos sobre violencia sexual, chuzadas— “esta dedicado a defenderse acosado con las denuncias que se han destapado. Parte de estas acciones, justamente, tiene que ver con haber volcado el sector de inteligencia para la oposición y periodistas. Algo así como un Ejército en otro lado”. Asimismo, según el analista, hay problemas de mando y control derivado de los escándalos. A su vez, este panorama de derrota del gobierno Duque en materia de seguridad en los territorios es que “no han logrado entender que el crimen en Colombia cambió y por eso les va tan mal”.


Norte de Santander víctima del regreso del uribismo


Tras la masacre perpetrada en el corregimiento Carboneras —en la vereda conocida como Totumito-Carboneras— de Tibú, el país conoció las imágenes del desplazamiento forzado de las familias que componen algunos corregimientos de zona rural de Tibú, Norte de Santander, hacia el casco urbano del municipio. Entre otras cosas, Tibú es el municipio donde más asesinatos se han registrado en contra de líderes y lideresas sociales. Según cifras Pares, el 7,2 % de los hechos victimizantes han ocurrido allí.


La denuncia la hizo la Asociación Campesina del Catatumbo (ASCAMCAT), quienes señalaron que la masacre fue a manos de Los Rastrojos y que causó el desplazamiento forzado de casi 300 personas. Este grupo armado ilegal ha perpetrado dos masacres en un lapso de 10 días.


Tras la masacre perpetrada en el corregimiento Carboneras —en la vereda conocida como Totumito-Carboneras— de Tibú, el país conoció las imágenes del desplazamiento forzado de las familias que componen algunos corregimientos de zona rural de Tibú, Norte de Santander, hacia el casco urbano del municipio.

Cabe recordar que Pares alertó sobre la otra denuncia de masacre, que realizó la Asociación de Madres del Catatumbo por la Paz —el pasado 8 de julio— sobre el asesinato de cuatro personas en un retén hecho por Los Rastrojos, en zona rural del Área Metropolitana de Cúcuta. Además, los cuerpos habrían sido arrojados al Río Zulia.


De acuerdo con Cristián Peña, enlace territorial de Norte de Santander de Pares, resulta clave resaltar que “el área de frontera con el Área Metropolitana de Cúcuta —lo que es Puerto Santander, Villa del Rosario, zona rural de Cúcuta y, sobretodo, esa parte entre Cúcuta, Tibú y Venezuela—; ha sido de dominio paramilitar”.


Peña precisa que incluso hay que remontarse a 1996 cuando los paramilitares se toman gran parte de la subregión del Catatumbo. Bajan a Cúcuta para inicio del 2000, es decir, según el investigador, esa presencia en Área de Frontera con la capital del departamento es de vieja data. “Esto para hacerse al control de las economías ilegales y así fortalecerse operativamente a través de ese financiamiento ilegal. Aquí entran las AUC, bajo el Frente Fronteras —de la mano del Iguano— y copan Área Metropolitana de Cúcuta y parte de Tibú”.


Tras Justicia y Paz y sus grietas, Peña explica que quienes no se sometieron y se empiezan a conocer grupos como el Clan del Golfo, otro grupo de esa herencia paramilitar son Los Rastrojos. Éstos últimos se disputan el control de esa zona Frontera replicando repertorios de violencia. De esta forma, de acuerdo con el investigador, Los Rastrojos operan como economías ilegales a través de la extorsión, narcotráfico, prostitución infantil. Lo que tiene que ver con el accionar Bélico, Peña indica que se da con asesinato selectivo, desaparición forzada, tortura. Insiste en que el repertorio de violencia devela el accionar de Los Rastrojos: mutilaciones, cuerpos descuartizados, degollados, cuerpos en bolsas.


El investigador advierte que Los Rastrojos están se encuentran en un momento de fortalecimiento y eso da cuenta las recientes masacre. También que, de acuerdo con prensa, por cuenta de que su cierto dominio en frontera con Venezuela lo ha venido perdiendo por la expulsión de dicha zona por las Fuerzas Armadas Venezolanas y esto los ha llevado a acentuarse en zona rural de Cúcuta. Los Rastrojos operan en una zona conocida como Los Patios (Área Metropolitana de Cúcuta), Villa del Rosario, zona Rural de Cúcuta, Tibú y fuertemente en Puerto Santander en donde han hecho retenes.


Las heridas de la obstinada venganza en Algeciras


La Masacre en Algeciras el pasado 16 de julio de 2020, en donde fueron asesinadas cuatro personas. Vecinos y una familiar —cuñada— de Nencer Barrera, firmante de paz quien trabaja como escolta en la Unidad Nacional de Protección. Tal como las comunidades le dijeron a Pares que los hombres armados, tras la masacre, amenazaron contra la población diciendo que la idea era “acabar con toda la familia Barrera e incluyendo las familias de las otras víctimas”.


La Masacre en Algeciras el pasado 16 de julio de 2020, en donde fueron asesinadas cuatro personas. Vecinos y una familiar —cuñada— de Nencer Barrera, firmante de paz quien trabaja como escolta en la Unidad Nacional de Protección.

Las víctimas mortales de esta masacre son el menor de 16 años Edinson Moya, Juan David, Luis Gómez y Luz Burgos. Asimismo, entre las víctimas que resultaron heridas se encuentra el niño de ocho (8) años Sebastián Muñoz y Noé Cifuentes. Asimismo, según fuentes en el departamento, tan solo en Algeciras han tenido que salir más de 60 familias desplazadas, dentro de las que se encuentran 11 familias de firmantes del Acuerdo de Paz.


En el Huila han sido asesinadas, tras la firma de los acuerdos, ocho (8) personas en proceso de reincorporación. El 100% de los casos han sido perpetrados en el gobierno Duque, es más, los asesinatos han ocurrido en entre el 2 de Julio de 2019, cuando fuera asesinado Héctor Delio Cuasulán Guangua, y el más reciente el pasado 14 de julio cuando hombres armados acabaron con la vida de José Antonio Rivera de 53 años en Pitalito, quien hacía parte de la cooperativa de COOAGROPAZ.


Por otra parte, Huila hace parte de los cinco departamentos que en donde más han asesinados líderes y lideresas sociales en 2020, el 7,2% de los asesinatos han ocurrido en territorio huilense. Además, Algeciras, el municipio en cuestión, hace parte de los cinco municipios más victimizados a nivel nacional. El 5.8% de los asesinatos han tenido ocurrencia allí.


Cauca, donde más asesinan líderes y lideresas


No solo tras la firma, sino durante 2020 el departamento caucano ha sido el que más se ha visto afectado por la violencia selectiva en contra líderes, lideresas y defensores/as de Derechos Humanos en Colombia. Más del 20% de los asesinatos ocurridos durante 2020, han sido perpetrados en Cauca. Muestra de ello, tiene que ver con el reciente asesinato de Sigilfredo Gutiérrez, líder social y presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) del corregimiento de San Isidro, en el municipio de Morales.

Sigilfredo Gutiérrez, líder social y presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) del corregimiento de San Isidro, en el municipio de Morales. Foto: Cortesía.

Estos hechos demuestran que, según Pares, los perfiles de liderazgos más victimizados en Colombia son, justamente, líderes y lideresas vinculados con Juntas de Acción Comunal que representa el 30% de los asesinatos. A su vez, los liderazgos indígenas 18% y liderazgos campesinos 14% han sido fuertemente victimizado.


En Morales, el pasado 16 de julio fueron asesinadas dos personas. Yohan Andrés Prado, menor de edad de 17 años y Óscar Andrés Ceballos. Los dos jóvenes fueron asesinados por hombres armados que arribaron hasta el barrio La Floresta en la que fueron ultimados.


Cabe recordar que, a finales de junio, del presente año, fueron asesinados en la vereda San Isidro el campesino Antonio Cuero y la lideresa Rosalbina Becoche Yandi en un puesto de control dispuestos por las comunidades para evitar el contagio en el municipio de Morales.


Presencia y disputa territorial en Norte de Santander


De acuerdo con las investigaciones de la Fundación Paz y Reconciliación, el ELN hace presencia en 24 municipios del Norte de Santander: Abrego, Arboledas, Bucarasica, Chitigá, Convención, Cucutilla, El Carmen, El Tarra, El Zulia, Hacarí, Herrán, La Playa, Los Patios, Ocaña, Pamplona, Puerto Santander, Ragonvalia, Salazar, San Calixto, Sardinata, Teorama, Toledo, Villa Rosario, Tibú y en Cúcuta.


La presencia de los Grupos Armados PostFarc (GAPF) alcanza 9 municipios y la capital. En este sentido, el Frente 33 hace presencia en Tíbú, Sardinata, El Tarra, Cúcuta, Convención, Teorama, El Tarra, San Calixto y Hacarí. Por su parte, el EPL, hace presencia y se disputa el control de Cúcuta, Ocaña, Villa del Rosario, Tibú, Abrego, Sardinata, El Tarra, Convención, Teorama, El Carmen, San Calixto, Hacarí, Arboledas, Puerto Santander, La Playa y Bucarasica.


Presencia y disputa territorial en Cauca


Por otro lado, en el departamento del Cauca —según Pares, hay seis (6) Frentes de GAPF que se disputan y hace presencia en 27 municipios. Esta la Columna Móvil Jaime Martínez (López de Micay, Suárez, Morales, Cajibío, Buenos Aires), Dagoberto Ramos (Totoró, Toribío, Santander de Quilichao, Páez, Caldono, Jambaló, Inzá, Corinto, Caloto, Miranda, Silvia), GAPF Segunda Marquetalia (Santander de Quilichao, Caloto, Buenos Aires, Corinto, Toribio), Frente Carlos Patiño (Patía, Balboa, El Tambo, Argelia, Mercaderes, Sucre), Frente 30 o Rafael Aguilera (López de Micay, Timbiquí, Guapi) y el Frente 48 en Piamonte.


Asimismo, otro actor en Cauca es sin dudas el ELN quien tiene un copamiento territorial que alczna 22 municipios en suelo caucano. Por un lado está el Frente Manuel Vásquez Castaño en Almaguer, Bolívar, Florencia, La Sierra, La Vega, Mercaderes, Rosas, San Sebastián, Santader de Quilichao, Sucre, Caloto, Corinto, Miranda, Puracé, Santa Rosa, Sotará. Por otro, Frente José María Becerra: El Tambo, Guapi, López de Micay, Timbiquí, Argelia, Patía. De igual forma, está la presencia del EPL en Toribío, Miranda y Corinto. El Clan del Golfo se encuentra en López de Micay.


Presencia y disputa territorial en Huila


En territorio huilense los hay dos frentes GAPF que hacen presencia en cuatro (4) municipios. Frente 17: Tello, Algeciras y Frente 3: Neiva, Suaza. El Clan del Golfo adelanta acciones en Tello y, de acuerdo con las comunidades, está haciendo hostigamientos en Algeciras.


 

«La presente publicación ha sido elaborada con el apoyo financiero del Fondo Europeo para la Paz. Su contenido es responsabilidad exclusiva del Proyecto Tejidos y no necesariamente refleja los puntos de vista de la Unión Europea»

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