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Otra vez fue censurado el mural de «¿Quién dio la orden?»

Por: Laura Cano. Periodista Pares.

Fotografía: Contagio Radio


La apuesta por decir públicamente «¿Quién dio la orden?» ha sido un acto de resistencia ante constantes intentos de desaparecer de las calles la memoria. Muestra de eso es que, como una historia que se repite, el pasado lunes fue censurado un nuevo mural ubicado en la Carrera Séptima con calle 62, muy cerca a las instalaciones de la JEP; el cual denunciaba a los presuntos responsables de, al menos, 5.763 ejecuciones extrajudiciales cometidas entre el 2000 y 2010.


No obstante, esta no es la primera vez, pero sí es un hecho que continúa demostrando la insistencia que hay en ocultar las intenciones de construir una memoria plural, pues hay que señalar que el 25 febrero de este año el Juzgado 13 Civil del Circuito de Bogotá había ordenado que debían ser eliminadas cualquier tipo de reproducción del mural en redes sociales, medios de comunicación hablados y escritos, además ordenaba abstenerse en el futuro de reproducir la imagen o similares.

En su momento desde organizaciones como el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice) se argumentó que el fallo pretende censurar la libertad de expresión de las víctimas, pues hay que decir que esta decisión fue tomada luego que meses antes el brigadier general Marcos Evangelista Pinto y el general (R) Mario Montoya interpusieron una tutela contra el Movice, diciendo que había “una intencionalidad dañina y premeditada para afectar su honra y buen nombre de manera injustificada”. Dicha avanzada en noviembre fue declarada improcedente, sin embargo, luego desde el Juzgado 13 se les daría la razón a los exfuncionarios.


Ante este escenario se conoció que finalizando septiembre desde el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice) y la Campaña por la Verdad, se solicitó a la Corte Constitucional que revisara la tutela y el fallo, señalando que detrás de estoy hay una acción de censura.


¿La tercera es la vencida?


Hay que iniciar diciendo que el mural, que había sido nombrado ‘¿Quién dio la orden? 2.0’ y fue realizado como parte del trabajo que se ha venido haciendo desde la Campaña por la Verdad organizada por el Movimiento de Víctimas de Crímenes del Estado – MOVICE -, en este aparecían los militares Fabricio Cabrera, Diego Tamayo, Miguel Bastidas, Juan Carlos Barrera, Adolfo León Hernández, Mario Montoya, Nicacio de Jesús Martínez, Marcos Pinto, Juan Pablo Rodríguez, Publio Hernán Mejía, Henry Torres Escalante y José Cortés, es decir, siete más que en la primera versión.


Además, esta acción también se da en el marco de las solicitudes para que Mario Montoya Uribe y Publio Hernán Mejía, sean expulsados del proceso en la JEP, pues sus aportes han sido considerados por las víctimas como poco esclarecedores y comprometidos con la verdad. Hay que señalar que en las versiones que ha dado a la JEP Montoya ha relacionado a cerca de veinte militares, pero también ha brillado por decir que se acogerá a su derecho de guardar silencio, mientras que Publio Mejía ha negado su participación en los hechos, incluso cuando se le ha relacionado con las ejecuciones extrajudiciales cometidas entre el 2002 y 2003 por miembros del Batallón La Popa de Valledupar.


Por otra parte, hay que recordar, que además de la tutela y de la censura cometida hace un par de días, también en octubre de 2019, cuando por primera vez se pintaba este mural en espacio público a los alrededores de la Calle 80 con Carrera 30, cerca a la Escuela Militar, también fue borrado por gente de civil y miembros de la Policía Militar, quienes argumentaron que actuaron bajo lo ordenado por el Código de Policía.


En ese momento quienes aparecían en el mural, que además fue el que logró replicarse de forma amplia, eran: Juan Carlos Barrera, Adolfo León Hernández, Mario Montoya, Nicacio Martínez y Marcos Pinto, no obstante, estas personas a quienes desde organizaciones de víctimas se les responsabiliza de los ocurrido con los llamados “falsos positivos”, les fueron pintados los rostros con pintura blanca, hecho que provocó que ante la indignación desde distintos sectores se compartiera y visibilizará este mural, que además, con todo esto es la representación de lo que cuesta hacer ejercicios de memoria en un país que está acostumbrado a historias oficiales.


De esta forma, se espera por una parte que la Corte Constitucional luego de la revisión de la tutela dé su visión y ordenamientos frente a este caso, además, también a que se respalde la lucha por conocer ‘¿Quién dio la orden?’, tanto de las ejecuciones extrajudiciales cometidas entre 2000 y 2010, así como de las órdenes de censura que han restringido el espacio público como lugar de enunciación y denuncia.

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