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Los contratos de Aerocivil y el piloto del cartel de Sinaloa

Por: Laura Cano. Periodista Pares.

Hace algunos meses, desde La Nueva Prensa, se denunciaron presuntos nexos y compra de votos para la elección del ahora presidente Iván Duque por parte de José Hernández, conocido como el Ñeñe Hernández, quien además fue jefe político de la banda criminal de alias “Marquitos Figueroa’.

Ahora, y siguiendo esta serie de cuestionamientos al Gobierno Nacional, se conoció que desde el Departamento Administrativo de Aeronáutica Civil de Colombia había dos contratos que además de haberse firmado de forma irregular también se habían realizado con Llanera de Aviación, la misma gente empresa con la que volaba Samuel David Niño Cataño, extinto piloto colombiano del cartel de Sinaloa.


Pero, además de lo anterior, otro de los hallazgos del medio fue que dicho piloto, además de sus nexos con el narcotráfico, también era cercano a Álvaro Uribe Vélez y a su vez colaboró en la campaña de este último en 2018 para su elección como senador, así como a la campaña para la presidencia de Iván Duque. Afirma el medio que «Niño Cataño aportó 20 millones de pesos colombianos a la campaña para el senado de Uribe y así consta en la contabilidad oficial».


¿Quién era Niño Cataño?


Vale la pena mencionar que el implicado murió en Guatemala en diciembre de 2019 mientras manejaba un avión que se accidentó, en límites con México, el cual llevaba carga de cocaína, que según las investigaciones, había sido recogida en Puerto Carreño, Vichada. Adicionalmente, con él viajaba con José Alberto Quintero, quien se identificaba como Lino Nevado Sthormes, ex oficial de la Fuerza Aérea de Venezuela.


Niño Cataño también era reconocido por su cercanía con Álvaro Uribe Vélez, con quien, por lo menos desde 2015 con el expresidente, por quien habría llegado a conocer a Iván Duque, relación en la que se destaca el apoyo Niño Cataño a los dos políticos, a quienes, como lo informó el medio, translado varias veces a ambos miembros del Centro Democrático, además se afirma que el piloto recibía órdenes de Uribe, e incluso fue el piloto oficial en la campaña de Duque, lo que habría llevado a que en la posesión del ahora presidente, el 07 de agosto de 2018, haya estado Niño junto a su esposa como invitados especiales, misma invitación que recibió en su momento el Ñeñe.


Asimismo, como lo expresó La Nueva Prensa, «las aeronaves que piloteaba David Cataño del Cartel de Sinaloa en Colombia estaban al servicio del ex presidente Álvaro Uribe Vélez». A esto se suma que las relaciones de los políticos no solo eran con Samuel David, pues en la investigación también se halló que había cercanía de Uribe con Hernán Gómez Niño, hermano del piloto, así como con otros familiares de Niño Cataño.


Por otra parte, hay que mencionar, siguiendo lo informado por El Tiempo el pasado mes de agosto, que desde diciembre del año pasado la Fiscalía lo tiene rotulado como desaparecido con base en la denuncia presentada por su familia. Por su parte, desde La Nueva Prensa se sostuvo que «las familias de Niño Cataño y de José Albeiro Quintero se han negado a entregar muestras de su ADN para compararlas con las de los despojos mortales que el Ejército de Guatemala recogió el 3 de diciembre de 2019 en la zona de Laguna del Tigre, departamento de Petén, donde cayó el avión cargado de cocaína».


Hay que mencionar que La Nueva Prensa resalta que tras las revelaciones que se han hecho, la Presidencia de la República ha dicho en medios que Samuel David Niño Cataño solamente “fue copiloto en dos vuelos en los que se transportó al entonces candidato Iván Duque Márquez”. Afirmación que pone en cuestión con casi 40 fotografías que demuestran la cercanía entre Duque, Uribe y el piloto.


Sobre los contratos dados a Llanera de Aviación


El medio de comunicación principalmente alertó sobre dos contratos dados a Llanera de Aviación, otorgados durante el gobierno de Iván Duque por la Unidad Administrativa Especial de Aeronáutica Civil. El primero de estos fue firmado el 12 de septiembre de 2019, por un valor de 42 millones 800 mil pesos y estaba previsto por un mes. Como lo citó el medio, el objeto de éste era:


“Transporte aéreo estaciones lejanas”, mientras que la descripción era: “Contratar el servicio de transporte aéreo para equipos, repuestos, accesorios y personal necesario idóneo para realizar las labores de mantenimiento, supervisión, asistencia, inspección e instalación de los equipos y sistemas de telecomunicaciones de las estaciones adscritas a la dirección regional de Cundinamarca”.

Sobre este se argumentó que se había dado de forma irregular, puesto que previo a la firma el comité evaluador oficial estableció que la empresa contratista no llenaba los requisitos jurídicos y técnicos exigidos. No obstante, esto no importó y finalmente le fue otorgado el contrato a la empresa.


Adicionalmente, en un segundo contrato entregado en octubre de 2019 se encontró, por una parte, que se otorgó por un valor de 131 millones 450 mil pesos, bajo el objeto de:


«Suministrar el servicio de transporte aéreo para equipos, repuestos, accesorios y personal hacia las estaciones y aeropuertos de la regional Cundinamarca, en los ítems, especificaciones, cantidades y valores, contenidos en su propuesta general del Proceso de Selección Abreviada Menor Cuantía con el número 20000540 H3 DE 2020, las especificaciones técnicas contenidas en los anexos y formatos del proceso de Proceso de Selección”.


Sin embargo, en este se encontró que aunque tenía un plaza de ejecución hasta el 31 de diciembre de 2019, éste todavía se encuentra vigente.


Vale la pena recordar que en septiembre de 2014, Iván Cepeda denunció que Álvaro Uribe, como director de la Aeronáutica Civil, entregó licencias a Álvaro Suárez Granados, piloto de Pablo Escobar; seis licencias a los hermanos Sierra Pastrana, conocidos como los pilotos de la mafia; a Jaime Murcia Duarte, cuestionado comerciante señalado de tener vínculos con el narcotráfico, y a Luis Carlos Herrera Lizcano, propietario de una aerolínea que era utilizada para transportar cocaína al exterior. Incluso en su momento también le dio una licencia a su padre Alberto Uribe Sierra.


Este escándalo vuelve a poner sobre la mesa las posibles irregularidades que ha habido desde la campaña con el presidente Iván Duque, lo que insta a que se investigue sobre favores políticos, contratación irregular y posibles nexos con el narcotráfico que ha beneficiado al ahora presidente, pues hay que recordar que este no es el primer hecho, que tras una investigación lanzan esta serie de cuestionamientos de la forma en la que ha sido la gestión y la forma de llegar al poder por políticos de derecha.

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