top of page
Foto del escritorColaboradores

«Los jóvenes somos la fuerza de la movilización social»

Por: Juan Manuel Torres. Coordinador Pares Pacífico.


A un año del Paro Nacional del #21N de 2019 las juventudes protagonistas en Cali hacen un balance de la movilización social, étnica, popular, barrial y de cara a lo que se viene contra un Gobierno que ha mostrado una actitud represiva, en las nuevas jornadas de protesta convocadas para el #19N de 2020 en las que se busca el cambio de rumbo de Colombia.


La oficina regional Pares-Pacífico entrevistó dos de los procesos que se han mantenido en resistencia, que promueven los actos de movilización callejera en la ciudad en la búsqueda de transformaciones reales y que han emergido en las últimas coyunturas políticas: en las elecciones de 2018 en el caso de Nos Unimos o Nos Hundimos y el Paro Nacional del año pasado cuando se creó Puerto Resistencia en el oriente de Cali.


Urge escuchar a la juventud, más cuando nuevamente son los armados, los(as) periodistas de medios en crisis y las figuras políticas de un Congreso virtualizado, quienes han acaparado el espacio mediático en los últimos días, pero que no son quienes han soportado la represión policial en las calles ni movilizan el sentir popular frente a la indignación social que ha despertado por las políticas regresivas del Gobierno Duque.

«La represión social es la última herramienta que tiene el gobierno para poder callar al pueblo, ya no pudo hacerlo por otro lado, ya no tiene poder ideológico, no tiene poder legítimo, no tiene capital social: todo lo está perdiendo y la última instancia es la represión.» Sebastián Vargas. Imagen: Pares.

Pares: ¿Qué evaluación hacen de la movilización social en Cali desde el #21N del 2019?

Sebastián Vargas (Nos Unimos o Nos Hundimos): La evaluación tiene que estar precedida por la capacidad organizativa que emergió previamente y creo que el principal promotor de dicha movilización fue el Gobierno nacional quien emprendió una estrategia de estigmatización y criminalización a quienes nos movilizamos.


En ese sentido, la movilización fue multitudinaria: fueron muchísimas personas bloqueando en diferentes partes de la ciudad, haciendo una movilización cohesionada, alegre, llena de dignidad. Uno de los éxitos fue que se generó un bloqueo económico que afectó a los sectores económicos de la ciudad, del departamento, y que posibilitó la participación de muchos ciudadanos y ciudadanas que quizás quisieran participar en muchas actividades de movilización, pero que sus trabajos se lo impiden.


También habría que hacer otra evaluación en clave de lo que pasó posterior a ella. Hubo una serie de inconsistencias al terminar la protesta en el CAM, empiezan a disgregarse una serie de actores no identificados que estaban buscando la confrontación lo que posibilita que eso se vuelva una especie de boicot que termina en la noche en un pánico colectivo que se puede asociar a la doctrina del shok que menciona Naomi Klein, y que para muchos utilizó el Gobierno Nacional y la administración municipal para aislarnos. Aun así, en días posteriores seguimos movilizándonos: 22, 23 y 24 salimos con nuestras cacerolas a seguir demostrando que habíamos vencido el miedo.


Johan Guayara (Puerto Resistencia): Frente a la evaluación tengo dos pilares, el primer pilar es altamente positivo en el sentido de que gracias al 21 de noviembre de 2019 se fortalecieron y aparecieron nuevos procesos organizativos juveniles, sociales y barriales en todo Colombia. Aquí en Cali apareció Puerto resistencia y nace un nuevo proceso social y barrial gracias a ese acontecimiento.


El otro pilar es la evaluación negativa que hago a los que convocaron: al Comité de Paro. El llamado de atención es en el sentido de que posterior a la movilización del 21 de noviembre del 2019 no tuvieron ese acercamiento, esa articulación eficiente con estos procesos barriales que surgieron; las actividades que salieron después del #21N generalmente las comandaron la juventud, los estudiantes y los proceso barriales porque el Comité de Paro, la CUT en específico, no fue muy constante y el apoyo no fue relevante.


Pares: ¿Qué plataforma, colectivo, organización, iniciativa, etc., haces parte y cuál ha sido el rol dentro de la movilización social?


SV: Hago parte de la iniciativa ciudadana Nos Unimos o Nos Hundimos la cual se construye en el marco de las elecciones presidenciales de 2018 cuando exhortamos de manera respetuosa y fraterna, hasta el último día de las elecciones, a los candidatos que consideramos demócratas, que podrían incluirse en un proyecto de país distinto, a que se unan en función de una frase muy popular histórica y es “prescindir de lo que nos separa e insistir en lo que nos une”.


Llamamos a esa coalición a Sergio Fajardo, Jorge Enrique Robledo, Claudia López, Gustavo Petro, Humberto de la Calle. Pedimos la unidad de dicho sector porque entendíamos lo que se avecinaba, lo que está pasando ante un gobierno que su principal combustible es la guerra y el miedo.


Nuestra iniciativa siempre ha tratado de buscar convergencia, que las movilizaciones propias tengan cohesión: nuestro principal llamado siempre a la unidad que ha sido una de las fallas históricas de los movimientos a nivel nacional, por lo que nunca se puede materializar en propuestas sino que cada uno por su lado: cada uno tiene sus propios símbolos, sus propios puntos de encuentro, entonces lo que se pretende es unificar criterios de movilización en los que podamos coincidir muchas organizaciones, colectivos, parches y sujetos organizados.


Nos Unimos o Nos Hundimos se construye en el marco de las elecciones presidenciales de 2018 cuando exhortamos de manera respetuosa y fraterna, hasta el último día de las elecciones, a los candidatos que consideramos demócratas, que podrían incluirse en un proyecto de país distinto, a que se unan en función de una frase muy popular histórica y es “prescindir de lo que nos separa e insistir en lo que nos une”. Foto: Sebastián Vargas.

JG: Puerto Resistencia es un espacio donde convergen diferentes colectivos, entonces hago parte del espacio de Puerto Resistencia, pero también hago parte del colectivo Terraza, que es un colectivo juvenil que nació en la comuna 16 en el marco de esta ola de protestas.


Mi rol es igual al de todos los que hacen parte porque uno de los principios que tenemos en el grupo es de que todos somos líderes: aquí no hay un solo líder, no, todos somos líderes. Entonces mi rol es la convocatoria, la recolección de alimentos, el activismo.


Pares: ¿Cuál es el aporte de la juventud en este proceso y cuáles son las principales consignas?

SV: La juventud está jugando un papel preponderante, ha entendido el rol que debe asumir dentro de los escenarios de movilización, podría decir que las últimas movilizaciones que han sido masivas, mediáticas, en buena parte han sido convocadas desde organizaciones o desde jóvenes que entienden la importancia de asumir las riendas de su propio país, como nos lo manifestó Jaime Garzón hace más de 20 años.


Las consignas emergen de una serie de necesidades y demandas históricas que ahora ocupan a la juventud que les preocupa seguir siendo carne de cañón en la guerra, a la juventud profunda le afecta que sea obligatorio prestar servicio militar pero que no sea obligatorio una matrícula cero o que hay recursos para la guerra, pero no educación pública para todos y todas. No hay voluntad política.


También están las múltiples demandas de los sectores sociales, de los sectores sindicales, en las que nos unimos porque nos vemos afectados por la reforma laboral, nos afecta de manera directa la reforma pensional. En esta coyuntura el papel de los jóvenes es increíble porque han entendiendo que la indignación debe trasladarse de las redes a las calles.


JG: El aporte principal que hace la juventud a este proceso es la energía, la fuerza que estamos dando: nuestro tiempo lo pasamos en las calles y en los procesos barriales. Porque la protesta no es solamente ir a la calle y bloquear, sino que protestar también es salir a hacer pedagogía, salir a alimentar a los vulnerables, salir a recuperar espacios.


Las principales consignas son todas porque a los jóvenes hoy en día nos duele todo. Nos duele lo que está pasando con los pueblos originarios que es el exterminio de las comunidades indígenas y de la madre tierra que es la naturaleza.


Uno de los llamados de Puerto Resistencia es a la conciencia, a recuperar nuestras raíces, nuestro conocimiento ancestral de los abuelos, taitas, etc. Otras reivindicaciones totalmente válidas son el desempleo, la inseguridad, la estigmatización a la protesta, la falta de voluntad política del gobierno, el aumento del presupuesto a la guerra, males que son producto de muchos años de malos gobiernos.


Pares: ¿Cuál es la movilización (marcha, plantón, caravana) que más recuerda y por qué?


SV: Son tres: la primera el 10 de octubre de 2018 que salió desde la Univalle y llegó hasta la gobernación en el marco de la movilización nacional por la educación pública, en ese momento pues había una pugna con el Gobierno Nacional por más rubros presupuestales para las instituciones educativas y la verdad fue masiva, carnavalesca, artística, multicolor, diversa, genial.


Hay otra y es la del #21N de 2019 que salió del parque Las Banderas, considero que es la marcha más grande a la que he asistido y la recuerdo en las jornadas previas el estigma que había hacia quienes íbamos a marchar, en el medio la marcha se resignifican muchos elementos que eran característicos de una corriente del uribismo que hace apología a un patriotismo de servilleta, y la recuerdo también porque salieron jóvenes, gente adulta, niños, perros con camisetas de la selección, con vuvuzelas, etc., una marcha multitudinaria, de verdad fue hermosa.


Y la última es la del 21 de Septiembre de 2020 puesto que el punto de salida y por donde transcurrió la marcha fue diferente al de marchas previas que siempre pasan por la calle 5ta, salió de Comfandi el Prado y pasamos por sectores populares que nos recibieron de la mejor manera, con cacerolas, con banderas, con aplausos y se adhirieron a la marcha que culminó en Puerto Resistencias e integramos a la gente, al pueblo, al que siempre olvidamos.

El aporte principal que hace la juventud a este proceso es la energía, la fuerza que estamos dando: nuestro tiempo lo pasamos en las calles y en los procesos barriales. Porque la protesta no es solamente ir a la calle y bloquear, sino que protestar también es salir a hacer pedagogía, salir a alimentar a los vulnerables, salir a recuperar espacios. Foto: Cortesía.

JG: Puerto Resistencia la dió toda en el marco del paro nacional, 22, 23 y todo lo que se vino. Lo que más recuerdo fue que hice parte de una de un mal procedimiento por parte de la policía, ocurrió el 4 de diciembre que fue un paro a nivel nacional, Cali tenía concentraciones en varias vías principales, nosotros estábamos en una toma de Puerto Resistencia totalmente cultural y pacífica, vinieron gente de todos los barrios, hubo olla comunitaria, jugamos fútbol.


Pero a las 6 de la tarde después de la orden del alcalde Maurice Armintage de levantar todos los bloqueos después de las 6 de la tarde, la represión que vivió el barrio fue brutal, varios compañeros resultaron golpeados y yo terminé la estación de policía: Se evidenció cómo es la represión de la Fuerza Pública cuando se habla de una protesta en los barrios populares, es doblemente brutal: en los barrios es más fácil vulnerar los derechos a diferencia del sur.


Pares: ¿Qué piensas sobre la represión policial a la protesta social y la estigmatización de la misma por parte del gobierno Duque?


SV: Se trata de socavar, reprimir y estigmatizar, es una política una política por parte de este gobierno que no le interesa en lo más mínimo que se ambiente un escenario de indignación.

No nos debe sorprender. Sí da tristeza que la movilización social en Colombia no tenga ningún tipo de garantía en su ejercicio en los gobiernos autoritarios que apelan a la criminalización y muchas veces al asesinato para evitar que se organicen un movimiento de indignación como en Chile, en Perú, entre otros; por eso en las últimas movilizaciones hemos exigido una reforma a una institución corroída como es la Policía Nacional, a la vez pidiendo explicaciones por parte de quienes presiden esa institución.


Sabemos que la represión policial no va a parar porque tienen miedo, porque ven que el ciudadano de a pie se da cuenta de todo lo que le han hecho, no sólo ahora sino durante años, y esa es nuestra principal apuesta: ante la represión organización, unión y inmovilización.


JG: La represión social es la última herramienta que tiene el gobierno para poder callar al pueblo, ya no pudo hacerlo por otro lado, ya no tiene poder ideológico, no tiene poder legítimo, no tiene capital social: todo lo está perdiendo y la última instancia es la represión.


Aunque es fuerte y severa la represión policial, eso demuestra que es cobardía del gobierno y que cada vez está llegando más al fin de esta era de guerra, de diferencias y de desinformación, es una muestra de que el gobierno nos tiene miedo a la organización nacional que se está viviendo.

Pares: ¿Qué expectativas tienen con el Paro Nacional del 19 de noviembre y lo que sigue?


SV: Esperamos que tenga una repercusión desde lo local, regional a lo nacional, esperamos que se repita de alguna u otra forma lo que pasó hace un año con una salida masiva a las calles.

Entendemos las particularidades de lo que ha sucedido en el transcurso del año 2020 por la pandemia: un miedo que se ha incubado en la gente debido al distanciamiento social. Como ha habido movilizaciones previas a este Paro porque la gente está indignada al ver un Gobierno Nacional desconectado que está contra la gente, porque cada día nos asesinan, nos masacran, porque le dan prioridad a los grandes emporios y no a la clase trabajadora.


Las expectativas son altas porque hay organización, se esperaría más, pero hay que movilizarse con lo que en este momento existe. Esperamos que en Cali hayan bloqueos de vías combinados con una pedagogía de frente con la gente para dar cuenta de por qué es importante estar en la calle y conmemorar un año de una de las movilizaciones más históricas que han habido en Colombia.

JG: Saben la opinión que tengo sobre el Comité de Paro, que no está en la misma sintonía que otros procesos como los barriales, de los estudiantes, que son más comprometidos y los de la acción en la calle.


Sin embargo, nos preparamos a lo que se viene porque ya salió el presupuesto para el 2021, ya se sabe que no va haber matrícula cero mientras hay recortes de los programas del acuerdo de paz.

A la Minga sí le creo, convocó a miles de indígenas, están hablando en serio, entonces mis expectativas esta vez con el Paro son grandes porque Colombia está despertando.


Comments


bottom of page