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El blanco y la simbología

Por: Walter Aldana.

Columnista Pares.


Monseñor Omar Alberto Sánchez, invitó a la jornada “Nos unimos todos por la paz del Cauca” el pasado domingo de pascua. Izar banderas y portar camisetas blancas, iniciativa por demás interesante, para ver si saca del sopor de las dos de la tarde en época calurosa en nuestra ciudad blanca, al Gobierno nacional y departamental.


Frente a la angustiosa situación de vulneración de derechos humanos (de asesinatos, masacres, hostigamientos a 10 poblaciones en tres días, desplazamientos masivos desde Argelia, desde nuestra Costa Pacífica caucana, así como el infame carro bomba a Corinto afectando a 43 civiles), es la iglesia católica con su precursor en la región que asume el liderazgo y llama a la sociedad en general a expresarse.


Un símbolo es un signo que establece una situación de identidad con una realidad.

Con símbolos se ha construido la humanidad: la cruz, la meca, el trapo rojo en esta pandemia (para indicar la necesidad de la renta básica para enfrentar el hambre), la rosa en manos del enamorado, la bandera de colores representación de las comunidades diversas sexualmente.


En nuestro caso caucano el símbolo no se refiere a algo efímero ni abstracto, existen los grupos armados disputándose el territorio, una fuerza pública casi congelada y unos gobiernos dedicados a los consejos de seguridad, aumento de recompensas y pie de fuerza.


El blanco representa lo limpio, lo esterilizado, también lo relacionado con la pureza, que aplicado en una narrativa institucional no es más en algunos que el tierno deseo que las cosas medio cambien, que nos veamos como hermanos; con ese discurso casi le dan 370 millones de dólares a Avianca, con esa demagogia lingüística es que van a comprar aviones de guerra por 14 billones de pesos y aplicarnos una reforma tributaria que recogerá 19 billones.


Bienvenidas las iniciativas, bien por las banderas y las camisetas; pero a las disidencias, al ELN y demás organizaciones armadas, que hoy combaten por dominar territorios, economías y personas, solo se les gana espacio con la inversión social, la generación de oportunidades ciertas, sostenibles y sustentables en el tiempo y de eso… no veo la voluntad gubernamental.

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