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Luis Alberto Monsalvo: una de las fichas del ‘Clan Gnecco’ contra las que actuó la justicia

Por: Laura Cano Periodista – Pares


Por años, los clanes en Colombia han sabido cómo mover sus fichas para lograr importantes puestos para sus miembros (en su mayoría cargos de elección popular). Desde allí han desarrollado políticas clientelares, favoreciendo a su mismo círculo de poder. Uno de los grandes clanes del país es precisamente el ‘Clan Gnecco’, el mismo que el día de ayer, tras múltiples denuncias en contra de sus miembros, en este caso más precisamente en contra de Luis Alberto Monsalvo, sumó un proceso judicial más.


El más reciente caso contra Monsalvo inició en julio de este año cuando, ante la Corte Suprema de Justicia, la Fiscalía General de la Nación imputó a Luis Alberto Monsalvo Gnecco, gobernador del César, tras evidenciar presuntas anomalías en un contrato del Programa de Alimentación Escolar (PAE) suscrito en agosto de 2015, año en el que ejercía su primer periodo como gobernador, cargo al que llegó luego de ser Representante a la Cámara (2002-2006).


El contrato en cuestión se celebró entre el departamento del César y el Consorcio de Alimentación Escolar A Salvo, y en dicho documento se establecía un plazo de 59 días de operación con una inversión de $17.140 millones. Este contrato, como estableció la Fiscalía, no cumplía con lo legalmente establecido, por lo que a Monsalvo se le imputaron los delitos de peculado por apropiación en favor de terceros agravado y contrato sin cumplimiento de requisitos legales.


Los entes de control lograron hallar que hubo una presunta malversación de los fondos públicos por cerca de $3.000 millones, lo cual se habría dado a través de posibles sobrecostos en productos alimenticios. Por ejemplo, se habla de que cada kilogramo de hígado se había pasado por un valor de $65.406, un precio mucho mayor al regular. Adicionalmente, desde la Fiscalía se aseguró que en las verificaciones que hicieron se identificaron, por lo menos, nueve inconsistencias entre las que están: falta de estudios previos, prepliegos amañados y deficientes, y supuestas omisiones de los requisitos de ley en distintas etapas del proceso de contratación, evaluación y liquidación.


En ese momento, y tras la investigación, el fiscal del caso, Julio Ospino, solicitó que Monsalvo estuviera detenido preventivamente mientras el proceso avanzaba, esto para evitar que el mandatario departamental “se siga apropiando del erario así sea a través de terceros”, expresó el funcionario . Así las cosas, la situación del gobernador estaba a la espera de la decisión del Tribunal Superior de Bogotá, el cual comunicó su decisión el día de ayer, 18 de agosto. Según lo comunicó el Tribunal, se impondrá medida de aseguramiento privativa de la libertad, y esta podrá ser cumplida bajo detención domiciliaria.



Hay que traer a colación varias cosas. Por un lado, este no es el primer proceso que afronta Monsalvo Gnecco: en julio de 2020, la Corte Suprema de Justicia lo había relacionado con el delito de corrupción al elector en su primera campaña electoral hacia la Gobernación del Cesar. Según lo estableció el organismo en ese momento, en el año 2011 Monsalvo hizo una alianza con las personas líderes del sector de las invasiones de Tierra Prometida, Guasimales y Emmanuel, en Valledupar, presuntamente con el compromiso de mantenerles la situación de ilegalidad a cambio de votos.


“Al ser el aspirante con mayor opción, acudió a ciudadanos desprotegidos, víctimas del entonces conflicto armado, en una condición manifiesta de marginalidad, con la intención dolosa de alcanzar el falso favor de los electores merced a la prebenda corruptora manifestada en la promesa de dádiva analizada”, comunicaba el alto tribunal.


Con esto, el 27 de julio la Sala de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia condenó a Monsalvo Gnecco a cinco años, un mes y 16 días de prisión. Además, se le impuso pagar una multa por 301 salarios mínimos legales mensuales vigentes, así como la inhabilidad para ejercer funciones públicas durante el mismo tiempo de la condena.


No obstante, en septiembre de 2020 la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia revocó la sentencia que había impuesto en primera instancia; absolvió y ordenó la libertad inmediata del gobernador, tras argumentar que “analizados los hechos demostrados, así como también los elementos constitutivos del tipo penal de corrupción al sufragante (Art. 390 C.P.), la Corte concluyó que el demostrado comportamiento de Luis Alberto Monsalvo Gnecco no se adecúa a los elementos constitutivos del tipo penal juzgado, además de no constituir tal actuación, vulneración al bien jurídico tutelado de la libre participación democrática”.


Clan Gnecco: la sombra de los constantes cuestionamientos


Luis Alberto Monsalvo Gnecco no es el primer miembro del clan que debe afrontar procesos judiciales, pues junto al poder que ha logrado acumular esta estructura política del César, los escándalos han acompañado su desarrollo y consolidación como fuerza política. Varias de estas presuntas irregularidades en las que el ‘Clan Gnecco’ ha estado envuelto han sido alertadas desde la Fundación Paz & Reconciliación (Pares).


Uno de estos, y más reciente, tuvo que ver con un proceso en la Contraloría General de la República al que Pares tuvo acceso. En el marco de este proceso se habrían ordenado medidas cautelares, con posibles embargos, contra el gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo Gnecco, y contra el exgobernador Francisco Fernando Ovalle Angarita (también del ‘Clan Gnecco’), por presuntos hechos de corrupción ocurridos en los periodos 2012-2015 y 2016-2019, respectivamente.


Además, Pares reveló, hace tan solo unos días, un segundo caso relacionado a 10 audios que la Fiscalía interceptó, con orden judicial, del teléfono del ‘Ñeñe’ Hernández entre mayo y agosto de 2018, cuando se desarrollaron la primera y la segunda vuelta presidencial. Según se puede inferir a partir de estos, el ‘Ñeñe’ Hernández se habría articulado con miembros del ‘Clan Gnecco’ para apoyar al entonces candidato presidencial Iván Duque con los votos que le habían prometido al candidato de Cambio Radical, Germán Vargas Lleras.


De acuerdo a lo que se pudo analizar en las llamadas interceptadas legalmente, los recursos utilizados para este entramado se habrían obtenido de las comisiones que supuestamente se otorgan en el Cesar por contratación pública, y que presuntamente se destinarían a la financiación oculta de las campañas políticas. (Consulta aquí el informe completo: La ‘Ñeñepolítica’ y los embargos que rodean al ‘Clan Gnecco’)


Por otro lado, hay que recordar que el ‘Clan Gnecco’ inició a través de cinco hermanos: Jorge, José Eduardo, Cielo, Nelson y Lucas, quienes desde los 90 incursionaron en la política, conformando un clan que se adueñaría de la política en el César. Para 1992, Lucas Gnecco ya se había quedado con la Gobernación del departamento.


Pero su poder no solamente se quedó en el César, pues para ese mismo año Hugo Gnecco, sobrino de Jorge Gnecco, se quedó con la Alcaldía de Santa Marta. Y en ese momento empezaron algunos de los cuestionamientos al clan, pues luego se conocería que Hugo había nombrado funcionarios sugeridos por el Bloque de las Autodefensas Resistencia Tayrona.

Luego llegaría otro escándalo cuando Rafael Bolaños, cuñado de Lucas Gnecco, tras ser elegido en el 2000 como gobernador del Cesar, fue destituido por fraude contractual. Adicionalmente, otra sombra que persigue al clan es la relación entre Jorge Gnecco con los paramilitares Hernán Giraldo y ‘Jorge 40’, quienes compartían rutas de contrabando y negocios de armas. No obstante, en las dinámicas de confrontación por el poder, Giraldo y ‘Jorge 40’ entraron en enfrentamientos, y el grupo de los Gnecco presuntamente habría decidido apoyar a Hernán Giraldo.


Esta situación habría llevado a que Jorge Gnecco fuera asesinado en el 2001 por tropas del Bloque Norte de las AUC. En ese año, además, la familia tuvo una disminución de su poder político; para el 2002 el único puesto que lograron fue justamente con Luis Monsalvo, quien llegó a la Cámara de Representantes. Fue con Monsalvo Gnecco, hoy cuestionado y con medida de detención domiciliaria, que el clan fue tomando fuerza de nuevo, pues en 2011 llegó a la Gobernación por primera vez.


Asimismo, el ‘Clan Gnecco’ no estuvo alejado de los cuestionamientos que tuvieron varios gobernadores por el manejo de los recursos durante la pandemia por covid-19. Desde Pares se advirtió que habían sido encontrados 32 contratos con irregularidades, las cuales se centrarían en sobrecostos y doble contabilidad de algunos de los productos.


Hoy, de nuevo, Luis Alberto Monsalvo y el ‘Clan Gnecco’ se ven envueltos en escándalos. La pregunta es: ¿qué pasará con el proceso que afronta actualmente Monsalvo? ¿Esto traerá repercusiones para el clan en las elecciones que se aproximan para el año 2022? ¿Cuál será el futuro político del departamento del César?

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