Por: Laura Alejandra Fajardo Asistente de Investigación – Línea Democracia y Gobernabilidad
Tras ser una de las figuras más importantes y jóvenes del Partido de la Unidad Nacional (La U), Óscar Mauricio Lizcano Arango decidió en 2021 apartarse de la colectividad en la que construyó su capital político y crear un movimiento ciudadano bajo su liderazgo: ‘Gente en movimiento’. A través de esta colectividad espera llevar una lista propia al Congreso de la República.
Es el momento para recordar algunos datos sobre Lizcano, su familia y su clan político en Caldas. ¿Qué se espera con la recolección de firmas?, ¿será esta otra oportunidad para que el ‘Clan Lizcano’ ponga a funcionar sus maquinarias electorales en las instituciones caldenses?
El ‘Clan Lizcano’
Las investigaciones de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares), durante la última década, plantean que Óscar Mauricio Lizcano Arango amasó su capital político desde muy joven, pues el lobby hecho para la liberación de su papá, Óscar Tulio Lizcano, secuestrado por las FARC-EP, le permitió a Mauricio darse a conocer, a muy temprana edad, en las altas esferas políticas del país.
Lizcano escaló en la política desde diversos puestos burocráticos, como la Secretaría de Transporte de Manizales, a espacios más importantes, como ser el asesor del entonces ministro del interior de Álvaro Uribe Vélez, Luis Fernando Hoyos. Esta posición le permitió conocer a Uribe siendo presidente. El apoyo del primer mandatario fue fundamental para la sorpresiva elección de Lizcano en la Cámara de Representantes, por el departamento de Caldas, en su primera aspiración en 2006, contando con una considerable votación (21.850 votos) sin antes haber sido candidato a cargos de elección popular.
El capital político de Lizcano se forjó gracias a la estrecha relación con el Uribe Vélez, hasta el punto en que el expresidente es su padrino de matrimonio. Sin embargo, la relación se fracturó luego de que Lizcano decidió apoyar la candidatura de Santos y el Acuerdo de Paz en 2014, dándole la espalda al uribismo. Este distanciamiento se reflejó en el Partido de la U en Caldas, del que importantes figuras como Óscar Iván Zuluaga migraron hacia el Centro Democrático.
De esta manera, Lizcano se hizo a las banderas del Partido de la U en el departamento y en el Congreso, al ser elegido el presidente más joven del Senado, situación que también lo enfrentó con el sector del partido que apoyaba a Armando Benedetti, quien también aspiraba a esa presidencia. Sin embargo, el prontuario detrás de Lizcano y sus mecanismos políticos contemplan presuntos nexos con paramilitares, con delitos electorales y con el escándalo del ‘cartel de la toga’.
Presuntos Nexos con paramilitarismo
En 2009, la Corte Suprema de Justicia le abrió investigación a Lizcano, quien en ese momento era representante a la Cámara, por presuntos vínculos con paramilitares, pues se planteó que habría recibido dineros del cartel del Norte del Valle para financiar su campaña. Además, se le señaló por tener vínculos con alias ‘El Socio’. A esto se suma la sospechosa relación de su fórmula para el momento, Adriana Gutiérrez, investigada también por presuntos nexos con paramilitares. Hasta el momento, se desconoce el resultado de estas investigaciones.
Delitos electorales
Tras haber sido elegido senador en 2014, se hicieron públicos unos audios en donde se escucha a su director de campaña, Jorge García Taborda, exigiendo el cumplimiento de unas cuotas de votos a funcionarios del ICBF en Caldas. Por este hecho, García Taborda fue condenando a 32 meses de prisión al imputársele el delito de constreñimiento al elector. A pesar de la sentencia, la situación no salpicó legal ni políticamente al senador Lizcano.
Otras acusaciones
La familia Lizcano también enfrentó un proceso judicial por la adquisición de unos terrenos en Quinchía, Risaralda, luego de que los herederos del predio lo solicitaran tras la sospechosa desaparición de sus dueños en 1996. Fue hasta el 2020 que la Corte Suprema de Justicia declaró que la familia Lizcano había actuado de buena fe al adquirir los predios, dando por terminado el proceso judicial.
El expresidente más joven del Senado también se vio implicado en el caso del ‘cartel de la toga’, al ser mencionado por Gustavo Moreno en 2018. Sin embargo, al no presentarse nuevamente a elecciones parlamentarias para ese año, su caso pasó de la Corte Suprema a la Fiscalía, que en 2021 decidió declararlo inocente por falta de pruebas en su contra que demostraran su participación en el caso de corrupción judicial.
El poder de Lizcano en el Caldas: fortín político y maquinaria electoral
Según fuentes territoriales de Pares, tanto la Alcaldía de Manizales como la Gobernación de Caldas son fortines políticos y electorales de Mauricio Lizcano: no es un secreto la estrecha relación que sostienen el exsenador caldense y el exgobernador del departamento de Caldas, Guido Echeverry, quien apoyó abiertamente al joven del Partido Verde, Luis Carlos Velásquez, actual gobernador de Caldas. Estas relaciones plantean la hipótesis de que Lizcano y Echeverry son quienes están detrás de la Gobernación y los mecanismos de contratación propios del departamento.
Por otra parte, el alcalde de Manizales, Carlos Mario Marín Correa, llegó a la dirección de la ciudad también por el Partido Verde. Sin embargo, Marín también es cercano a Lizcano, de hecho, perteneció a las juventudes lizcanistas en Caldas, lo que fortalece las sospechas de que el exsenador tiene carta abierta en el aparataje institucional de la ciudad.
‘Gente en movimiento’. La permanencia y el reencauche de las tradiciones políticas
La salida de Lizcano del Partido de la U se materializó en abril del 2021, a través de un comunicado dirigido a la cabeza del partido, Dilian Francisca Toro, alegando que el proyecto político inicial de la colectividad “hoy ya no existe”. En junio, el político caldense inscribió su movimiento en la Registraduría Nacional con los cinco nombres de sus candidatos para las listas de Cámara de Representantes: el exarquero del Once Caldas Juan Carlos Henao, Juanita Espeleta, Claudia Patricia Echeverri, Wilder Escobar y Tulia Elena Hernández.
Aunque se presumió que Guido Echeverry sería su candidato al Senado, éste ha decidido lanzarse por la Coalición de la Esperanza; mientras que Lizcano y su lista han manifestado su apoyo al exgobernador en su candidatura, sin dejar claro entonces si ‘Gente en Movimiento’ tendrá su propio candidato al Senado o no.
El reto de ‘Gente en Movimiento’ es lograr recoger las firmas suficientes para consolidarse como movimiento ciudadano y alcanzar lo necesario para sus candidaturas.
Denuncias de constreñimiento al elector
Según fuentes territoriales de Pares, Lizcano y su movimiento político se han visto involucrados, nuevamente, en denuncias electorales por presuntamente obligar a los funcionarios del Hospital Santa Sofía a firmar y conseguir firmas para el movimiento, so pena de afectar sus empleos.
La situación resulta más sospechosa si se tiene en cuenta que Carlos Alberto Piedrahita Gutiérrez[1], actual director del hospital, fue secretario de gobierno de Echeverry, muy cercano a Lizcano. No sería la primera vez que el exsenador y sus campañas políticas resultan involucradas en estos escándalos.
Conclusiones parciales
De la situación del ‘Clan Lizcano’ en Caldas es preciso anotar dos preguntas importantes: ¿qué pasará con los procesos de recolección de firmas? y, en medio de la pandemia que no acaba, ¿qué tan sencillo será este proceso? Esto teniendo en cuenta que la recolección de firmas implica permanencia en la calle, cercanía para llenar los datos requeridos en los formularios, entre otras cosas. Algunos candidatos ya han expresado su preocupación al respecto. Las cifras de recolección de firmas serían muy inferiores a las de procesos electorales anteriores.
En este sentido, habrá que revisar con lupa aquellas candidaturas por firmas que logren altos umbrales de participación, pues en casos como el de Lizcano, éstas podrían ser resultado de prácticas electorales irregulares.
Finalmente, Pares plantea una advertencia sobre la situación del Partido Verde en Caldas debido a los cuestionamientos planteados a través de este seguimiento que se está realizando, así como a los vasos comunicantes del ‘Clan Lizcano’, la Alcaldía de Manizales y la Gobernación. Esto, especialmente, teniendo en cuenta que el Partido Verde se ha planteado como una opción alternativa en el país.
Referencias:
[1] Sobre Carlos Alberto Piedrahita también reposan sospechas frente a su formación académica y profesional. Según las fuentes territoriales de Pares, un ejemplo puntual de los cuestionamientos es el aparente doctorado de “Atlantic International University”, entidad educativa con sede en Hawái que no cuenta con el reconocimiento del Departamento de Educación de Estados Unidos y que ya ha estado en la mira del Ministerio de Educación por las dificultades al momento de su convalidación como título universitario de calidad. https://www.mineducacion.gov.co/1759/articles-353691_archivo_pdf.pdf ; https://www.eltiempo.com/vida/educacion/el-reto-presupuestal-en-la-financiacion-de-las-universidades-publicas-139094
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