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  • Convocatoria del Programa InspiraPaz: la iniciativa para fortalecer a las organizaciones sociales en la defensa de los derechos humanos.

    Por: Pares En el Cauca, la guerra no ha terminado, basta con dar un repaso por diarios nacionales para darse cuenta de una gravedad que aumenta cada día. En lugares como Buenos Aires, Caldono, Caloto, Corinto, El Tambo, Jambaló y Santander de Quilichao, en donde las violaciones a los derechos humanos no cesan, el Programa InspiraPaz de USAID estará al lado de la comunidad. También lo hará en Antioquia, en los municipios de Cáceres, Caucasia y Tarazá, en pleno Bajo Cauca Antioqueño en donde la minería ilegal ha desatado la crudeza de los grupos armados. En el Carmen, Sardinata, Teorama y Tibú, corazón del Catatumbo, territorio minado desde hace 30 años por las guerrillas y los grupos paramilitares. Así como en el Caquetá en los municipios de Cartagena del Chairá, Florencia y San Vicente del Caguán, escenario de los frustrados diálogos de paz durante el gobierno de Andrés Pastrana. En el Pacífico, será en Barbacoas y Tumaco, de Nariño; Quibdó en Chocó; y Buenaventura en el Valle del Cauca. Esta convocatoria dirigida a las comunidades estará abierta en estos 21 municipios donde InspiraPaz esta. ¿En qué consiste? En Buenaventura, el jueves 6 de junio, el Programa InspiraPaz de USAID y del que Pares es socio, realizó el lanzamiento de su convocatoria dirigida a organizaciones de la sociedad civil con el objetivo de fortalecerlas en sus capacidades para la prevención de violaciones a los derechos humanos, protección, autoprotección de personas defensoras de derechos humanos y/o colectivos, comunidades en riesgo, en especial étnicas, e incidencia en políticas públicas de DDHH. Las iniciativas o proyectos deben ser para implementarse en una o varias de las 7 subregiones y 21 municipios priorizados por el Programa y deben tener una vigencia o tiempo de ejecución entre 6 y 12 meses. La convocatoria estará abierta desde la fecha hasta el 28 de noviembre de este año a las 17:00 hora colombiana. Para mayor información descargar los términos de referencia en este enlace: https://sharena11.springcm.com/Public/Folder/22197/ec1bf9ad-3e1d-ef11-b822-9440c9ae2c4d/cf9545e4-3e1d-ef11-b822-9440c9ae2c4d Para postular su propuesta ingresar al enlace de la convocatoria del Programa InspiraPaz: https://tetratech.my.site.com/ard/s/solicitation/a0MUP000000jucL2AQ/hr4paps001?language=en_US

  • Los incumplimientos de los gobiernos Duque y Petro que tienen a los indígenas ocupando el parque Nacional

    Por: Redacción Pares Foto tomada de: El Tiempo y El Espectador En las últimas horas el alcalde de Bogotá confirmó la muerte de una niña Embera de tres meses de nacida en los campamentos ubicados en el Parque Nacional en donde esperan desde el año 2020 a que el gobierno nacional les de una respuesta a las necesidades y padecimientos que vienen sufriendo en su territorio. La respuesta del Distrito fue hacer un llamado urgente al gobierno nacional para que se agilicen las negociaciones con el grupo de indígenas y puedan pactar lo que parece ha entrado irremediablemente a una zona pantanosa. Como la memoria es corta es bueno recordar lo siguiente: esto no arrancó en este gobierno. La ocupación por parte de 500 indígenas Embera en este espacio vital para Bogotá no arrancó con la ascensión de Petro a la presidencia. De hecho fue durante el gobierno Duque, en el 2020, cuando llegaron estos indígenas movidos por justas causas. Los primeros en llegar fueron 263 integrantes de la comunidad Embera Katío, a mediados del 2020, en medio de los problemas que dejaba la epidemia del COVID 19, habían llegado a la ciudad desplazados por la situación de violencia que se vivía en su territorio. La pandemia los obligó a asentarse y además pensaron que sería una buena manera de presionar para que fueran atendidos sus reclamos. La ONIC reportaba en ese momento en territorio 10 mil personas confinadas y 2 mil desplazadas. En ese momento la población de indígenas en el parque nacional superaba las 3000. A finales del 2021 se dio el primer retorno de indígenas a sus territorios de más de 1.500 indígenas volvieron a su territorio en Chocó y Risaralda, unos meses después se hizo un censo y se contabilizó que en el parque Nacional habían 1350. El 13 de mayo del 2022 se anunció desde la alcaldía de Claudia López que la reubicación de los indígenas sería completa y aunque muchos se fueron aún persisten más de quinientos. Las malas condiciones han hecho que niños como el que murió el pasado domingo 9 de junio corran riesgos eminentes de salud. La defensoría en su momento emitió un reporte que señalaba el nivel de precariedad de las condiciones en las que estaba la comunidad asentada en la zona: “No hay suministro de agua potable, los baños tienen filtraciones, no cuentan con el mínimo de condiciones de salubridad, y el lugar está infestado de moscas y cucarachas, plaga generadora de diversas enfermedades que ponen en riesgo la salud humana”. La unidad de víctimas, en abril de este año, identificó a 724 indígenas asentados en el emblemático parque. Aunque mucho bogotano que se acerque al lugar le parezca un capricho de los embera el protestar de esta forma, se olvida cuáles son las razones por las que ellos han decidido pasar noches heladas, torrenciales aguaceros y exponer su salud a las inclemencias del clima bogotano. La unidad de víctimas indagó y publicó en su momento las seis exigencias que se le han hecho tanto al gobierno de Iván Duque como al de Gustavo Petro: Conflicto armado interno y desplazamiento por la guerra. Ausencia de servicios integrales del Estado en sus territorios. Falta de garantía de viviendas y desarrollo rural. Dificultad para el acceso a bienes y servicios básicos. Estigmatización social. Falta de voluntad política para revertir estas situaciones. Es compromiso de todos impedir que un niño más muera en estas condiciones. Las exigencias de los Embera deben ser atendidas de manera inmediata. Y en ese sentido tanto el gobierno Duque como el de Petro se han hecho los de los oídos sordos ante los reclamos

  • Buriticá y el eterno conflicto por el oro

    Por: Fredy Chaverra Foto tomada del: Colombiano En la plaza central de Buriticá reposa un monumento que exalta la rebeldía del cacique Buriticá, un cacique legendario investido en oro que hacia el año 1538, en medio de la violenta arremetida de los conquistadores, prefirió arder en la hoguera antes que entregar la ruta de su tesoro a la voracidad de los invasores españoles. La gesta y rebeldía del cacique forman parte de la identidad social y cultural de este tradicional municipio del occidente antioqueño. Ahora, casi cinco siglos después de la gesta del cacique, la disputa por el oro sigue persistiendo en las montañas de Buriticá, y en los últimos meses, se ha intensificado en una escalada de confrontación que ya se ha cobrado la vida de varios mineros ancestrales. Desde el 27 de mayo los mineros iniciaron una protesta en contra de la Zijin Mining Group Co Ltd, una multinacional de origen chino que, desde el año 2020 cuando adquirió el título P7495011 tras un multimillonario negocio con la Continental Gold, llegó a la región con la intención de explotar un área de1.893,8 hectáreas entre los municipios de Buriticá, Giraldo, Santa Fé de Antioquia y Cañasgordas. Es la mina de oro más grande del país. La llegada de Zijin al territorio generó una conflictividad social que no ha parado de acrecentarse con los años. Desde algunas organizaciones mineras, la multinacional es percibida como una “intrusa”, se cuestiona su compromiso social y ambiental, y especialmente, su modelo de extracción masiva y tecnificada que ha tenido un impacto sustancial en la minería tradicional. Pero lo más delicado es que, según denuncian los mineros, desde hace un año Zijin estaría llenando de lodo los socavones que no le son provechosos en un procedimiento de retrollenado, esto, mientras decenas de mineros ancestrales todavía se encuentran extrayendo el mineral. Algo que ocurre a la par que estructuras armadas integradas al Clan del Golfo -ahora autodenominado Ejército Gaitanista de Colombia- avanzan en una disputa a sangre y fuego por ejercer un control ilegal en los socavones y limitar las labores de Zijin. Y en medio de esta disputa se encuentran miles de mineros ancestrales y sus familias, que, en una situación cada vez más trágica, se ven expuestos, por un lado, a la instrumentalización por parte de un actor armado ilegal, y por el otro, deben padecer las acciones contenciosas de retrollenado por parte de la multinacional. Acciones violentas y deleznables que atentan contra los derechos humanos. De ahí que la desaparición a principios de mayo de los mineros Edison Jiménez y Danny Humberto Ocampo, quienes operaban en los socavones ilegales y cuyos cuerpos, por motivos técnicos y de seguridad según afirmó Zijin en un comunicado público, no podrán ser rescatados de los socavones, haya detonado el más reciente bloqueo, el quinto desde el año 2020, pero el más intenso desde la llegada de la multinacional a la región. La única salida a esta crisis se encuentra en un diálogo sostenido. Una ruta para ello podría ser la instalación de mesas con equipos de trabajo diversos y con la presencia de los gobiernos locales, departamental y nacional; estas mesas deberán sesionar de forma pública y llegar a acuerdos vinculantes en torno a un programa de formalización minera, así como de planes sociales y ambientales, y además, hacer un enérgico llamado por el respeto a los derechos humanos. Rechazando el accionar y la instrumentalización de los actores armados. Tanto los mineros ancestrales como la multinacional china deben poner todo de su parte para encontrar una solución integral que sea verdaderamente sostenible en el tiempo, o si no, esto solo será la antesala a más muertes y a una crisis aún mayor. ¡Se requieren medidas urgentes!

  • Los paramilitares y parapolíticos que han apadrinado a Yahir Acuña

    Por: Redacción Pares Foto tomada de: Infobae Contra todo pronóstico Yahir Acuña pudo convertirse en octubre pasado en alcalde de Sincelejo. Los escándalos que han acompañado a este hombre en sus veinte años de carrera política son innumerables. Su salto no pudo ser más explosivo, pasó en poco tiempo de ser un estudiante de ingeniería agropecuaria a ser el consentido del entonces todopoderoso gobernador de Sucre Salvador Arana y contar con el aval de los jefes paramilitares, Eduardo Cobo Téllez, alias Diego Vecino y Rodrigo Mercado, “Cadena”. Otro de sus mentores fue Álvaro “El Gordo” García, condenado a 40 años de cárcel por la masacre de Macayepo, con su aval pudo ser concejal. En el 2010 fue fórmula a la cámara del exsenador Héctor Julio Alfonso López, conocido por ser el hijo de la empresaria del chance alias “La Gata”. Después del escándalo que protagonizó esta familia, Acuña busca cobijo en el grupo de Afrovides y consigue para las elecciones de ese año 59.627 votos. El aumento fue espectacular ya que en el 2006 apenas había obtenido 1.955. En el libro Herederos del mal, clanes, mafias y mermeladas, un testigo le cuenta a Ariel Ávila y a León Valencia que a Tolú llegaban para esas elecciones del 2010 “carros de políticos de otros departamentos a comprar avales”. Otro de los respaldos complicados que tuvo Acuña fue el de Juan Carlos Martínez Sinisterra quien se hizo tristemente célebre por una frase aberrante y que sintetiza las malas prácticas de la política en nuestro país “Acá es más rentable una alcaldía que un cargamento de cocaína”. Yahir Acuña ha sido investigado por estos hechos desde hace más de una década, pero, a pesar de esa cola de señalamientos, se lanzó a la alcaldía de Sincelejo y ganó esas elecciones en octubre del 2023. Ahora acaba de saltarle otra vez la liebre luego de que miembros del grupo criminal Los Rastrojos lo habrían señalado de recibir su ayuda para las elecciones parlamentarias 2010-2014 cuando llegó a ser Representante a la Cámara. Según denunció la Revista Cambio la Corte Suprema tendría las pruebas para acusarlo por el delito de concierto para delinquir. Los testimonios son de dos ex paramilitares que crearon este grupo paramilitar de los Rastrojos poco después de la fallida desmovilización de las AUC en tiempos de Uribe, se trata de los hermanos Juan Manuel y Brayan Eduardo Borré Barreto. Según estos testimonios se le brindó apoyo a Acuña en los municipios de San Onofre, Tolú, Tolú Viejo, Tolú Nuevo y Coveñas en Sucre. Los exparamilitares le contaron a Cambio lo siguiente: “Yahir Acuña nos aportó para la organización, nos mandó, por todo el tiempo que estuvimos allá, nos dio casi 1500 millones de pesos”. El problema no termina ahí. Los exparamiliares también afirmaron haber recibido dinero por parte de Acuña para realizar asesinatos a reclamantes de tierras despojadas por paramilitares. La Corte Suprema constató ambas declaraciones y no encontró contradicciones lo que los llevarían a realizar una investigación formal contra el actual alcalde de Sincelejo. Las formas de hacer política de Acuña han sido largamente cuestionadas. Como lo denuncian León Valencia y Ariel Avila en el libro anteriormente citado su práctica de entregar “mercaditos” a Mototaxistas fue ampliamente conocida en Sincelejo desde principios de la década pasada. En uno de los apartes del libro se dice lo siguiente sobre Acuña: “Desde los primeros meses del año 2013, este nuevo barón electoral se hizo rápidamente famoso -y temido por sus adversarios políticos- por la financiación de espectáculos populares como las fiestas de toros en Sucre, Majagual y Sampués en las que repartía boletas y whisky a los participantes del espectáculo taurino”. Las acusaciones denunciadas por Cambio le han puesto la lupa a uno de los grandes barones electorales de Sucre y quien ha demostrado tener el método para burlarse una y otra vez de la justicia colombiana.

  • Bitácora # 70: diálogos y negociaciones entre el Gobierno Colombiano y el ELN.

    Por: Redacción Pares Luego de la firma del acuerdo 28 sobre participación de la sociedad, que desarrolla el primer punto de la agenda firmada entre el gobierno colombiano y el ELN, tema significativo para unas negociaciones que siempre han sido difíciles, hay expectativa por la puesta en marcha de este proceso de participación, que ha tenido críticas y reparos de sectores empresariales, temas que la delegación de gobierno ha dicho públicamente que están dispuestos a dialogar y despejar dudas sobre lo que considera son supuestos e interpretaciones de un proceso que se enmarca plenamente en el ordenamiento constitucional y legal y no por fuera de este como han sido algunas de las criticas presentadas. El Senador Iván Cepeda y Vera Grabe como jefa de la delegación de gobierno han venido presentando ante la opinión pública los fundamentos de lo firmado y como el acuerdo es para promover la más amplia participación y lograr acuerdos sobre las transformaciones pertinentes y necesarias que hagan viable una visión compartida de paz y la construcción de un acuerdo nacional que le de soporte a este proceso de paz, todos objetivos ambiciosos que van a requerir de muchos diálogos y concertaciones entre diferentes. Hay manifestaciones publicas tanto del ELN hacia el gobierno como del gobierno hacia el  ELN en que se señalan mutuamente de criticas sobre sus actuaciones, el gobierno le pide al ELN que no agreda al presidente de la Republica ni a integrantes del equipo de paz del gobierno y considera infundados los reclamos que hace el ELN, de supuestos incumplimientos de compromisos por parte del gobierno, estas mutuas recriminaciones evidencian que los temas no resueltos y que son “factores de crisis”, siguen pendientes de resolver: suspensión del secuestro por parte del ELN, financiación del proceso de paz, la situación del Frente Comuneros del Sur, por lo menos tres temas que han sido polémicos en los últimos meses y que las dos partes deben resolver. Se espera que la realización del VI Congreso del ELN, muestre un mayor ritmo para este proceso de paz, ya veremos si en ese sentido van las conclusiones de este importante evento. Delegación de Paz del Gobierno de Colombia @DelegacionGob #Atención. Comunicado a la opinión pública de la Delegación del Gobierno de la República de Colombia en la Mesa de Diálogos para la paz con el Ejército de Liberación Nacional – ELN https://www.lafm.com.co/politica/gobierno-critica-agresiones-del-eln-no-aporta-al-proceso-de-paz Gobierno critica agresiones del ELN: "No aporta al proceso de paz" - El Gobierno Nacional reiteró su solicitud para que el ELN detenga el secuestro de colombianos. Iván Cepeda habla sobre el punto firmado con el Eln y sobre la idea de la Constituyente Valor y humildad para rectificar y cumplir acuerdos – Antonio García https://www.hsbnoticias.com/ojo-el-mensaje-del-eln-al-gobierno-por-la-paz-total/ https://eln-voces.net/?p=11507 ¡NO SE METAN CON LOS NEGOCIOS! – Pronunciamiento del Coce del ELN. ¡Ojo! El mensaje del ELN al Gobierno por la paz total https://www.semana.com/politica/articulo/la-advertencia-de-hernan-cadavid-sobre-la-negociacion-entre-gobierno-y-eln-es-una-constituyente-disfrazada-de-proceso-de-paz/202452/ La advertencia de Hernán Cadavid sobre la negociación entre gobierno y ELN: “Es una constituyente disfrazada de proceso de paz” - El representante a la Cámara del Centro Democrático explicó dentro de los puntos en discusión está el modelo político y económico del país. https://kaosenlared.net/colombia-eln-afirma-que-reformas-que-no-puede-hacer-gobierno-por-sabotaje-del-viejo-orden-son-tarea-de-la-lucha-popular/ Colombia. ELN: reformas que no puede hacer gobierno por sabotaje del viejo orden, “son tarea de la lucha popular” https://www.msn.com/es-co/noticias/nacional/rodrigo-londo%C3%B1o-rechaza-acusaci%C3%B3n-de-comandante-de-eln-sobre-supuesto-contrato-de-desminado/ar-BB1nPNwd?ocid=weather-verthp-feeds&apiversion=v2&noservercache=1&domshim=1&renderwebcomponents=1&wcseo=1&batchservertelemetry=1&noservertelemetry=1 Rodrigo Londoño rechaza acusación de comandante de ELN sobre supuesto contrato de desminado.

  • La masacre de las bananeras no fue un delirio de Gabo: condenan a Chiquita Brands por un siglo de crímenes

    Por: Redacción Pares Cuando murió Gabo en la semana santa del 2014, en medio del estupor de todo un país, la senadora María Fernanda Cabal no sólo causó conmoción al afirmar que el más grande de nuestros escritores ardería en el infierno junto a su amigo Fidel Castro, sino que La Masacre de las Bananeras no era más que un mito creado por la mente afiebrada del escritor. Cien años de soledad es uno de esos clásicos de los que todos hablan pero pocos tocan. Por eso es importante reproducir los hechos en los que García Márquez no sólo denuncia a una empresa bananera norteamericana, que en la vida real era la United Fruit que con los años se convertiría en Chiquita Brands, y una masacre que pegó doble: no sólo mató a decenas de manifestantes del Magdalena sino que pone en evidencia que alguien realmente poderoso puede cambiar la historia, hacer que una masacre no sea más que un delirio producido por la fiebre. García Márquez era mucho más que un genio narrativo, era un investigador acucioso. Basta con leer El general en su laberinto para entender la vastedad de su rigurosidad histórica. En 1990, en una de las pocas entrevistas que dio, le contó a la televisión británica que  “Las bananeras es tal vez el recuerdo más antiguo que tengo”. El 6 de diciembre de 1928 el futuro escritor tenía dos años cuando ocurrió la masacre. En ese momento Aracataca-Macondo, había dejado de ser un villorrio de unas cuantas casas de adobe que había creado la tribu liderada por José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán para convertirse en lo que prefiguró Melquiades en una de sus visiones de gitano: un poblado de techo de zinc en donde un monstruo como la locomotora llevaba y traía gringos y aventureros imponiendo esa palabra incomprensible llamada El Progreso. En esa fecha fatídica los sindicalistas le exigieron a los gringos derechos. No transigieron. Cuando se pararon la respuesta fue la fuerza y ordenaron disparar sus metralletas. Fue uno de sus personajes, José Arcadio Secundo, gemelo de Aureliano Segundo, quien presencia este hecho en la novela. Ileso, lo confunden con un muerto y lo meten en un vagón del ferrocarril lleno de cuerpos. Luego, en lo que quede de vida, intentará hacerle recordar a la gente el horror pero no, nadie se acuerda. Lo mirarán como un delirante. La masacre de las bananeras en un país acostumbrado a no ejercer el rigor de la memoria quedará, con un poco de método, convertido en un mal sueño. En la citada entrevista a la televisión británica Gabo ya no lucha y se entrega al decir popular: es probable que la masacre no haya sido más que un mito: “Fue una leyenda, llegó a ser tan legendario que cuando yo escribí Cien años de soledad pedí que me hicieran investigaciones de cómo fue todo y con el verdadero número de muertos, porque se hablaba de una masacre, de una masacre apocalíptica. No quedó muy claro nada pero el número de muertos debió ser bastante reducido. Lo que pasa es que 3 ó 5 muertos en las circunstancias de ese país, en ese momento debió ser realmente una gran catástrofe y para mí fue un problema porque cuando me encontré que no era realmente una matanza espectacular en un libro donde todo era tan descomunal como en Cien años de soledad, donde quería llenar un ferrocarril completo de muertos, no podía ajustarme a la realidad histórica. Decir que todo aquello sucedió para 3 ó 7 muertos, o 17 muertos… no alcanzaba a llenar ni un vagón. Entonces decidí que fueran 3.000 muertos, porque era más o menos lo que entraba dentro de las proporciones del libro que estaba escribiendo. Es decir, la leyenda llegó a quedar ya establecida como historia”. En esos años Gabo ya estaba intentando dejar atrás las viejas polémicas. Tenía 63 años y se presentaban los primeros indicios de las enfermedades que lo atormentarían al final de sus vidas, el cáncer, el olvido, eran problemas más profundos para él que ponerse de acuerdo con una cifra histórica. Lo cierto es que nunca hubo una cifra oficial. La Prensa, diario de Barranquilla, habló en su momento de 100 muertos, El Espectador, en una investigación publicada cinco meses después, afirmó que se trataban de 1.000 muertos y que el gobierno intentaba ocultarlos. El propio cónsul norteamericano habló de una cifra parecida. Lo único cierto es que acá ocurrió una masacre y no ha habido justicia para sus perpetradores. Quedarse a discutir una cifra que puede variar es de una insensibilidad tan inmoral como la que usan los negacionistas del Holocausto Nazi que se han enfrascado en los últimos años en discusiones sobre si hubo cinco millones de judíos asesinados o un millón en los campos de concentración. Lo único cierto es que hubo un fallo emitido en los Estados Unidos y que, un siglo después, empieza a hacerse justicia. Chiquita Brands fue hallada culpable en Estados Unidos de financiar a las AUC por lo que tendrá que pagar 38.3 millones de dólares a demandantes y familiares de víctimas.  Es que no hay que olvidar que Chiquita Brands procede de la United Fruit Company. Este cambio se dio en 1990. La United Fruit apareció en Colombia en 1899. La United Fruit siempre arrastró terribles polémicas en el continente, promoviendo golpes de estado en Guatemala contra el presidente Jacobo Arbenz en 1954. Su poderío en Latinoamerica fue tan grande que creó una forma de gobierno: la banana republic. Chiquita Brands se fue del país en el 2004. Las víctimas de esta empresa esperan que las mismas sanciones que se dieron en Estados Unidos se hagan efectivo en Colombia.

  • Leyva, el extraño caso del conservador que se convirtió en un afiebrado Petrista

    Por: Iván Gallo Fotos tomadas de Semana y Forbes Colombia Cuando los guerrilleros de las FARC lo vieron por primera vez pisando el campamento de Casa Verde, no lo podían creer. Había tenido que cruzar una vereda entera cerca a Mesetas, enfangarse las botas pantaneras y llegar con toda su vitalidad a ser el emisario oficial del presidente Belisario Betnacur en sus intenciones de paz. Era 1984 y por primera vez que los guerrilleros veían en su campamento a un aristócrata. Desde entonces la historia de Álvaro Leyva es transversal a la de los procesos de paz que han tenido suceso en este país con guerrillas y grupos armados. Leyva nació en lo que se conoce en Colombia como una “cuna de oro”. Es hijo del economista, abogado y político, miembro del partido conservador, Jorge Leyva Urdaneta. Senador, gobernador y ministro cuatro veces, nadie ponía en duda el peso que tenía dentro del partido. Cercano a Laureano Gómez la familia se exilia en 1953 huyendo de la ferocidad de Gustavo Rojas Pinilla y su golpe de estado. En ese momento Álvaro Leyva tenía 11 años cuando se trasladan a Nueva York. En esta ciudad incluso concluye el bachillerato. En 1957, una vez cae el dictador, la familia regresa a Colombia. Jorge Leyva intenta ser presidente de la República pero es derrotado. A los 56 años, después de un viaje por Hong Kong, Jorge Leyva Urdaneta contrae una gripa de la que no se recuperaría jamás. Moriría en 1968. En ese momento su hijo tenía poder dentro del partido conservador. Era muy cercano a Misael Pastrana y estuvo con él en la campaña de 1970. Leyva se transforma en su mano derecha, en su secretario personal y en esa década, en su treintena, empieza a subir las escaleras para realizar su gran sueño, o mejor, cumplir con el destino al que parecía estar marcado: ser presidente de la República. Por eso a los 32 es concejal por Bogotá, a los 34 asambleista y a los 36 representante a la Cámara. Pero Misael Pastrana no le cumplió. No le dio el apoyo que necesitaba para lanzarse a la presidencia. En 1986 Leyva promovió una consulta dentro del propio partido conservador pero el respaldo se fue para las toldas de Álvaro Gómez.  Se distanciaron unos años. Dicen que desde ahí Leyva tomó distancia, al menos ideológicamente, de su partido. Porque siempre ha sido un conservador. Un progresista conservador. Sin embargo, Leyva le reconoció siempre la influencia que tuvo en su carrera el líder conservador. Le aprendió incluso a tratar con la guerrilla. A comienzos de los setenta Misael Pastrana fue tal vez el primer presidente que se comunicó varias veces con Manuel Marulanda Vélez, entonces máximo jefe de las FARC. Apoyó, eso sí, a Belisario, como ministro y, sobre todo, cuando fue el primer gobierno en intentar un acuerdo con las FARC y también con el M-19. Todo terminó muy mal, con la sangrienta retoma al Palacio de Justicia. Había oficiales que estaban en contra de cualquier tipo de negociación con las guerrillas, uno de ellos fue su ministro de defensa el general Fernando Landazabal. Desde los ochenta Leyva fue una rara avis dentro del partido conservador. Leyva recibió el título por parte de Belisario de “Verificador-garante” de los acuerdos de la Uribe, nombre que recibía en ese momento el alto comisionado de paz. Ese camino que tomó Leyva le trajo inconvenientes. Incluso hoy, a sus 82 años, el ex canciller debe recibir insultos por parte de sus rivales políticos, todos relacionados con una supuesta relación con las FARC. Siempre le adjudicaron, a este hombre que aborrece cualquier tipo de violencia, una simpatía por la guerrilla que jamás tuvo. Incluso en el diario El Tiempo Victor G Ricardo llegó a decir en una polémica declaración que “Tirofijo apreciaba a Leyva”. En lo que siempre creyó fue en la paz y por eso terminó de petrista. Por eso y por las ganas de aventuras. Es que Leyva es un muchacho de 82 años. Sus amigos saben de su pasión por la velocidad. Aún sale a conducir, cuando su estrecha agenda se lo permite, una moto Royal Enfield 500, con su chaqueta de cuero y su altura imponente que los años apenas han reducido. Leyva es un facilitador. Andrés Pastrana lo usó de puente para acercarse a Manuel Marulanda Vélez, lo mismo hizo Samper con sus coqueteos de paz con las Farc. Participó en los diálogos de la Habana cuando la propia guerrilla lo designó, junto al abogado español Enrique Santiago, en una comisión independiente que discutiría los temas de justicia. Con toda esa trayectoria Petro vio que sería el canciller ideal para su Paz Total. No la tuvo fácil. Leyva, indomable, tiene la sangre caliente y la vitalidad del mismo hombre que se metió en un campamento de las FARC en 1984. Su conflicto con el establecimiento no se apaga con los años. El monopolio de una familia sobre los pasaportes en Colombia fue uno de los conflictos en los que sirvió de mosquetero a Petro. El otro es su reciente disputa con Santos por los acuerdos de paz y la probable ventana que se le abriría a la constituyente. Incombustible, Leyva parece un Rolling Stones de la política. Está listo para seguir dando guerra en los escenarios que aparezcan.

  • Los profesores de Carlos Castaño que lo preparaban para ser un líder político

    Por: Iván Gallo* Entre el 16 y el 22 de febrero del año 2000, 450 hombres de las Autodefensas Unidas de Colombia comandadas por Luis Francisco Robles Mendoza, alias Amaury, John Jairo Esquivel Cuadrado, alias El Tigre, y Uber Enrique Banquez Martínez, mejor conocido como Juancho Dique, siguiendo órdenes de sus jefes, Jorge 40 y Salvatore Mancuso, irrumpieron en la población de El Salado, jurisdicción del Carmen de Bolívar y asesinaron a un número indeterminado de personas. Según la Fiscalía fueron más de 100 en uno de los hechos más atroces que perpetraron los paramilitares. Lejos de cualquier repudio, una semana después, el 1 de marzo del 2000, con corbata y lustrado, aparecía Carlos Castaño en el programa Cara a Cara con Darío Arismendi. Los que habían conocido desde antes a Castaño quedaron impresionados con su actuación. Tosco, primario, violento, gritón, los adjetivos que acompañaron toda su vida a este señor de la guerra, no se ajustaban a lo que los colombianos vieron, un político hábil, con conceptos de país, populista pero hábil. Incluso pudo citar, con holgura, un poema de Mario Benedetti. Hubo colombianos incluso que empezaban a verlo como presidenciable. Las preguntas de Arismendi, por supuesto, eran bolas lentas, fáciles de batear. Existe un artículo titulado Los medios de comunicación y los actores armados: ¿condena o reivindicación? Del periodista Andrés Suárez que se pregunta ¿Por qué no le preguntó por la masacre de El Salado? ¿Qué tuvo de malo preguntarle por Pizarro, Jaramillo Ossa y algunos de los líderes de las AUC asesinados cuando ya se tenía certeza de que detrás de estos hechos estuvo la Casa Castaño? ¿Y del asesinato de Jaime Garzón, ocurrido un puñado de meses atrás, qué? En agosto de ese mismo año Castaño volvió a mostrar sus ideas en un programa de entrevistas, esta vez en RCN. En los meses que van entre febrero y agosto del año 2000, según el Observatorio de Memoria y Conflicto del Centro Nacional de Memoria, los paramilitares perpetraron 581 masacres. Su comandante fue entrevistado dos veces pero no fue importunado con alguna pregunta incómoda. Incluso estaba preparando un libro, una autobiografía, junto al periodista Mauricio Aranguren que se convertiría en un best Sellers. En ese momento los paramilitares vieron la posibilidad real de convertirse en un poder político. Estaban impulsando incluso un proyecto de “pacificación” en Urabá, entregarles tierras a campesinos también en Córdoba, crear “bases sociales” a través de lo que ellos llamaban su proyecto antinsurgente. Al menos así lo pensaba Castaño quien se rodearía de tres asesores que lo intentaron pulir. Uno de ellos era Ivan Roberto Duque, abogado de la Universidad de Caldas, militante en su juventud del partido Liberal, alcalde del municipio de la Merced en 1987. Dos años después fundaría MORENA, el Movimiento de Reconstrucción Nacional, según León Valencia, en su libro Parapolítica, historia del mayor asalto a la democracia en Colombia, fue el primer intento por hacer parapolítica en este país. Iván Roberto Duque, ya con el nombre de Ernesto Baez, sería uno de los tres comandantes paramilitares que en el 2004 fueron aplaudidos con fervor en el Congreso. Otro de los hombres que asesoraron a Castaño en su idea de convertirse en un líder político fue Hernán Gómez. Conocido como Hernancito, ideológicamente no tenía nada que ver con Castaño. Fue miembro del EPL y en Montería, su tierra, lo conocían por ser un fogoso líder estudiantil. Se decepcionó de la izquierda y como tantos otros casos se fue al otro extremo. Las clases de Gómez le servían a Castaño para conocer a sus enemigos máximos desde adentro. El otro maestro fue Rodrigo García. Los investigadores León Valencia y Mauricio Romero conocieron a García a comienzos de este siglo en medio de la investigación que iba a evidenciar el fenómeno de la parapolítica. Fue un ganadero de gran influencia, candidato a la gobernación y presidente del Fondo Ganadero de Córdoba. Su fervor por Carlos Castaño era sólo comparable al que sentía por Laureano Gómez. En ese momento ya estaba muerto Castaño y García creía que con su asesinato -acusaba a Mancuso de haberlo cometido- se habían acabado las esperanzas de alejar al movimiento paramilitar del narcotráfico y el crimen. Creía, según le contó al propio León Valencia , que “Lo sacrificaron para dejar atrás la misión original de proteger a los empresarios, a los ganaderos y enfrentar a la guerrilla”. A medida que iba tomando más consciencia política Castaño se dio cuenta de lo imposible de su sueño. Tenía las manos untadas de sangre y coca y así a un sector de la población su discurso anti Farc cautivara, los gringos jamás permitirían que se les montara un narco de las proporciones de Castaño. Con su asesinato en el 2004 no terminó la idea de los paras -que en ese momento ya controlaban el 35% del congreso- de crear un partido político. Un sector de las autodefensas quería tener su partido propio y fue Ernesto Báez quien los bajó de la nube. La idea fue de Don Berna quien incluso había creado una ONG para iniciar esa participación. Los argumentos que dio Báez fueron incontrastables: “Los políticos que nos han acompañado van a recelar, lo más probable es que entremos en disputas que no favorecen para nada la negociación y la reinserción a la vida civil, es mejor seguir en las estrategias de alianzas regionales”. Ya tenían el congreso listo y una negociación favorable. No podían pedir más. Sin embargo, como le confesaría Mancuso a León Valencia “nos mató el exceso de uribismo”. Pero, sobre estas traiciones se hablará holgadamente en otros artículos. *Los datos de este artículo se sacaron del libro Parapolítica, historia del mayor asalto a la democracia en Colombia de León Valencia.

  • Débora, la pintora que se burlaba de Laureano, Rojas Pinilla y todo el patriarcado

    Por: Iván Gallo Foto tomada de: Radio Nacional de Colombia A los 11 años el paludismo condenó a Débora Arango a ser una enferma crónica en lo que le quedaba de vida. La fiebre se le instalaría para siempre. Era una desgracia, pero también le enseñó el camino de ser diferente. Y sí que era duro para una mujer en la Medellín de comienzos del siglo XX ser diferente. Por consejo de su médico se instaló junto a su hermana en el municipio de la Estrella, lejos de la incipiente urbe y cerca de la libertad del campo. Allí aprendió de colores y rostros. Esos años fueron vitales para ir construyendo su universo. Cuando se repuso de su enfermedad regresó a Medellín. Débora tuvo que hacer lo que todas las mujeres hacían, estudiar para ser mujeres competentes, es decir, estudiar para aprender a llevar las riendas de una casa. Esa era básicamente la educación que recibía en el colegio María Auxiliadora. Las mujeres ni siquiera recibían, como los hombres, un título de bachiller sino un certificado de estudio.  Se aburrió y tuvo la fortuna de que sus papás, el comerciante Cástor Arango y su madre Elvira Pérez, la dejaran ser. Sabían, acaso, de la grandeza a la que estaba destinada. Y empezó a pintar. Tenía un taller en su casa en donde invitaba a sus amigas y allí empezó a hacer sus primeros bocetos. En 1931 regresaba a la ciudad Eladio Vélez, quien acababa de tocar con sus ojos la gran vanguardia europea, incluso alcanzó a estudiar dos años en París. En ese momento Débora, como artista incipiente, estaba buscando su voz. Con él aprendió a pintar naturalezas muertas. Otro maestro regresaría de Europa, el gran muralista Pedro Nel Gómez y él le aconsejó empezar a pintar el cuerpo humano. En ese momento el cuerpo humano era otro de los territorios vedados para la mujer. Desde la misma medicina estaba proscrito auscultar a una mujer en una revisión médica. Por eso tantas mujeres murieron sin saber sobre sus enfermedades. El cuerpo de la mujer era sagrado, pero, a la vez, una mujer que mostrara interés en desnudeces ajenas podría ser la encarnación del mismísimo demonio. Pedro Nel Gómez fue el que la convenció de dar el paso que la definiría: pintar el cuerpo humano. Su hermano, que estudiaba medicina, la dejaba entrar a escondidas al anfiteatro municipal y allí vio autopsias y aprendió cada detalle del cuerpo. Se convertía en una anatomista avezada. Se adentró tanto en su arte, consiguió su voz retratando la cotidianidad. En ese momento Guayaquil, que es la zona de la ciudad conocida como El Hueco, albergaba a la más alta población de prostitutas de la ciudad. Por intermedio de amigos muy cercanos a ella como el filósofo Fernando González, quien sería además uno de los primeros en darse cuenta de la importancia de su arte, tuvo contacto con prostitutas que sirvieron para ser sus modelos, como hacía Toulouse Lautrec en el Moulin Rouge con las mujeres que calmaban sus penas ahogándose en absenta. Débora, que tenía la fuerza de un río, se desbordó y hasta sus propios maestros, incapaces de entender su talento, terminaron dándole la espalda. Hay historiadores que lo de Gómez con Débora Arango no era más que celos: otra vez la discípula superaba al maestro. En ese periodo Arango encontró apoyo en el pintor Carlos Correa, con quien consigue hacer su primera exposición. La sociedad camandulera no estaba preparada para lo que sobrevendría: cuadros de desnudos hechos por una mujer. La iglesia, el sector más conservador de la política, se convirtieron no sólo en sus enemigos sino en los obstáculos que intentaron destruirla. Pero ella se repuso a todo. Incluso llegó a pensarse en la posibilidad de excomulgarla. Se cuenta que uno de sus maestros, Eladio Vélez, estuvo detrás de esa campaña llena de moralina en su contra. En 1940 el entonces ministro de educación, Jorge Eliecer Gaitán, la apoyaría. Expondría en Bogotá. El periódico ultra conservador el Siglo calificó la obra de “afrenta al buen gusto”. Detrás del Siglo estaba su dueño, el político Laureano Gómez, quien no sólo criticó a la artista paisa sino también a la decisión de Gaitán de haber apoyado la exposición de una artista que, según la crítica de ese periódico era: “una joven sin gusto artístico, que demuestra no poseer siquiera nociones elementales de dibujo y que desconoce la técnica de la acuarela”. Imparable, Arango dejó los desnudos por algo más escandaloso: la crítica social. En ese momento, 1943, las mujeres en Colombia aún no podían votar. Y empezó a apegarse a ideas socialistas, sobre todo influida por muralistas mexicanos. Hubo un cuadro que desató todo tipo de improperios, se llamaba Maternidad negra. Esta crítica social se exacerbaría aún más después del asesinato de Gaitán el 9 de abril de 1948. Entonces incursiona en algo que acabaría de despelucar a la sociedad paisa y colombiana: la sátira política. El energúmeno del Laureano Gómez sería su principal objetivo. Laureano era virulento. Le decían el monstruo. Con tintes que hacían acordar a Goebbels, ministro de propaganda del Nacional Socialismo, Gómez fue uno de los responsables de que estallara el periodo de Violencia. Débora se frotó las manos y fue contra él. Una vez lo derroca en 1953 el general Rojas Pinilla, pinta el cuadro La salida de Laureano, en donde el líder conservador está sentado en un butaco, acosado por gallinazos. Rojas creyó encontrar en ella una artista afín a sus ideas pero nada más lejos que pensar que nuestra Debora podría inclinarse ante un sátrapa. En Huelga de estudiantes Arango pintó el horror y la intolerancia del régimen. Esto  la llevó al ostracismo. Solo hasta 1975 puede hacer una exposición de peso en la Universidad Piloto de Medellín. En una conferencia del historiador Santiago Londoño se recuerda que incluso en la enciclopedia Salvat publicada ese año sobre el nuevo arte colombiano se ignora de manera grosera a una de las pintoras más importantes del arte Latinoamericano. Martha Traba también la ignoró. Era demasiado problemática, era libre, era mujer. Y tenía un pensamiento propio. Sólo en los años ochenta su nombre pasó a ser lo que siempre había sido: una de las imprescindibles del arte colombiano. Su nombre hace rato forma parte de la leyenda y fue una inspiración para el feminismo en un país de machistas. Débora, en sus colores, está más viva que nunca.

  • Avances y desafíos: ¿cómo van las reformas de Petro?

    Por: Katerin Erazo, Periodista Foto tomada de: AS Colombia El Congreso de la República de Colombia se prepara para una etapa crucial en su segunda legislatura del año, donde la agenda política se concentra en la aprobación de reformas sociales propuestas por el Gobierno. En un país marcado por profundas divisiones políticas y sociales, el proceso legislativo se convierte en un reflejo de las tensiones y aspiraciones de la sociedad colombiana. El pasado martes 4 de junio marcó el inicio de tres semanas intensas en las que el Ejecutivo buscará aprobar proyectos fundamentales, siendo la reforma pensional el principal caballo de batalla. Esta reforma ha escalado tres debates y ahora se enfrenta a su prueba final en la plenaria de la Cámara de Representantes. Sin embargo, el camino hacia su aprobación no está exento de obstáculos, ya que sectores de la oposición y grupos independientes han anunciado su intención de proponer cambios sustanciales al texto. A la par, otros proyectos cruciales como la ley estatutaria de educación y la implementación de la Jurisdicción Agraria enfrentan resistencia en el Senado. La complejidad de estas reformas radica en su impacto directo en áreas sensibles de la sociedad colombiana, como el sistema de pensiones, la educación y la distribución de tierras. En medio de este escenario, el presidente Gustavo Petro ha adoptado una postura cada vez más confrontacional, abogando por una Asamblea Nacional Constituyente como vía para impulsar cambios estructurales en el país. Esta propuesta ha generado un intenso debate político y ha polarizado aún más la opinión pública colombiana. A pesar de las críticas y los desafíos, varios proyectos del Gobierno han logrado avanzar en el Congreso gracias al pragmatismo y la capacidad de negociación de figuras clave como los ministros del Interior, Trabajo y Educación. Aunque en público Petro mantenga un tono radical, en los pasillos del Capitolio sus funcionarios trabajan arduamente para construir consensos y garantizar la aprobación de las reformas propuestas. Sin embargo, la sombra de la corrupción ha ensombrecido estos avances, con denuncias de supuestos sobornos y coimas para asegurar la aprobación de las reformas. Estas acusaciones han generado desconfianza y han alimentado la percepción de que el proceso legislativo está influenciado por intereses oscuros. En este complejo escenario político, la oposición continúa desplegando sus estrategias para frenar el avance de las reformas del Gobierno. Acciones legales, críticas públicas y maniobras parlamentarias son algunas de las armas utilizadas por los partidos contrarios al oficialismo para obstaculizar el curso de las reformas propuestas. A pesar de estos obstáculos, algunas reformas han logrado avanzar en el Congreso. La reforma pensional y la reforma educativa se encuentran en etapas avanzadas de su trámite legislativo, mientras que la reforma laboral podría ver la luz antes del cierre de la legislatura. Estos avances son un reflejo del compromiso del Gobierno y de los esfuerzos realizados por las fuerzas políticas para encontrar puntos de acuerdo en medio de la polarización. Según Alejandro Chala, investigador de la Línea Democracia y Gobernabilidad de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares), las reformas actualmente en discusión plantean incertidumbres sobre su aprobación. La gran pregunta en el Congreso es qué reformas serán aprobadas antes del 20 de junio, fecha límite, o en las sesiones extraordinarias de la semana siguiente. Algunas reformas, como la laboral, están estancadas por trámites, mientras que otras, como la educativa, han perdido su impulso progresista tras renegociaciones. Sin embargo, el investigador menciona que las reformas como la pensional tienen “viento en popa”, aunque pueden ser afectadas por eventos políticos complejos, como las recientes declaraciones sobre la Unión de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y Atención de Desastres. La estrategia del gobierno para lograr la aprobación de estas reformas implica una intensa negociación en el Congreso. Se observa un cambio en la forma de negociar, pasando de la radicalización inicial a una negociación más agresiva, donde el gobierno se ve obligado a adaptarse a propuestas independientes y de la oposición. Según el investigador de Pares, es crucial reflexionar sobre qué está dispuesto a ceder el gobierno para obtener la aprobación de estas reformas. La capacidad de negociar incluso con la oposición, como se evidencia en el caso de la reforma educativa, plantea preguntas sobre hasta dónde está dispuesto a llegar el gobierno en estas negociaciones. Sin embargo, estas concesiones pueden afectar el núcleo de las reformas y generar preocupaciones sobre la línea roja que el gobierno está dispuesto a cruzar. En cuanto al futuro, Alejandro Chala menciona que se espera que el gobierno continúe buscando la aprobación de sus reformas durante el último año legislativo. Sin embargo, con la cercanía de las elecciones de 2026, es probable que el Congreso entre en otras dinámicas, lo que podría limitar la capacidad del gobierno para avanzar en su agenda legislativa. Es necesario observar detenidamente cómo el gobierno gestionará esta situación y qué estrategias implementará para lograr sus objetivos. El Congreso de Colombia se encuentra inmerso en un complejo entramado político, donde se entrecruzan intereses, ideologías y disputas de poder. El destino de las reformas propuestas por el Gobierno está en juego, y el resultado de este pulso político definirá el rumbo del país en los próximos años.

  • Por fin ganaron los estudiantes: Leopoldo Múnera, el nuevo rector de la Universidad Nacional

    Por: Redacción Pares Foto tomada de: Semanario Voz Para Leopoldo Múnera es inconcebible una universidad moderna si no tiene autonomía de pensamiento, una garantía de independencia en la producción del conocimiento y en su actitud crítica ante lo político y lo social, la universidad no debe estar supeditada a algún tipo de poder. Y la universidad colombiana ha estado atacada desde afuera y desde adentro, intentando limitar su autonomía, su independencia de pensamiento. Y así se acaba la universidad. Sin pluralidad no existe una universidad. Esto lo dijo Leopoldo Múnera en toda su campaña hacia la rectoría de la Universidad Nacional, un campus que aprendió a amar desde que su papá, que era profesor, lo llevaba a sus clases. Desde los 24 años es profesor de esta universidad. El estudiantado acompañó siempre a este abogado con PHD en Ciencia Política, magister en desarrollo y magister en filosofía de derecho. Por eso lo eligió ampliamente en marzo del 2024 a Leopoldo Múnera pero en una decisión ampliamente discutida, el Consejo Superior Universitario CSU, designó a la brava a José Ismael Peña para que fuera rector en el periodo 2024-2027. Después de ser notificado de la caída de su nombramiento Peña, quien se autoposesionó en una notaría de Bogotá el pasado 2 de mayo, anunció que no se quedará quieto y que interpondrá recursos judiciales para reversar esta decisión. Lo que aplicó el CSU en marzo durante la elección de Peña fue un método llamado “Borda” por el que se eliminaba el voto directo y, de paso, se pisoteaba la autonomía de los estudiantes a la hora de elegir a su rector. Desde ese momento la Universidad entró en confrontación y sólo hasta el pasado jueves 6 de junio se pudo hacer respetar la decisión estudiantil en la elección del nuevo rector. Fue en una sesión extraordinaria en donde cinco de los ocho integrantes del CSU corrigieron lo que muchos consideraron un exabrupto. El Consejo Superior se comprometió a borrar “las irregularidades que se presentaron en la actuación administrativa de designación de rector de la Universidad Nacional de Colombia”. Siendo decano de la facultad de derecho y vicerrector de la sede de Bogotá, Múnera se mostró de manera irreductible de parte de los estudiantes. Ha sido un defensor también de la paridad de géneros dentro de la Universidad y en campaña le preocupaba que en la Nacional la proporción de estudiantes era de un 60-40. “No permitir que la mujer acceda plenamente a la universidad implica que no vamos a tener la experiencia de la mujer en su visión de sociedad y eso empobrece la visión que tenemos de sociedad. La sociedad colombiana tiene derecho acceder al conocimiento que tienen las mujeres”. En el 2019 y 2021 los jóvenes salieron a la calle durante el estallido social. Muchachos cansados de la política tradicional que les negaba un futuro. Una movilización que se hizo desde la precariedad, sectores que viven del rebusque, y, para Múnera, en una entrevista que le hizo la revista Raya, lo interesante de esto es que hubo un contacto directo con el movimiento estudiantil, “Los sectores estudiantiles se fundieron en las movilizaciones urbanas y rurales, esta movilización sirvió para que dos juventudes se encontraran”. Fue una movilización que integró a las familias. Las madres apoyaron a sus hijos en esta movilización y que reclamó pensar en otro tipo de sociedad y otro tipo de acceso, como la educación y la salud. Múnera, en su campaña, habló largamente de esto. El movimiento estudiantil cree que con Leopoldo Múnera como rector este sector que tiene negado el acceso educación podría tener una oportunidad de hacer parte de la educación superior. El pensamiento de Múnera y el de Petro tienen puntos en común en cuanto al acceso a la educación, en ampliar la cobertura en la educación superior no es una bandera del gobierno Petro “Sino que la ha tomado del movimiento estudiantil” Dice Múnera en la citada entrevista. Él también es un convencido de que hay que llevar la educación superior a los territorios más alejados. Petro se refiere a Múnera como un “gran intelectual” y basta ver sus ocho libros, sus maestrías  en Filosofía del Derecho en la Università degli Studi di Roma y en Desarrollo en la Université Catholique de Louvain, habla a la perfección el italiano, el francés, el inglés y el alemán. Además de ese respaldo a la autonomía universitaria Múnera llegará a la Nacional con un plan ambicioso para ponerla en la vanguardia del conocimiento: recuperar la educación pedagógica, consolidar el instituto nacional de investigación, innovación y política educativa, incrementar el presupuesto de las universidades estatales, recuperar el hospital universitario San Juan de Dios, entre otras reformas que necesita con urgencia la universidad. Con esta decisión los universitarios tendrán en la rectoría a alguien que está de su lado.

  • ¿Quién es el “mamerto” italiano que, según María Isabel Rueda, es el gurú de Petro?

    Por: Redacción Pares Foto tomadas de: RTVC Noticias En una columna escrita apresuradamente, María Isabel Rueda atribuye al filósofo italiano Antonio Negri una significativa influencia en el pensamiento de Gustavo Petro. Rueda, confiando excesivamente en su memoria, ni siquiera verificó en Google el nombre real de Negri, a quien llama cariñosamente "Dani". Según ella, Petro se basa en un ensayo titulado "Poder constituyente" para evitar al Congreso y dar un autogolpe, como prefigura buena parte de la derecha. Rueda sostiene que la táctica de Petro sería convocar a comunidades, estudiantes y trabajadores a través de asambleas barriales y veredales para aprobar sus proyectos, dado que el Congreso no le ha brindado apoyo. Aunque es indudable que Petro admira la obra de Negri, es evidente que María Isabel no tiene conocimiento profundo al respecto. Entre 2010 y 2012, Petro mencionó a Negri al menos 25 veces en Twitter. Durante su alcaldía en Bogotá, invitó a Negri a dar una charla en la capital y tuvieron varios encuentros privados. Cuando Negri murió en París en noviembre de 2023, a los 93 años, Petro publicó en Twitter: "Ha muerto Toni Negri, filósofo italiano. Muchas de sus teorías alrededor del concepto de 'multitud' fueron aplicadas por mí en la configuración de los programas de Bogotá y Colombia Humana. Se va un pensador profundo". Negri se hizo conocido en la década de los sesenta. Catedrático de teoría del estado en la Universidad de Padua, fue un protagonista clave de iniciativas como Poder Obrero, que cuestionaban la participación de los trabajadores en fábricas mecanizadas. Por esto, fue encarcelado y acusado de terrorista. Sus ideas, plasmadas en libros como "Imperio" y "Multitud", inspiraron movimientos ciudadanos en Italia en los noventas y levantamientos como el de Bolonia, así como el resurgir de movimientos anti-globalización en Europa a principios del siglo. En "Multitud", Negri y Michael Hardt, de la Universidad de Duke, mostraban cómo surgía una nueva clase global que reclamaba una democracia de multitud. Negri explicó en numerosos seminarios la importancia de la voz ciudadana en las calles. Nunca empuñó un arma, pero afirmó poéticamente: “Cuando me pongo el pasamontañas, siento el calor de la lucha obrera”. Fue detenido en 1977, acusado de terrorista, y liberado en 1984 tras ser invitado a ser parlamentario. Desconfiado, huyó a París, donde el gobierno progresista de François Mitterrand lo acogió. Allí, se convirtió en uno de los profesores más reconocidos de los años ochenta y publicó obras polémicas y liberadoras como "Spinoza subversivo" o "Imperio". Negri murió en París a finales de 2023. No quiso regresar a Italia, un país que veía manejado por un nuevo fascismo encarnado en Giorgia Meloni. Su gobierno siempre consideró a Negri un mal profesor, culpándolo de la muerte de muchos estudiantes que salieron a protestar. Aunque hay puntos en común entre Petro y Negri, especialmente en la fuerza que da la calle, Petro fue más un discípulo de Negri a principios de la década pasada. Como presidente, Petro necesita desarrollar más el capital. Fabián Acosta, profesor del departamento de Ciencia Política de la Universidad Nacional y conocedor del pensamiento de Negri, en entrevista con La Silla Vacía, no cree que Petro pueda ser influenciado significativamente por la obra del italiano: "La hegemonía narrativa del discurso ultraliberal ha vuelto difícil y hasta políticamente inconveniente discutir los temas relativos al anticapitalismo. Y Petro no es una excepción en este aspecto". Respecto al polémico poder constituyente, este no es otra cosa que esa ciudadanía activa que sale a la calle y expresa vehementemente una necesidad de cambio o inclusión, y que en democracia debería ser escuchada. En esa lógica, muchas veces en el mundo, ha sido el poder constituyente el que ha impulsado cambios, desde la lucha por los derechos civiles en los Estados Unidos, el voto de las mujeres y nuestra séptima papeleta que llevó a la constitución de 1991 son muestras de. Otro tanto en Colombia lo han sido el movimiento por la paz o el movimiento agrario. Es decir, llamar al poder constituyente es un llamado de Petro a su base social a las calles. Para que esto llegue a cambiar una constitución tendría que pasar todos los pasos contemplados en la ley, a no ser que el presidente tuviera la capacidad política de convocar los millones de votos que se requieren para un referendo, además con un llamado al cambio que aun no tiene contenido. La narrativa de Rueda donde las asambleas populares aprobarían su reforma no pasa una sencilla revisión jurídica. Simplemente es mentira. Relacionar a Petro y su idea de constituyente con el pensamiento de Negri puede parecer rebuscado. Petro está más cercano a pensadores contemporáneos como Mariana Mazzucato o Thomas Piketty. El pensamiento evoluciona, al igual que las necesidades de los países. Pero por enésima vez:  No se está convocando a ninguna asamblea constituyente por más pánico que se intente sembrar.

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