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BUSCADOR PARES

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  • Se cumplen 40 años de la masacre de estudiantes dentro de la Universidad Nacional

    Por: Redacción Pares La policía llevaba meses acorralando a los muchachos. Primero mataron a Jesús León, un estudiante de odontología, quien era conocido por su trabajo en Bienestar Universitario, que protestaba sobre la carrera 30 el 7 de octubre de 1983. Lo acusaron de haber pertenecido a un grupo guerrillero. La reacción de los estudiantes fue, unos meses después, el 16 de mayo de 1984, encapucharse y quemar un bus dentro de la Plaza Che. La reacción del rector fue permitir que la policía entrara y les diera bala a los estudiantes. De ese horror se cumplen cuarenta años. Nadie podrá olvidar este día. Nadie contó los muertos. Días antes de estos hechos ya se venían presentando hechos que ponían en alerta a la comunidad universitaria. Uno de ellos fue el asesinato el 9 de mayo de 1984 del líder estudiantil Jesús Chucho León, en Cali. Al principio dijeron que lo habían asesinado dizque por robarle la moto. Nada de esto es cierto. En la autopsia que se le hizo al cuerpo del joven quedó evidenciada la tortura que le hicieron antes de asesinarlo. Ya se habían presentado acoso, provocaciones, como la ocupación en septiembre de 1982 de las residencias estudiantiles y que permanecieron ocupadas de manera ilegal hasta la semana santa de 1984. En cada tropel a los policías se les empezó a hacer fácil acosar y disparar sobre estudiantes. Así también mataron a Yesid, un estudiante de arqueología. El día que quemaron el bus en la Plaza, después de la una de la tarde, después del estallido de una papa creada por los estudiantes, la Fuerza Pública, incluidos los policías de civil, se tomaron la universidad nacional y empezaron a reprimir. El rector, Fernando Sánchez Torres, afirmaron que hicieron un rastreo y que no encontraron muertos pero los estudiantes si vieron todo el horror. Asesinados a mansalva, rematados en el piso. Pisoteados por la bota militar. Se cumplen 40 años en los que la verdad ha intentado salir a flote pero la han ahogado impunemente. Después de ese suceso la universidad duró cerrada durante 11 meses. Cuando se reabrió la universidad los servicios de Bienestar Universitario, que le permitió a tantos estudiantes que no tenían nada pudieran comer, desapareció, así como también desapareció las residencias universitarias. Hay una investigación de archivos el Búho de la Universidad Nacional cuyos resultados fueron publicados en su momento por el diario El Espectador. El número de estudiantes detenidos y posteriormente torturados, incluso adentro del plantel, fue de 80. En marzo del 2021 un grupo de estudiantes le entregó a la Comisión de la verdad una investigación sobre este fatídico día. En ella se explica la transformación que venía teniendo la universidad quien pasó de ser un centro de estudios para clases privilegiadas en los años sesenta, a recibir a estudiantes de provincias, pertenecientes a estratos bajos. Esto politizó la universidad y produjo una intensidad en los paros como se vio en el año 1976 cuando hubo una activa protesta por el cierre de las residencias universitarias, o las continuas protestas que hubo en la universidad en contra de las políticas represivas del gobierno Turbay entre 1978 y 1982. Esa activación del pensamiento crítico universitario fue ripostado por los gobiernos con toda su brutalidad. La universidad no olvida. Cuarenta años después está sumida en una crisis institucional. Prácticamente hicieron un golpe de estado los administrativos para imponer como rector a un funcionario que es rechazado por la comunidad estudiantil. Esto generó un paro que ya lleva dos meses y ya hay rumores de cancelación de semestre. La elección de Ismael Peña no tiene contento a nadie, ni siquiera a trabajadores de la universidad que se sumaron al paro. La coyuntura, la conmemoración de los cuarenta años del mas violento ataque de la policía a la comunidad universitaria, hará que los estudiantes salgan  a la calle en este día. Se harán sentir con toda su fuerza.

  • La tragedia de la deforestación llega a Chibiriquete. Las fotos que demuestran el horror

    Por: Laura Bonilla, Iván Gallo En 1988 Carlos Castaño Uribe, entonces director de Parques Naturales, quería visitar Amacayu, una población en el extremo sur del país. Tomó una avioneta muy pequeña y en el aire la tormenta lo sorprendió. Se tuvieron que ir desviando, hacerle la gambeta al aguacero, de pronto entraron en un claro y descubrieron un mundo perdido. Era Chiribiquete. Carlos no era un vulgar marinero caza fortunas y despojador como Cristóbal Colón. Carlos era una antopólogo-arqueólogo con vasta experiencia. El hombre ideal para dimensionar la maravilla que se acababa de descubrir. Nadie estaba preparado para ver esos tepuyes, esas formaciones rocosas en medio de la llanura del Amazonas que tuvieron su formación hace 200 mil millones de años en el escudo guayanés. Parecía que hubieran sido puestos ahí, como huevos de un animal prehistórico. Lo primero que habría pensado Carlos Castaño-Uribe es que éramos más viejos de lo que pensábamos. Lo mejor es que todo estaba intacto. No sólo había descubierto América, también había descubierto la tumba de Tutankamón para la ciencia. Se hicieron varios sobrevuelos antes de ser declarado parque natural en 1989. Un año después hizo su primera expedición. Viajaron por uno de los ríos que lo surcan, el Ajaju y entonces descubrieron algo que cambiaría para siempre la concepción del hombre americano: los grabados que están en los tepuyes. Algunos, en sus paredes de 150 metros de alto, tienen 19.000 años. Esto cambiaba para siempre la concepción que teníamos de cultura. Eramos más antiguos que los propios egipcios, que a su vez ya eran antiguos para los antiguos. En las expediciones Castaño se dio cuenta, además, que a los alrededores de los tepuyes no habían asentamientos humanos. Desde hace 50 siglos han estado viniendo a este lugar miembros de tribus del Amazonas a rendirle culto a unos dioses que no entendemos y que los blancos hemos ido matando sin que tiemble el pulso: los jaguares. Las formaciones naturales más antiguas del planeta eran la maloka de los hombres jaguar. La prensa empezó a ponerle epítetos. Decían que era “La gran capilla sixtina del Amazonas” como si se pudieran comparar ambas cosas. Castaño-Uribe empezó a convertirse en el gran profeta de Chiribiquete y nos enseñaba algo: la mejor forma de preservarlos es no conociéndolo. Todo era muy frágil. Sobre todo lo que lo rodeaba. Flora, fauna y recursos hídricos que le traerían a la humanidad la seguridad de tener aire durante varios siglos más si esto se preservaba. Por eso una de las tareas de Castaño-Uribe fue ampliar el parque natural. En 1989 su extensión era de 1.250.000 hectáreas. Esta superficie se localiza entre los departamentos de Guaviare y Caquetá. Los cascos urbanos más cercanos y los que podrían afectar directamente a la zona son San José del Guaviare, Miraflores, Calamar, San Vicente del Caguan, Solano y Cartagena del Chairá. La lucha de Castaño -Uribe era poder ampliar esta zona para aumentar su protección. Porque a pesar de que la mano del hombre ya la estaba rodeando, aún, en el año 2018, seguía siendo la zona de extensión de selvas, humedales y recursos hídricos más grande del planeta. Estaba preservada también por la guerra. Este era un territorio FARC y la guerrilla se ocupó  de impedir que multinacionales mineras no llegaran a destruirla. El área se amplió en los últimos años. En el 2013 Santos decide que el parque tendrá 2.7 millones de hectáreas y en el 2016, después del boom que causó Colombia Magia Salvaje, se amplió a más de cuatro millones. Pero la gente quería ir. Sobre todo después de que terminó el conflicto con las FARC. Para ellos una selfie era más importante que el equilibrio de un ecosistema.  Algunos su único motivo fue el ego y tomarse fotos con las huellas de nuestros antepasados. Otros simplemente querían llevarse la riqueza. Hasta el 2.017 se tenían estos datos sobre su flora: había 2.138 especies de plantas, pertenecientes a 143 familias. 16 de estas familias sólo se dan en el área del parque. Si se destruyen jamás volveríamos a ver una. Este lugar además alberga el 15% de los mamíferos que hay en Colombia, 82 especies distribuidas en ocho órdenes, 18 familias, 10 subfamilias y 63 géneros. Este es el territorio del jaguar y el puma, considerados sagrados, este es el reino del mono araña, el cotudo y chucuco, de edentados como osos hormigueros, armadillos, pero además hay venados, marsupiales, murciélagos, 374 especies de ave y sus tres ríos, entre los que se cuenta el emblemático Apaporis tienen 63 especies de ave. Y todo esto está en peligro. Hace unos días nos llegó a la fundación Paz y Reconciliación una denuncia. A comienzos de esta semana la FDSC realizó un sobrevuelo por la zona y encontraron la evidencia que los apropiadores de tierra, quienes son en su mayoría pertenecientes a grupos armados, ya están desforestando muy cerca a los tepuyes de Chiribiquete. Las advertencias de Castaño-Uribe están lejos de haber sido escuchado. En Colombia se desforestan alrededor de 200 mil hectáreas, con el gobierno Petro se bajaron estas cifras a 160 mil. El gobierno celebró pero no hay muchas razones para hacerlo. Estas fotos demuestran lo cerca que están del Chiribiquete, el corazón de la Amazonía, el más protegido que hay en Colombia. Es vital para el tema del agua y para conectarse con la Orinoquía. Pero los aparadores de tierra ya están acá y sería el final de este paraíso. Según un funcionario de la Contraloría las acciones que ha tomado el gobierno han sido insuficientes: “Las últimas operaciones que se llamaban las burbujas donde la Fuerza Pública coordinaba con otras instituciones para parar la desforestación no se han vuelto a hacer y ya en la Amazonía hay evidencia de siembra de palma africana y eucalipto además de presencia de ganadería”. El fin estaría más cerca de lo que pensamos. Para Laura Bonilla, subdirectora de Pares, “detrás de la desforestación, de mover la frontera agraria, es que la gente, pese a la crisis del precio de la coca, extiende los cultivos de coca porque considera que ahorrar en pasta de coca es una especie de salvamento para cuando mejore el precio. Los grupos armados ilegales vienen detrás de esto y del comercio ilegal de madera que se suma a las ya fuertes economías que alimentan la guerra hoy”. Estas fotos demuestran el horror en el parque natural Tinigua: Fotos de parque natural Tinigua

  • Las cuatrocientas personas enterradas que debe ubicar Mancuso a cambio de su libertad.

    Por: Redacción Pares Fotos tomadas de:Radio Nacional de Colombia Cuando se anunció que Salvatore Mancuso regresaría al país a ser gestor de paz, sin embargo esta figura quedó en entredicho una vez pisó suelo colombiano. Después de haber cumplido con su pena en los Estados Unidos, se levantaron en el país 58 órdenes de captura contra el ex jefe paramilitar. No sólo era el peligro físico que podía correr por los nombres y detalles que iba a contar ante la JEP, sino las armas jurídicas para dejarlo preso y aislado y en silencio. Se lograron levantar esas detenciones a cambio de que entregara información sobre bienes, arrebatados a sus víctimas y lo más importante, que indicara en qué lugar estaban enterrados cuerpos en fosas comunes. El pasado viernes 10 de mayo ocurrió algo relevante: se le notificó que su boleta de libertad ya había sido emitida. Las órdenes de captura habían quedado atrás. José Manuel Parra, magistrado del Tribunal Superior de Bogotá, pudo determinar que Mancuso no había incumplido con la ley. La voluntad de Mancuso por contar la verdad pareciera que trascendiera lo legal y se le hubiera convertido en un compromiso moral. Es probable que Mancuso salga a finales de esta semana. Lo cierto es que ya tiene pactado un encuentro con otros jefes paramilitares para iniciar la búsqueda de cuerpos enterrados en la frontera en Venezuela y en Córdoba. Así lo anunció el abogado de Mancuso, Nelson Menjura, a RCN radio: “Es una actividad titánica. Mancuso ha mencionado que alrededor de 200 a 400 fosas comunes se están tratando de ubicar en la zona de frontera con el vecino país de Venezuela, en regiones donde los paramilitares arrojaban los cuerpos o los enterraban en fosas comunes”. En la frontera Mancuso se movió a sus anchas a comienzos de este siglo. En un lugar como Rumichaca, un prostíbulo que quedaba a diez minutos de San Antonio del Táchira, se planeó la toma del Catatumbo. Los horrores que produjo la máquina paramilitar en La Gabarra y Tibú aún estar por contar. Pero en Cúcuta, en lugares como Juan Frío, vereda de Villa del Rosario que colinda con Venezuela, se adaptaron trapiches para quemar allí cuerpos humanos. Fue el capítulo de los hornos crematorios. Esta idea surgió de Jorge Iván Laverde, mejor conocido como El Iguano. Sobre este capítulo se han escrito libros y artículos y muchos han emparejado el accionar de los paras con el de los nazis durante el Holocausto. Este capítulo que revelará Mancuso va mucho más allá ya que habla es de fosas comunes. El año pasado, en julio, Mancuso se refirió al tema y mostró su voluntad de verdad al darle las coordenadas a la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas, para que encontrara una fosa común en el corregimiento de Juan Frío. Un equipo técnico de la entidad se acercó al lugar indicado y encontró la verdad buscada desde hace más de veinte años. No se podía excavar en la zona a profundidad porque estaba ubicada en territorio venezolano, pero una primera inspección logró determinar que habían restos óseos. Según un informe de la Comisión de la Verdad en Colombia hay 121.768 personas desaparecidas a riesgo de que exista un sub registro y este número podría ascender a 200 mil. La mayoría de estos hechos se dieron entre los años 1986 y el 2016. Los paramilitares implementaron métodos para desmembrar personas y asegurarse de que estas se hundieran en los ríos. En una conversación con el periodista Steven Dudley, el temible Negro Vladimir, ex Farc que terminó volteándose a favor de los paramilitares, contaba cómo era su trabajo, más parecido al que podría tener un matarife en un matadero que a otra cosa. A diario congregaban sus presas, las llevaban a áreas designadas, y luego las masacraban. En seguida desmembraban a sus víctimas: primero las manos, luego los pies y por último la cabeza; les sacaban los intestinos en un proceso llamado La picalesca. Así se aseguraban que los cuerpos no volvieran a flotar más. Se estima que pueden ser doscientos los cuerpos que podrían encontrar en la frontera con Venezuela. Ya se adelantan diligencias con la cancillería de ese país para poder hacer las diligencias respectivas. En Córdoba el excomandante paramilitar ya se encuentra listo también para develar donde están enterradas un número que podía superar los doscientos cuerpos. La verdad, por más dura y demorada, siempre es necesaria que llegue. Esta semana víctimas de Mancuso en el municipio de Los Patios, Norte de Santander, recuperaron un predio que habían perdido hace 23 años, en plena ocupación paramilitar. La Unidad de Restitución de Tierras se los devolvió a Jaqueline Campos Rincón, a quien le asesinaron a sus dos hijos que estudiaban criminalística y estaban trabajando en el DAS en el momento de la muerte. El padre de los dos muchachos recordó el momento más horrible de su vida: “Mis dos hijos estudiaban Criminalística y ya estaban trabajando con el DAS. Entonces, acá a la casa, vinieron varias veces hombres armados en motos y encapuchados, con armas largas. Nos dijeron que los muchachos tenían que irse con ellos para que hicieran parte de ese grupo, pero la idea era que sacaran información del DAS, y como no aceptamos, ellos siguieron con muchas intimidaciones”. Estos desplazamientos fueron atribuidos en su momento a Mancuso. Decir donde están ubicadas estas fosas comunes son sólo un paso más que debe cumplir el comandante paramilitar en su compromiso con la verdad y la reparación.

  • Bitácora # 66: diálogos y negociaciones entre el Gobierno Colombiano y el ELN.

    Por: Redación Pares Semana de 6 al 10 de mayo 2024 Nuevamente hay que recordar que todo lo relacionado con la solución dialogada y negociada de un conflicto armado es difícil, máxima que vuelve a cobrar relevancia cuando el ELN anuncia que suspende su compromiso de no secuestrar por motivos económicos, compromiso que había adquirido de manera unilateral y que ahora argumenta que su decisión está ligada al no funcionamiento de un fondo acordado para financiar el conjunto del proceso de paz, a lo cual la delegación de gobierno ha respondido, argumentando que el no funcionamiento aún del fondo, responde a la suspensión del proceso por parte del ELN, es una crisis sin duda y una mala noticia que el ELN regrese a tan condenable práctica tan repudiada con toda razón, en la sociedad colombiana. Ante la crítica situación en el sur de Bolívar, donde las AGC, tienen el propósito de apropiarse de las minas de oro y toda la economía importante de la región, operación que lleva tres años y donde hay avances impresionantes en esa dirección, con las graves afectaciones a los derechos humanos de las comunidades de esta importante región, las delegaciones de gobierno y ELN, sostuvieron una reunión con organizaciones sociales para escuchar de viva voz sobre esta delicada situación, que cobró la vida de Narciso Beleño, destacado dirigente de Fedeagromisbol e integrante del Comité Nacional de Participación, hechos de la mayor gravedad que ameritaron un pronunciamiento conjunto de gobierno y ELN. Vamos a ver si el gobierno colombiano puede contener a las AGC y defender a las comunidades, tema crucial, donde se juega su credibilidad. Continúan los encuentros regionales para la construcción del Plan Nacional de Participación. No hay noticias públicas, del tratamiento a las discrepancias dentro del gobierno frente a un proceso en Nariño y la mesa nacional, muy seguramente el nefasto pronunciamiento de suspensión del compromiso de no secuestrar por razones económicas que ha hecho el ELN, vuelva a cohesionar al gobierno, veremos cómo evoluciona el desempeño del gobierno, que se ha mostrado con sus debates internos y lecturas matizadas frente a cómo tratar con el ELN. (4) Delegación de Paz del Gobierno de Colombia en X: "#Atención. Comunicado a la opinión pública de la Delegación del Gobierno de la República de Colombia en la mesa de diálogos para la paz con el Ejército de Liberación Nacional – ELN https://t.co/MDNcK7sopq" / X (twitter.com) Comunicado a la opinión pública de la Delegación del Gobierno de la República de Colombia en la mesa de diálogos para la paz con el Ejército de Liberación Nacional – ELN EL ELN CUMPLIÓ EL COMPROMISO DE SUSPENCIÓN TEMPORAL DE RETENCIONES ECONÓMICAS – Telegraph EL ELN CUMPLIÓ EL COMPROMISO DE SUSPENCIÓN TEMPORAL DE RETENCIONES ECONÓMICAS - Dirección Nacional del Ejército de Liberación NacionalMay 06, 2024 UNIDAD EN EL ELN PARA RATO – ELN VOCES (eln-voces.net) Unidad del ELN para rato - Antonio Garcia Sobre la unidad del ELN, respuesta a Antonio García - León Valencia Señor Antonio Garcia, en el escrito de hoy 6 de mayo de 2024 en el que usted alude a una entrevista que me hicieron en Blue Radio, señala lo siguiente: “lo que dice león Valencia no es objetivo”. “Un acuerdo de paz le daría un nuevo sentido al ELN”: carta de León Valencia a Antonio García (pares.com.co) “Un acuerdo de paz le daría un nuevo sentido al ELN”: carta de León Valencia a Antonio García - Por: Redacción Pares Encuentro Suroccidente. Sobre su participación para aportar al proceso de paz entre el Gobierno de Colombia y el ELN, las comunidades enfatizaron en las perspectivas interétnicas como alternativas para tramitar conflictos y construir acuerdos en los territorios. #CNP Comunidades de Colombia aportan a proceso de paz entre Gobierno y ELN - Noticias Prensa Latina (prensa-latina.cu) Comunidades de Colombia aportan a proceso de paz entre Gobierno y ELN Comunicado a la opinión pública de la mesa de diálogo entre el Gobierno Nacional y el ELN sobre la visita al Sur de Bolívar. 'Fondo multidonante no es contraprestación a suspensión del secuestro': Gobierno le responde al Eln (eltiempo.com) 'Fondo multidonante no es contraprestación a suspensión del secuestro': Gobierno le responde al Eln El ELN "da por terminada" la suspensión de los secuestros (rtve.es) El ELN "da por terminada" la suspensión de los secuestros con fines económicos en Colombia (3) "Estamos dispuestos a la paz regional": Frente Comuneros del Sur del ELN - YouTube "Estamos dispuestos a la paz regional": Frente Comuneros del Sur del ELN (3) ¿Y el ELN qué? - YouTube ¿Y el ELN qué? - Maestra Socorro Ramirez Negociador del ELN se queja del gobierno, asegura que el dialogo está a punto de romperse - DNews ¿La Paz Total de Petro está ahogando el Acuerdo con FARC? Hablan exnegociadores | El Espectador 20240506_Cuarto_Informe_Seguimiento_Dialogos_ELN.pdf (cinep.org.co) INFORME DE NEGOCIACIÓN CON EL ELN Avances y regionalización de la mesa Proceso de paz con el ELN: Más allá de la crisis | Razón Pública (razonpublica.com) Proceso de paz con el ELN: Más allá de la crisis -  Paloma Bayona Defensoría alerta por crisis humanitaria en Arauca por el ELN y disidencias de las Farc (asuntoslegales.com.co) Defensoría alerta por crisis humanitaria en Arauca por el ELN y disidencias de las Farc ELN ASEGURA QUE EXISTE UN NUEVO PLAN INTEGRAL PARA FACILITAR LA INCURSIÓN PARAMILITAR EN ARAUCA.

  • Gobierno respondió a acusaciones del ELN sobre negociaciones con Frente Comuneros del Sur: ¿Qué pasó?

    Por: Katerin Erazo, Periodista Foto tomada de: El Tiempo En medio de una compleja coyuntura política y social en Colombia, las recientes acusaciones del Ejército de Liberación Nacional (ELN) sobre supuestas negociaciones entre el Gobierno y el Frente Comuneros del Sur, una facción disidente de la guerrilla, han desatado un torbellino de controversias que amenaza con posiblemente desestabilizar el ya frágil proceso de paz en el país. El Gobierno colombiano, a través de un comunicado oficial, ha respondido de manera contundente a estas alegaciones, rechazando categóricamente las acusaciones del ELN y reafirmando su compromiso con la mesa de negociación oficial. La Dirección Nacional del ELN, por su parte, insiste en que el Estado estaría relegando la mesa de diálogo para centrarse en conversaciones con el Frente Comuneros del Sur, al que califican de "infiltrados". Esta confrontación dialéctica entre las partes involucradas en el proceso de paz refleja una profunda división y desconfianza que ha marcado las relaciones entre el Gobierno y el ELN durante años. Desde el inicio de las negociaciones, han sido recurrentes los desencuentros y las acusaciones mutuas, lo que ha obstaculizado el avance hacia una paz duradera y estable en Colombia. Es relevante señalar que el Gobierno emitió un comunicado oficial el pasado 8 de mayo, anunciando la viabilidad de iniciar un diálogo con la organización del Frente Comunero del Sur, siempre y cuando se la reconozca como una entidad independiente del ELN. Esta crisis se agrava es por la situación interna del ELN, especialmente en el Frente Comuneros del Sur, que ha evidenciado tensiones y divisiones internas durante años. Este grupo disidente, surgido hace más de dos décadas y geográficamente apartado de los frentes mejor consolidados, ha mantenido acercamientos con delegados gubernamentales desde el año pasado, buscando iniciar un proceso de diálogo independiente de la dirección principal del ELN. La iniciativa del comandante Yepes Mejía de entablar conversaciones con el Gobierno sin el respaldo de la Dirección Nacional del ELN ha generado controversia dentro de la guerrilla, con algunos observadores del proceso especulando sobre posibles motivaciones y consecuencias de esta decisión. La falta de consenso interno en el ELN respecto a la estrategia a seguir en las negociaciones de paz ha contribuido a la incertidumbre y la inestabilidad en el proceso. En este contexto tenso y desafiante, el Gobierno colombiano se enfrenta a la difícil tarea de mantener la cohesión y el rumbo de las negociaciones de paz, mientras responde a las acusaciones del ELN y busca superar los obstáculos que amenazan con descarrilar el proceso. El rechazo del Gobierno a las acusaciones de priorizar negociaciones con el Frente Comuneros del Sur y su llamado a respetar el proceso de diálogo oficial son señales de su determinación de no ceder ante presiones externas y de seguir adelante en la búsqueda de una solución negociada al conflicto armado en Colombia. Sin embargo, la situación se complica aún más con la reciente decisión del ELN de reactivar el secuestro como forma de presión sobre el Gobierno, alegando incumplimientos por parte del Estado en el financiamiento de proyectos de paz. Esta medida ha generado rechazo tanto dentro como fuera del grupo guerrillero, evidenciando las divergencias internas y la falta de consenso sobre la estrategia a seguir en las negociaciones. Paola Marín, investigadora de la Línea Paz, Posconflicto y Derechos Humanos de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares), ha señalado que la reciente decisión del ELN de retomar las retenciones con fines económicos es lamentable. Esta acción socava los avances logrados en el proceso de negociación, donde la suspensión de estas prácticas había sido un punto de fortalecimiento y credibilidad. Marín explica que, en respuesta a este tipo de acciones, se había concebido la propuesta del Fondo Multidonante. Este fondo no se planteaba como un incentivo para que el ELN cesara en sus secuestros, sino como un mecanismo para financiar los procesos territoriales que acompañaban las negociaciones, incluyendo la participación de la sociedad civil en la mesa. El retorno a estas prácticas no solo genera tensiones dentro de la delegación gubernamental, como lo evidencian las declaraciones de Lafaurie, sino que también afecta negativamente la percepción de la sociedad civil sobre el proceso de negociación de paz. Marín también destaca que el ELN ha enfrentado históricamente divisiones internas, con grupos que son considerados como infiltrados. Este es el caso del reciente rompimiento en Nariño y los encuentros territoriales con el gobernador, donde se acusó de infiltración a ciertos actores. La falta de respuesta por parte del comando central del ELN a estas discrepancias ha contribuido al rompimiento y la decisión del Frente Comuneros de cortar lazos con la dirección nacional. La investigadora de Pares subraya que estas divisiones internas no son nuevas, dado el carácter federado de la guerrilla, con frentes operando de manera independiente. Esto ha generado ideas divergentes y falta de cohesión, a pesar de los congresos periódicos que buscan unificar criterios. Con el rompimiento del Frente Comuneros del Sur, surge la necesidad de definir quién representará al ELN en Nariño, donde este frente tenía una presencia destacada. Marín sugiere que la creación de un espacio de diálogo territorial podría ser un enfoque interesante para el Gobierno Nacional, especialmente considerando las alianzas que han fortalecido la presencia del Frente Comuneros del Sur, como su colaboración con la Coordinadora Guerrillera del Pacífico de la Segunda Marquetalia, que ha expresado su disposición al diálogo. Esto podría ser una oportunidad para fortalecer el diálogo territorial en Nariño, siempre y cuando el gobierno logre establecer una presencia efectiva en la región. Finalmente, resaltó que se aguarda con expectación la próxima reunión entre el Gobierno y el ELN programada entre el 20 y el 25 de mayo en Caracas. En esta ocasión, que se busque dar cumplimiento al primer punto de la agenda de diálogo, previamente acordado en México, el cual se centra en la inclusión de la sociedad civil en el proceso de construcción de paz liderado por el Comité Nacional de Participación. Se espera que esta reunión propicie avances significativos, ya que este punto ha sido relativamente consensuado, en parte gracias al trabajo conjunto del Comité Nacional de Participación, que aglutina diversas organizaciones y ha promovido diálogos regionales en todo el país. Asimismo, se aspira a que tanto el Gobierno Nacional como la comandancia del ELN utilicen este espacio para sostener un diálogo constructivo, buscando la resolución de conflictos. Es deseable que se puedan superar las diferencias que han sido persistentes, especialmente por parte de la delegación del ELN, y que se pueda consolidar un canal de comunicación oficial que contribuya a la solución de las crisis y problemáticas en curso.

  • Cuando cayó el General Santoyo, la mano derecha de Uribe, por colaborar con los paracos

    Por: Redacción Pares Fotos tomadas de: Blu Radio y Voz de América Hace veinte años eran pocas las personas dentro del gobierno de Alvaro Uribe que tuvieran más poder que el general Mauricio Santoyo. Compartía con el presidente la pasión por la madrugada. Antes de que clareara ya ambos estaban hablando sobre la situación del país, con un mapa encima de una mesa. Arrancaba el gobierno Uribe y con él su Seguridad Democrática. El sirirí de era arrasar con las FARC y “devolverle las carreteras al país”. Para esto Uribe usó la táctica de los consejos de seguridad. Santoyo, en esos espacios, era la sombra del presidente. Se le veía siempre tomar atenta nota de las órdenes que dispusiera su jefe. Pero, detrás de la imagen de oficial impoluto se escondían secretos. Santoyo fue condenado en Estados Unidos por los peores crímenes que podrían imputarlo a un miembro de las fuerzas armadas. El general Mauricio Santoyo, ex jefe de seguridad de Álvaro Uribe, se aferraba con uñas y dientes al último salvador con el que contaba: la JEP. En septiembre del 2021 este tribunal aceptó al ex oficial quien, según determinó la Corte de Alexandria, en Virginia, Estados Unidos, entre el 31 de octubre del 2001 y el 28 de noviembre del 2008 suministró, desde la mismísima Casa de Nariño, “apoyo y recursos a los paramilitares”. En ese momento el país vivió la expansión de las fuerzas de los hermanos Castaño y Mancuso. Según el fiscal que lo acusó, Neil H. MacBride, el general ayudaba desde su cargo a que llegaran a buen destino los cargamentos de coca enviados por los carteles de la mafia a los Estados Unidos. Santoyo fue condenado en los Estados Unidos a una pena de 85 meses por enriquecimiento ilícito y lavado de activos. Se convertía con esto en el oficial con más alto rango condenado en EEUU. El propio general confesó haber recibido cinco millones de dólares por parte de los paras. La manera como ayudaba el general a los paras pone los pelos de punta: chuzaba de manera ilegal a la propia fuerza pública y así les iba advirtiendo de los operativos en contra de ellos. También era el encargado de poner en zonas de influencia paramilitar a oficiales que estuvieran de acuerdo con su causa. Tan sólo basta con recordar lo que se decía en el entorno de Uribe sobre el general Santoyo hasta el año 2010 para entender que era considerado poco menos que un héroe. Hijo de un humilde panelero boyacense, Santoyo era la clásica historia del que arranca desde abajo y se gana todo con las uñas bien limpias. Sus hermanos también fueron policías. A su hermano Julio lo mandaron en 1990 a Medellín. La misión que tenía era perseguir a Pablo Escobar. Lo hizo bien, el capo cayó en 1993. Su hermano Julio le allanó a Mauricio el camino para que aterrizara en el Gaula de Medellín en 1996, justo cuando el gobernador de Antioquia era Álvaro Uribe Vélez. Se convirtió en el oficial más eficiente para rescatar secuestrados. En Medellín no sólo liberó secuestrados. Empezó a tejer una compleja red con narcos como alias Rogelio quien, a finales del siglo XX, era el mandamás de la Oficina de Envigado. Este narco, Rogelio, fue el que, después de haberse entregado a la justicia en el año 2012, terminaría por salpicar a Santoyo contando todo lo que sabía. Sus métodos no eran los más éticos. Fue un experto en las chuzadas ilegales que aprovechó, además, para perseguir a defensores de derechos humanos. La Procuraduría pudo probar que interceptó, entre los años 1998 y 2001, 1808 líneas telefónicas. Eso no fue ningún impedimento para que Uribe lo promoviera y lo tratara como alguna vez hizo con Rito Alejo del Rio, también condenado por sus alianzas con grupos paramilitares, como un prócer. Uribe siempre estuvo ahí para salvar a Santoyo. Lo salvó cuando la Procuraduría lo destituyó por el escándalo de las chuzadas lanzándole un insólito salvavidas gracias a una decisión del Consejo de Estado. Incluso convenció al congreso para que ascendiera a Santoyo a general en el 2008. Lo quería tanto Uribe, le reconocía tanto su labor que en su autobiografía, titulada “No hay causa perdida” el nombre del general Santoyo aparece en los agradecimientos. Era la leal a Uribe, era lo único que le importaba al expresidente. Después vino su caída. Santoyo pagó su condena en Estados Unidos en silencio. Regresó a Colombia el 29 de abril del 2019. Una vez se bajó del avión fue esposado. Venía deportado con 100 personas más. Santoyo tenía una deuda con la justicia colombiana, el asesinato de dos activistas de derechos humanos ocurrido en septiembre del 2006. El CTI tenía una orden de captura contra él por el delito de concierto para delinquir agravado y desaparición forzada agravada. Mientras Uribe defenestra a la JEP, su ex hombre de confianza ingresó a este alto tribunal después de ser aceptado en septiembre del 2021. Pero sus aportes a la verdad han sido nulos. Supuestamente Santoyo iba a declarar en los macrocasos 06 y 08 que investigan la persecución a miembros de la Unión Patriótica y los crímenes cometidos por la Fuerza Pública y agentes del Estado, en asocio con paramilitares. Pero en marzo del 2024, en su última audiencia ante la JEP, negó sus nexos con paras como Diego Murillo, alias Don Berna y Francisco Javier Zuluaga “alias Gordolindo”. Santoyo le habría pedido a la JEP el beneficio de la libertad condicional pero un juez le acaba de cerrar esa posibilidad y además, debido a sus nulos aporte a la verdad, podría ser expulsado de este tribunal. Si Santoyo quiere salvarse debe quebrar algunos códigos y delatar si hubo superiores detrás de sus crímenes.

  • El amor de Gabriel García Márquez por su pueblo, Aracataca

    Por: Redacción Pares Foto tomada de: Radio Nacional de Colombia Gabo tenía un sueño recurrente. A veces se levantaba en mitad de la noche y volvía a ser un niño. Tenía 8 años y estaba en la vieja casa de su familia materna. Reconocía el estuco, el bahareque, las ventanas grandes para que entrara el extraño frescor de la calle en Aracataca. Después del sueño venía la realidad, estando en las cuatro paredes de un hotel de lujo en París, Barcelona o Londres, y la amargura lo asfixiaba. Sí, a pesar de que era el escritor más famoso del mundo, que su obra, Cien años de soledad, era comparada con El Quijote, Gabo lo único que quería seguir siendo era el nieto de su abuelo. Las pocas entrevistas que el escritor dio tienen algo en común: la nostalgia por su pueblo. Afirmó varias veces que de nada le serviría escribir unas memorias porque a él las cosas importantes le dejaron de pasar a los ocho años. El personaje que más lo influenció fue su abuelo, Nicolas Ricardo Márquez, quien murió cuando él aún vivía en la vieja casa. El viejo militar que participó en la Guerra de los mil días fue la inspiración del Nobel para escribir su primera novela, La hojarasca, la novela que más le gustaba, El coronel no tiene quien le escriba y, sin duda, fue la inspiración para hacer su personaje más representativo, Aureliano Buendía. Nicolás es Aracataca. Gabo se fue del pueblo por primera vez a los ocho años. La vida disipada de su padre, Gabriel Eligio García, un aventurero que algunas veces fue telegrafista y otro boticario o simple “tegua”, como llamaban a los que aspiraban a ser médicos recetando menjunjes, lo sacó del terreno de sus fantasías. Volvería a Aracataca por primera vez en 1952, con 26 años, ya convertido en periodista y con el anhelo de ser escritor. Ese viaje fue crucial para tener en sus manos la atmósfera de La Hojarasca, su primera novela. Era regresar a la vieja casa. Lo hizo en compañía de su madre, Luisa Santiaga. Fue a comienzos de marzo de 1952 y el viaje tenía como fin vender el caserón de sus abuelos. En Vivir para contarla Gabo recuerda el estupor que le causó las trampas de la nostalgia. En el recuerdo la casa era mucho más grande que en la vida real. Vio los estragos del tiempo no sólo en su casa sino también en Aracataca. El esplendor que alguna vez habían dejado los gringos y su compañía bananera eran ya parte del pasado. El paisaje que vio fue el mismo que encontró Aureliano Segundo después de que el aguacero de cuatro años cesara en Macondo. Gabo convirtió sus recuerdos en la mina de donde sacó sus mejores joyas. Su biógrafo Gerald Martin dice que el universo de sus obras no son sólo Aracataca, también está Sucre, la ciudad a donde fueron en una de las aventuras de su padre y a donde conocería a esa diosa de rasgos egipcios llamada Mercedes. Pero la Macondo de Cien Años es la ciudad donde nació y a donde sólo volvería una vez. Gabo conseguiría fama internacional desde que Cien años de soledad explotó en 1967. Nunca volvería a ser el mismo. El taciturno muchacho que no paraba de fumar Piel rojas se convirtió en un seguro hombre de mundo, muy cercano a personajes de poder como Bill Clinton y Fidel Castro, al que muchos de sus amigos -entre los que incluso se cuentan Plinio Apuleyo Mendoza- le reprocharon la distancia que les puso. Nadie está preparado para ese tipo de fama, menos un escritor de cuarenta años. En Colombia García Márquez fue más importante que en cualquier otra parte del mundo. Fue idolatrado pero también duramente criticado. Em 1981 incluso tuvo que salir del país porque había un plan de la extrema derecha para asesinarlo o al menos para detenerlo. Desde entonces vivió en México. También le daban duro por el supuesto olvido en el que tenía al pueblo donde nació. El compositor Armando Zabaleta incluso le compuso una canción: “Al escritor García Márquez, hay que hacerle saber bien, que la tierra en la que nace es la que debe querer. Y no hacer como hizo él, que su pueblo abandonó y está dejando caer la casa donde nació. Al escritor García Márquez, le han regalado 2 premios, y no ha sido capaz de acordarse de Aracataca, su pueblo. Y en vez de darle un colegio, que necesita su tierra, lo que hizo fue darle un premio, que se ganó en Venezuela”. La canción fue compuesta en 1985 y se le reprochaba a Gabo el haber donado en 1972 la plata que recibió por el premio Rómulo Gallegos al MAS, un movimiento revolucionario venezolano. En ese momento Gabo estaba convencido que el único camino que le quedaba a la humanidad para salvarse era la revolución socialista. En el propio pueblo le reprochaban el supuesto olvido de Gabo. Incluso en los últimos meses su pueblo le hizo el último reproche a su hijo más destacado: ¿Por qué olvidaron a Aracataca en la serie que adaptará Netflix sobre su novela? En el 2006 se hizo una encuesta en Aracataca sobre si se iba a cambiar el nombre de ese pueblo al de Macondo. El resultado fue un no rotundo. Sin embargo Gabo regresaría por última vez a la ciudad donde nació. Fue el 30 de marzo del 2007. Se embarcó en un tren de los años cuarenta de tres vagones, cuidadosamente restaurado, al lado de su esposa Mercedes para arribar al verdadero Macondo. El mal del olvido ya lo había minado pero ahí estaba él, un poco ausente, levantando las manos como un campeón ante una multitud que le mostró adoración. La estación de tren fue adornada por las mariposas amarillas de Mauricio Babilonia. El Tiempo recuerda ese momento en el que la multitud adoró a su ídolo: “No lo podían bajar porque había mucha gente, y los escalones eran muy altos. Las personas que estaban en la organización corrieron a donde mi para que les prestara una silla, que fue donde él pisó, para apoyarse y poder bajarse”. En Aracataca está su casa, convertida en museo, aún crece el árbol que se llama Macondo, y los viejos fantasmas aún deambulan por sus pasillos. En Aracataca quieren que regresen sus cenizas. Aracataca sabe que la relación con su hijo predilecto ha sido problemática, pero ¿qué relación cruzada por el amor no lo es? En Aracataca nadie olvida a Gabo y saben, también, que Gabo nunca se olvidó de ella.

  • ¿Dónde están los $2.900 millones que giró el gobierno para la paz entre Shottas y Espartanos en Buenaventura?

    Por: Redacción Pares Fotos tomadas de: Blu Radio Hubo un momento, al comienzo de este gobierno, en el que la gente en Buenaventura comenzó a creer en la Paz Total. En ningún otro lugar de Colombia se respiró con más firmeza la oportunidad histórica a la que se aferraba este gobierno, el silencio total de los fusiles en zonas perseguidas por la maldición de la guerra. Pero el escenario de negociación entre Shottas y Espartanos vive en una constante fluctuación. El 5 de mayo volvió a renovarse la tregua pero es muy poca la gente que esto puede llegar a un final feliz. El optimismo con el que se inició poco a poco va cayendo en el mismo sopor de siempre. Desde los noventa la violencia a golpeado con firmeza a este puerto. Guerrillas, paramilitares y ahora las bandas criminales se han pegado a la historia de los últimos treinta años de Buenaventura como si fueran lapas. El secuestro masivo en la represa de Anchicayá, donde las FARC se llevó a más de cien personas a finales del siglo pasado, pudo haber sido el puntapie inicial en la escalada de terror. El informe de la Comisión de la verdad titulado «Violencia urbana, reconfiguración paramilitar y expansión portuaria en Buenaventura», explica que la violencia en este puerto, a donde llegan la mayoría de importaciones del país, tiene que ver con la desigualdad galopante. En la zona rural de Buenaventura la pobreza afecta al 91% de la población. La ampliación del puerto en 1966 se hizo de espalda a las necesidades de la gente. Para hacerlo desplazaron personas ya que tuvieron que demoler dos barrios, Balboa y Cristo Rey. En los ochenta ya se empezaban a ver escenarios de violencia como el que puso en la mesa un hombre al que se le conocía como Carlitos “El fusilero” que se dedicaba a hacer lo que mal se llama limpieza social en sus calles. Este hombre contó con el apoyo de autoridades y de comerciantes del puerto quienes buscaban ver sus calles libres de mendigos y ladrones potenciales. Pero la escalada de la violencia tendría su cumbre con la llegada del Frente 30 de las FARC. Nadie olvida la primera gran masacre que hubo en la ciudad, la de Zabaletas, donde fueron asesinados cinco jóvenes acusados de haber robado a turistas fueron asesinados en plena vía. A comienzos del siglo XXI, según el relato de la Comisión de la Verdad, Buenaventura era una zona de guerra en donde se usaban de armas hasta bombas pitadoras. La violencia de las guerrillas fue ripostada por el horror de los paramilitares. Tristemente célebre es la reunión que sostuvo Vicente Castaño con empresarios de Buenaventura para tomarse el puerto. Entre los años 2000 y 2003 se cometen 19 masacres que dejan un saldo de 118 víctimas. Se desplazan más de 36 mil personas. La desmovilización paramilitar no significó otra cosa que la fragmentación en otros grupos que derivaron en estos, los Shottas y los Espertanos, que en medio de una desconfianza mutua intentan cumplir sus treguas. Ellos son el remante de otro grupo, la Local, manejado por Diego Optra, quien después de su caída en el 2019 dejó a los sicarios de su banda en la anarquía por reemplazarlo. A los Shottas le tienen mucho miedo en Buenaventura. Ellos no sólo viven del narcotráfico sino de la extorsión a comerciantes y también a vecinos de cualquier barrio. La excusa que tienen los Shottas para cobrarle a los vecinos es que ellos garantizan la seguridad. Nadie denuncia, temen demasiado. En Buenaventura se respira miedo. Saben los métodos que tienen los Shottas para convencer a la gente de su poder, las casas de pique donde desmiembran a personas hace rato que no son un mito. Los Espartanos, quienes eran la contraparte de los Hottas dentro de La Local, ha sido su principal rival y la confrontación azuzó aún más la creación de las temibles fronteras invisibles. Se han podido sentar a hablar en este gobierno. El pasado 5 de mayo el comisionado de paz Otty Patiño llegó al puerto a hablar con representantes de ambos bandos. Lo acompañaba alguien confiable y respetable, Francisco de Roux, ex presidente de la Comisión de la Verdad. También viajó el jefe de la delegación del gobierno en estos diálogos, Alejandro Ocampo, quien anunció que Los Espartanos, quienes se habían levantado de la mesa de negociación en marzo, volvían a ella y extenderían la tregua hasta agosto. 90 días de paz. Además las bandas habían llegado a compromisos concretos como el de frenar el reclutamiento de menores en el puerto. Sin embargo hay preocupaciones. Una de ellas es que durante el 2023 el gobierno giró $2.900 millones de pesos para actividades de paz entre Shottas y Espartanos y nadie responde por ellos. Lo otro es que está estancado el marco jurídico para la paz en ambos bandos. Se firmaron acuerdos, la gente en el puerto lo sabe, pero no creen demasiado en el compromiso de silenciar los fusiles. La preocupación crece con los días.

  • Encuentro regional en Arauca: líderes sociales abogan por una paz inclusiva y transformadora

    Por: Katerin Erazo, Periodista Hoy dio inicio en la ciudad de Arauca el esperado 11° Encuentro Regional convocado por el Comité Nacional de Participación, un evento de vital importancia en el contexto del proceso de paz en Colombia. Con la participación de alrededor de 170 delegados representantes de organizaciones sociales de base de los departamentos de Arauca, Casanare, Meta y Vichada, este encuentro se erige como un espacio fundamental para la construcción de una Paz Total y transformadora en la región. Bajo el lema "Por una Paz Total desde la diversidad", el evento busca integrar las voces de sectores históricamente excluidos en el proceso de paz, incluyendo a la comunidad LGTBIQ+, mujeres, jóvenes, migrantes y víctimas de violencia sexual. Se hace énfasis en la necesidad de garantizar la participación plena y representativa de toda la diversidad del territorio, con un enfoque fronterizo especialmente relevante dada la extensa frontera de Vichada y Arauca con Venezuela. En la presentación de las organizaciones sociales, ONG, organismos de cooperación y entidades públicas, la Fundación Paz & Reconciliación (Pares) tuvo una destacada participación. Como actor del territorio que contribuye en la construcción de paz, Pares presentó un balance superejecutivo del proyecto Fronteras de Paz, así como las acciones comunitarias desarrolladas, los talleres regionales y la juntanza en Bucaramanga. Durante la primera jornada, las delegaciones presentaron propuestas y consideraciones que serán fundamentales para la elaboración de un plan de participación transformativa. Este plan será presentado en la mesa de diálogos de paz con el ELN, contribuyendo así a la construcción de una hoja de ruta propuesta por la sociedad civil para la mesa nacional de negociación entre el Gobierno Nacional y el ELN. Entre las principales demandas expresadas por los líderes sociales se encuentra un llamado urgente a los actores armados para que cesen sus hostilidades y respeten el derecho internacional humanitario, así como al gobierno para que garantice la seguridad de los líderes sociales y cumpla con los acuerdos del proceso anterior con las FARC. Se denuncia además el modelo extractivista minero-energético, los monocultivos industriales y la deforestación, identificados como las principales causas del conflicto armado en la región. Es importante destacar que, según los líderes presentes en el encuentro, el estado colombiano ha adoptado políticas de seguridad que estigmatizan y persiguen ilegalmente a los líderes sociales, considerándolos como "extensiones civiles de los actores armados". Esta situación representa un obstáculo significativo para la construcción de una paz duradera y justa en la Orinoquía. El evento, organizado por el Comité Nacional de Participación, la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, el Consejo Departamental de Paz y la Gobernación de Arauca, continuará mañana con mesas de trabajo y discusiones profundas sobre los desafíos y oportunidades para la paz en la región. Fotos tomadas por Pares

  • El misterioso castillo que Gustavo Petro le entregará a la Universidad Pedagógica

    Por: Redacción Pares Fotos tomadas de: El Tiempo y Patrimonio Toda una polémica se desató sobre la decisión del presidente de entregarle a la Universidad Pedagógica el emblemático castillo de Marroquín, en lo que muchos contradictores del gobierno calificaron de “expropiación”. Cualquier persona que salga de Bogotá por su autopista norte le llamará la atención la construcción centenaria. Para el presidente este castillo representaba a una élite “corrupta y esclavista”. Construido en 1898 por el arquitecto Gastón Legarge, Petro dio una lección de historia a través de la red social que más usa: “Este Castillo lo hizo el hijo del expresidente Marroquín dicen que con los sobornos de la entrega de Panamá. Un castillo como impostura de una élite corrupta que se cree falsamente aristócrata, cuando en realidad fue esclavista. El gobierno del cambio entregará este Castillo a la Universidad Pedagógica para que se eduquen los maestros y maestras de las próximas juventudes”. Por su aire gótico, el castillo ha traído una serie de leyendas urbanas que tienen que ver con el mismo origen de su terreno. Este lugar era un sitio de adoración muisca. Luego estos terrenos fueron del presidente José Manuel Marroquín. Según una publicación de El Tiempo de 1999 en este castillo se habrían arreglado los pormenores de la venta de Panamá a los Estados Unidos. Desde entonces ha pasado sucesivamente de dueños, cada una llevando una historia más escabrosa que otra. Fue un hospital siquiátrico en los años cuarenta, dirigido y creado por el doctor Francisco Gómez. La clínica cerró después de que la tragedia se cerniera sobre él: el doctor Gómez se suicidó después de lo que hicieran dos de sus pacientes. Una década después fue un cabaret. En los años setenta fue adquirido por Guillermo Villasmil, petrolero venezolano, quien remodeló la propiedad. No pudo disfrutarla mucho tiempo porque murió en una avioneta que él mismo piloteaba. La propiedad tiene 79 mil metros cuadrados y han servido, incluso, para criaderos de caballos. Allí nació y ´dio sus primeros pasos Tupac Amarú, el caballo consentido de Gonzalo Rodríguez Gacha, un pura sangre ganador de todos los premios posibles y cuyo dueño atendió con la atención que lo haría siglos atrás Calígula con su caballo Iniciato. Uno de los presuntos socios de “El mexicano”, llamado Camilo Zapata, fue asesinado en un operativo del Bloque de Búsqueda en 1993 en Copacabana Antioquia, en una finca de su propiedad, mientras se cerraba el cerco contra el que las autoridades creían que era su jefe, Pablo Escobar Desde entonces el castillo se ha venido sumiendo en vericuetos judiciales. En el 2007 embargaron el castillo Marroquín y otras 58 propiedades de Camilo Zapata. Incluso la Dijin y la Fiscalía ocuparon el lugar. Diez años después, en el año 2017 un juez de extinción de dominio ordenó que los bienes fueran devueltos a los herederos del presunto narco. Se determinó que no había suficiente evidencia para comprobar que Zapata fuera el jefe de “El Cartel de Bogotá” delito que le sindicaban. Sin embargo echaron para atrás la medida y la propiedad quedó en manos de la SAE desde el 2022. Ahora será parte de la Universidad Pedagógica, así lo anunció, además de el presidente, el director de la SAE, Daniel Rojas Medellín, afirmó que en este lugar funcionaría la facultad de artes de la Pedagógica. ”El predio comprende una gran reserva ambiental de la capital de más de veinte hectáreas que la universidad ayudará a conservar” afirmó la SAE abriéndole también la posibilidad a la universidad de que allí funcionen además las facultades de Biología, Ciencias Natural y Educación Ambiental. Los rumores de expropiación son absurdos ya que el predio, desde hace dos años, ya no tiene nada que ver con la familia Zapata sino que fue completamente asumida por la SAE.

  • El día en el que Duque aplaudió un bombardeo del ejército que terminó en masacre de civiles

    Por: Ivan Gallo Foto tomada de: Caracol Radio y El Tiempo El 26 de abril del 2022 Diego Molano, entonces altivo ministro de defensa, se presentó ante el Congreso después de ser citado a una moción de censura por el bombardeo a la vereda Alto Remanso, en zona rural del municipio de Puerto Leguízamo, Putumayo. Tenía que responder por un operativo al que le habría faltado rigor a la hora de investigar y actuar y cuyos resultados afectaron directamente a la población civil tan sólo unas semanas atrás. El ejército quería dar de baja a dos de las cabezas de los Comando Frontera, conocido también como “Los Sinaloa”, llamado así por el alias de uno de sus líderes. Es un remanente de disidencias FARC con miembros de las antiguas AUC que intentan controlar el tráfico de cocaína hacia Ecuador y se han extendido por el Putumayo. El ejército tenía información sobre los alias “Bruno” y “Managua”. Sabían que el 11 de marzo del 2022 estarían en un bazar organizado por el líder de la Junta de Acción comunal de este caserío, habitado por 200 personas, Divier Hernández Rojas. El objetivo del bazar era conseguir fondos para construir una placa huella que necesitaban. Llevaban tres semanas haciendo constantemente este tipo de bazares para conseguir fondos que les ayudaran  a construir la escuela, vías. A falta de Estado lo que toca es meterle imaginación. Los estaban ayudando organizaciones como la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonia Colombiana (OPIAC) y habían podido recaudar 11 millones de pesos. Como eran tan pocos los habitantes de esta vereda inevitablemente necesitaban la ayuda de vecinos de otras partes para que participaran en esa actividad. Hay que recordar que en este lugar el casco urbano más cercano está a seis horas. La comunidad no podía tener un control riguroso sobre las personas que entraban o salían de esa actividad. Molano, en su argumentación ante la moción de censura, mostró en diapositivas el prontuario de las personas asesinadas. Se refirió a la actividad como un “Narco-bazar” y que alias “Bruno” había estado en ese lugar para reunir a la población civil y recibir de parte de ellos pasta de coca, en una gravísima acusación y estigmatización hacia uno de los lugares más golpeados por el olvido y el conflicto. Insistió que las 11 personas asesinadas en el operativo tenían antecedentes judiciales. Una de ellas era el gobernador indígena Pablo Panduro Coquinche. A este hombre nacido en Puerto Leguízamo su familia y los que lo querían, que eran muchos, lo llamaban “Pantalones”. Panduro había sido elegido gobernador apenas en enero de ese año. Llevaba tres meses. Los amigos que conocieron a “Pantalones” afirman que uno de sus intereses principales era la conservación del medio ambiente. La vereda Alto Remanso está al lado de un río y la protección de este era vital para que sus condiciones de vida no desmejoraran. Antes de ser gobernador Panduro había ocupado todos los cargos que había en la escala, secretario, tesorero, alguacil mayor, además tenía una tradición familiar de liderazgo, según un perfil que sacó El Espectador sobre él, pertenecía a una familia que había estado comprometido a guardias indígenas y otros procesos étnicos en la región. Panduro, quien jamás había tomado un arma para alzarse contra autoridad alguna, cayó ese 11 de marzo del 2022 abaleado junto a otros inocentes, como el presidente de la junta de acción comunal Divier Hernández Rojas, una mujer embarazada, y una menor de edad, entre otras víctimas. Este hecho además produjo un masivo desplazamiento ya que las personas de esta vereda no encontraban garantías para seguir allí. Periodistas de El Espectador, Vorágine y Cambio constataron que, como había sucedido en otros casos parecidos, a los que les han llamado Falsos Postivos, los cuerpos fueron manipulados para tergiversar la escena del crimen. Una vez se efectúa el operativo se procede con el ocultamiento. Todo para hacerlos pasar como guerrilleros. El error lleva al crimen, en vez de reconocerlo lo que hacen es incriminar. Y el entonces ministro de Defensa incluso salió a defender la tesis ante las acusaciones de congresistas como Katherine Miranda quien le preguntó en su momento a Molano: “El Ejército entró disfrazado con prendas de color negro y diciendo que eran de las disidencias. ¿Está avalado que ustedes se idenficaran como miembros de disidencias? ¿Por qué se cambiaron de uniforme?”. Otra congresista, María José Pizarro, afirmó que se trataba de “Crímenes de guerra”: Otros congresistas afines al gobierno de ese momento, como José Jaime Uscátegi, defendieron a Molano. El entonces ministro no estaba solo. Iván Duque afirmó que todos los caídos en esa operación tenían vínculos con el grupo criminal "La operaciones militares y, en particular esta que ha desatado controversia, se adelantó con un trabajo de inteligencia y de identificación previa". Sin embargo José Guarnizo, director del medio Vorágine y quien estuvo investigando la masacre, afirma lo siguiente: "Hay versiones del Ejército que no coinciden", dice Guarnizo: "Una dice que antes de entrar, se dieron cuenta que Bruno ya no estaba en la vereda. Entonces, ¿por qué realizaron un operativo de estos en medio población civil, sabiendo que su objetivo principal no estaba?". Pero el presidente jamás cedió. Unos días después de el operativo seguía justificándolo: “El Ejército ha venido explicando punto por punto. Primero, la planeación de la operación. Segundo, ya salió evidencia del personal armado, de la droga, y fuera de eso, están las incautaciones y tenemos algunos de nuestros hombres heridos”. El entonces comandante del Ejército, el general Eduardo Zapateiro, también salió a defender a sus hombres y a justificar la barbarie: “Su actuar delictivo es así, vestidos de civil, con armamento, pretendiendo evitar las acciones de la Fuerza Pública. Enseñamos las armas largas, cortas, municiones, granadas, brazaletes, equipos de comunicación, chalecos y dinero en efectivo incautados en la operación” Poco a poco empieza a hacerse justicia. Molano, una vez salió del gobierno y se lanzó a la alcladía de Bogotá en 2023 cambió un poco su versión y admitió que ese bombardeo pudo haber sido un error fatídico del ejército. Este viernes 9 de mayo se conoció que el próximo 25 de junio serán imputados por la justicia ordinaria 25 militares por esta masacre. Según el informe de la Fiscalía General de la Nación entre ellos estarán un coronel, un capitán, un teniente, cuatro suboficiales y 18 soldados. A los mencionados se les acusará de homicidio en persona protegida y tentativa de homicidio en persona protegida. Algunos de los familiares de las víctimas celebraron la decisión. Esperan además que sea el inicio de la reparación por parte del Estado. Después de que les mataron a los que más querían tuvieron que dejar todo lo que tenían por miedo a lo que podría suceder. En la investigación de la Fiscalía quedó ratificado lo que en su momento denunciaron medios como Vorágine, El Espectador y Cambio: “los militares procedieron a modificar la escena del crimen, agregando material de guerra, tales como armas y chalecos de uso militar a varios de los civiles dados de baja durante la operación”. La pregunta que también se hacen es si el ex mandatario Iván Duque pedirá disculpas públicamente al igual que el general Zapateiro. Sus declaraciones no sólo justificaron una masacre sino que ayudaron a estigmatizar una población a la que lo único que le ha tocado es sufrir.

  • Implementar acuerdos mientras se negocia la paz

    Por: Germán Valencia Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia El Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha querido que su proceso de paz sea muy distinto al que se vivió con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (Farc-ep). De allí que, desde el inicio de las negociaciones, en octubre de 2022, ha propuesto una serie de acciones con las que intenta construir un proceso de paz lleno de novedades. Entre las innovaciones están: primero, tener una mesa de negociaciones itinerante, que se mueva por distintos países, para acumular aliados al proceso de paz. Segundo, involucrar a la sociedad en todas las fases de la negociación, desde el inicio hasta el final, con el objetivo de ganar legitimidad ante este tercer actor. Finalmente, trabajar en la elaboración y firma de acuerdos parciales, con implementación inmediata. Está última novedad ha servido para que se construya un escenario muy distinto al que se tuvo con las Farc-ep, aquel que decía que “nada estaba acordado hasta que todo esté acordado”. En el proceso con el ELN, por el contrario, se defiende la idea de que “debe avanzarse en la implementarse mientras se llega a un acuerdo final”. Lo que ha provocado que durante este tiempo de diálogos se hayan alcanzado —en seis ciclos— 26 acuerdos parciales. Entre los acuerdos están el N0 3, sobre acciones y dinámicas humanitarias; que se complementa con el 12 y 13, sobre el Marco político y conceptual de acciones y dinámicas humanitarias y las Zonas críticas o de crisis humanitaria, respectivamente. El N0 9, sobre el Proceso de Participación de la Sociedad en la Construcción de la Paz; que se ha complementado con otros —como el N0 11 de Alistamiento para el Proceso de Participación de la Sociedad y el N0 19 sobre la continuación del Diseño del Proceso de Participación—. También, el importante Acuerdo N0 10, sin precedente, de Cese al Fuego Bilateral, Nacional y Temporal (FBNT). Que se ha venido enriqueciendo y complementando con los acuerdos 11, 16 y 22, donde se logró, entre otras cosas, prorrogar FBNT por seis meses más. Al igual que avanzar en un acuerdo de la Suspensión de Retenciones con fines económicos, según la denominación del ELN, durante el CFBNT —N0 16—. Algunas de las ventajas que tiene el construir un tipo de proceso de paz como estos —donde las partes se comprometen a implementar lo acordado mientras se negocia— es que se genera una mayor confianza en lo que se hace. Sobre todo, se observa de forma inmediata y materializada en acciones las bondades de negociar la paz, lo que anima a que todas las partes, en especial la sociedad, a que se presione para que se continúe con los diálogos de paz. Sin embargo, implementar mientras se negocia tiene el problema de que si no se muestran resultados las partes se van desanimando en las negociaciones. Incluso, pueden considerar el no cumplimiento de la palabra puesta en el acuerdo como traición. De allí que se utilice la amenaza de parar el proceso si no se avanza en lo acordado. Situación que es muy distinta a cuando se tiene un proceso de paz finalizado y firmado, donde a lo único que se puede recurrir para lograr avances en la implementación es a la institucionalidad o la buena disposición del Gobierno de turno. Un claro ejemplo de este tipo de dificultades se vive en el momento actual con el Acuerdo N0 21 sobre la creación de Condiciones Económicas y Financieras para la materialización del Acuerdo de México; en particular, con la creación del Fondo Multidonante para la implementación. A este acuerdo, que se llegó en el VI Ciclo de Negociaciones, donde, además de prorrogar por seis meses el CFBNT, se logró la suspensión del secuestro con fines económicos por parte del ELN. Pero, desde aquel momento —6 febrero de 2024— hasta la actualidad —mediados de mayo de 2024— el avance en la creación del Fondo Multidonante ha sido casi nulo. Esto ha provocado que el Comando Central del ELN (Coce), en un Comunicado reciente, haya decidido unilateralmente suspender la implementación del Acuerdo N0 16 sobre las Retenciones con fines económicos, durante el CFBNT. Debido a que no se ha cumplido con el Acuerdo N0 21 de la creación del Fondo. Generando con ello, nuevamente, un momento de crisis o tensión entre las delegaciones de la Mesa de Negociación, del Gobierno y el Alto Comisionado Para la Paz (OACP) con el ELN y de la opinión pública frente al proceso de paz, en general. Todos presentan el anuncio del ELN como una muestra de no querer la paz y un gran retroceso en todo el proceso. Consideran, incluso, que no se debe seguir en el proceso si se retoman los secuestros extorsivos. Aunque son varias las razones que se tiene para no avanzar en la implementación del Acuerdo N0 21 —entre ellas, el asocio que se tuvo en la opinión pública entre el Fondo Multidonante y el secuestro, es decir, se piensa que el dinero del Fondo sería plata que se entregaría al ELN para que no secuestre—, lo cierto es que se ha perdido una buena oportunidad de conseguir recursos para “soportar y fundamentar el conjunto de la implementación de los acuerdos”. De allí que sea necesario recordar que la ejecución de los pactos de paz mientras se negocia exige varias acciones, entre ellas: la primera, tener un inventario muy claro de los acuerdos a los que se ha llegado, una lista de disposiciones a cumplir. Con un horizonte de ejecución temporal —de corto, mediano y largo plazo—; con claridad en la implementación administrativa y territorial; al igual que con indicadores de ejecución y realización. La segunda, una serie de organizaciones responsables de la implementación. Organismos que se encarguen de realizar las labores necesarias para cumplir los acuerdos. Y que estos cuenten con los recursos —humanos, financieros, organizativos, etc.— necesarios y suficientes para lograr el objetivo que se le asigne. Organizaciones que pueden ser las ya existentes —como la Oficina del Alto Comisionado para la paz (OACP) o el Departamento Nacional de Planeación (DNP)—, aunque también pensar en crear nuevas para que cumplan otras funciones en el posacuerdo. Y la tercera, una serie de organizaciones que realicen verificación y seguimiento a la implementación de los acuerdos parciales. Para que se equilibren los poderes, para que se hagan los respectivos chequeos y balances, y para que de manera imparcial presente informes que permitan mostrar el cumplimiento de lo acordado y dar tranquilidad con el registro de los avances a todas las partes en el proceso de paz. En conclusión, firmar acuerdos e implementarlos de forma inmediata implica enormes retos debido a la gran cantidad de recursos necesarios para su debida realización y por las numerosas organizaciones convocadas para lograr una ejecución efectiva de todo lo acordado. Pero ejecutar los acuerdos significa, crear las condiciones para avanzar con seguridad en la importante fase de negociación. Además, paso a paso se está suprimiendo las razones para la persistencia del conflicto armado en el país, y preparando el terreno para que se dé el anhelado momento de desarme, desmovilización y reinserción (DDR). * Desde la Plataforma de Seguimiento al Proceso de Diálogo entre el Gobierno y el ELN (Isegoría) se pueden encontrar una serie de análisis, columnas, boletines, documentos académicos, y reportajes periodísticos relacionados con este proceso. Toda esta información se puede consultar en el sitio https://isegoria.udea.edu.co/ ** Esta columna es resultado de las dinámicas académicas del Grupo de Investigación Hegemonía, Guerras y Conflicto del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia. *** Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad de la persona que ha sido autora y no necesariamente representan la posición de la Fundación Paz & Reconciliación al respecto.

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