El pasado jueves 9 de julio, el Aeropuerto Ernesto Cortissoz de Barranquilla se llenó con figuras rutilantes de la política nacional. Algunos controvertidos, como el representante Wilmar Carrillo, quien es muy cercanos al actual gobernador de Norte de Santander, William Villamizar, envuelto en más de un escándalo, que incluye el haber aparecido en las conversaciones del sicario que asesinó al veedor ciudadano Jaime Vásquez. Llegaron a hacerle fila a Efraín Cepeda, quien dejará su cargo como presidente del Senado el próximo 20 de julio. Su voto será decisivo para que ocurran movimientos tan inesperados como el que el próximo presidente de la Cámara sea un político como Carrillo.
Ese es el poder que ahora tiene este barranquillero de 75 años, altamente curtido en las lides políticas, azul como el cielo del Caribe. Fue solo pasados sus cuarenta años, por allá en la década del noventa, cuando Andrés Pastrana lo convenció de dejar su exitoso negocio de bienes raíces para meterse en la vorágine de la política. Así que, si sabe algo Cepeda, es negociar. La política es, en su lado más neoliberal, más aprovechar las buenas oportunidades que tener ideas.
Pastrana, que en ese momento soñaba con llegar a la Casa de Nariño, estaba armando su propia escisión para irse del Partido Conservador y era la creación del partido Nueva Fuerza Democrática. Desde entonces, es senador, más de tres décadas. La Nueva Fuerza Democrática fue tragada por el Partido Conservador, del que Cepeda ha sido presidente en varias ocasiones, y ha sido amigo y aliado del presidente de turno, sin tener en cuenta demasiado la ideología. Fue uribista cuando tuvo que serlo; Santista cuando el presidente decidió reelegirse. La única línea que no cruzó fue la de Gustavo Petro. Es más, fue vital para sacar al Partido Conservador de la coalición de gobierno en el año 2023. Según La silla vacía, una de las cosas que más le molestó a Cepeda fue la manera como el entonces presidente del partido, Carlos Trujillo, hizo la repartija de puestos burocráticos. En 2023 fue elegido presidente de su partido, el Conservador y luego llegaría a ser presidente del Senado, desde ahí se dedicó a torpedear las reformas propuestas por el gobierno e incluso se vio sumido en un escándalo, ya que su nombre apareció en las declaraciones de Olmedo López y Sneyder Pinilla de que supuestamente habría sido tentado a recibir una suma de 3.000 millones de pesos, con tal de ayudar a sacar adelante las ambiciosas reformas del llamado gobierno del cambio.
Ante estas acusaciones, Efraín Cepeda se defendió de la siguiente forma: “En cumplimiento de mis funciones y deberes como senador de la república contemplados en el artículo 283 numeral 6 y 8 de la Ley 5 de 1992, avalados por la sentencia C-497-94 de la Corte Constitucional, debo expresar que siempre he adelantado y adelantaré gestiones regionales, favoreciendo el interés público nunca con interés personal. Pido respetuosamente equidad y justicia en el tratamiento de esta información”.
En los últimos meses la confrontación con Petro ha subido decibeles. Este lo acusó de hacer “fraude”, por denunciar al presidente ante el Consejo de Estado si este imponía la Consulta Popular vía decreto. Cepeda se defendió argumentando que la consulta se había hundido en el congreso en franca lid, después de que perdiera la votación 49 a 47: “Es una violación a la autonomía de los poderes públicos. No solamente el legislativo, sino el poder judicial, porque si alguien no está de acuerdo, debe ir hasta los jueces, y ellos son los que toman la decisión, no de un solo plumazo. Si ellos quieren hacerlo, pues nosotros sí acudimos al Consejo de Estado y estoy seguro de que le tumban eso, por arbitrarios”.
Para el analista de la fundación Pares Alejandro Chala, la labor de Cepeda en los dos años que estuvo como presidente del Senado se desglosa en estos cinco puntos:
1. Efraín Cepeda ha sido una de las figuras políticas con mayor enquiste en el Senado. Ha sido senador desde 1991 hasta 2022, habiendo sido reelegido nueve veces. Primero, con el partido de Andrés Pastrana (Nueva Fuerza Democrática), y luego fundiéndose con el Partido Conservador, por lo que representa bastante bien al congresista que se ancla a su curul.
2. Ha tenido diferentes cuotas políticas en la burocracia colombiana con cada gobierno al que ha pertenecido. De hecho, durante el primer gobierno Santos, Cepeda puso en la dirección del ICA a Luis Humberto Martínez Lacouture, quien ha sido su ficha en diferentes cargos durante sus nueve períodos como senador.
3. Cepeda, además, ha tenido influencia y control en el Partido Conservador. Fue presidente tres veces por esa colectividad y ha logrado mantenerse como la línea más pragmática y transaccionalista del partido.
4. Cuando llegó a la presidencia del Senado el 20 de julio de 2024, para la III legislatura, Cepeda declaró en varias oportunidades que era el “jefe de la banda que iba a tumbar las reformas del gobierno” y que no iba a ceder su apoyo, su voto y su gestión como presidente del Senado a favor del gobierno. Por esa fuerte oposición y crítica, el presidente Gustavo Petro lo ha acusado de estar detrás de artilugios y gestiones oscuras para desplazarlo del poder y torpedear su agenda de cambio social.
5. Ahora mismo tiene un proceso abierto en la Corte Suprema de Justicia, a causa de su gestión durante la votación de la primera consulta popular, en la que se le ha acusado de haber limitado el tiempo y haber usado su influencia y capacidad como presidente para incidir en la decisión que llevó al hundimiento de la misma.
Mientras tanto, más políticos como Wilmer Carrillo siguen contando con su voto para estar al frente de la cámara y terminar de torpedear las reformas que este gobierno asumió como bandera.