El norte del departamento del Cauca sufrió una escalada terrorista el pasado 29 de Julio, cuando se llevaron a cabo dos atentados con vehículos cargados de explosivos. En el municipio de Suárez, una camioneta abandonada detonó cerca de la estación de Policía, causando daños a viviendas cercanas. Otro cilindro con explosivos fue lanzado dentro de la Institución Educativa La Inmaculada, pero no detonó. Casi simultáneamente, en el corregimiento de Mondomo, municipio de Santander de Quilichao, otro carro con explosivos fue detonado detrás de la estación de Policía, causando daños materiales. Estas acciones se produjeron en zonas con alta presencia de las disidencias de las FARC.

Ante estos hechos, las autoridades locales están trabajando para garantizar la seguridad y estabilidad en los municipios afectados, y hacen un llamado a los actores armados para que abandonen estas acciones delictivas y muestren verdaderos gestos de paz. El Brigadier General Carlos Fernando Triana Beltrán, inspector General de la Policía Nacional, ha ofrecido una recompensa de 200 millones de pesos para capturar a los responsables de los atentados. Estos ataques han generado pánico y miedo entre las comunidades, y las autoridades buscan frenar futuras acciones violentas para proteger a los ciudadanos y restablecer la calma en la región.