Grupos armados ilegales, como el ELN, el Clan del Golfo y las disidencias de las FARC, emplean el reclutamiento de menores de edad como una estrategia para aumentar sus filas. Según el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), desde noviembre de 1999 hasta abril de 2023, se han atendido a 7.382 menores víctimas de reclutamiento forzado. Algunos se desvincularon voluntariamente, mientras que otros fueron rescatados por las Fuerzas Militares. Un estudio conjunto del ICBF y Unicef reveló que los departamentos con mayor registro de casos de reclutamiento son Antioquia, Chocó, Cauca, Nariño, Caquetá, Arauca, Meta y Putumayo.

En el departamento de Antioquia, se han reportado 45 casos de reclutamiento de menores en los primeros cuatro meses de 2023. Los grupos armados utilizan diversas estrategias, como el enamoramiento, la entrega de cigarrillos, armas o dinero, para atraer a los menores. Además, se han detectado infiltraciones en colegios, donde los grupos armados organizan concursos y pruebas para seleccionar y categorizar a los menores según sus futuras funciones dentro de las estructuras. Las niñas también son afectadas, recibiendo regalos y salarios por participar en actividades ilegales, como el microtráfico y la explotación sexual.

Estos grupos insurgentes también utilizan las redes sociales para reclutar, creando eventos y comunidades donde difunden videos que muestran sus actividades diarias. En estos videos, se exalta la pertenencia a las FARC y se insta a los jóvenes a unirse. Además, se ha registrado intimidación a docentes que no cumplen con los parámetros impuestos por los grupos armados, llegando incluso a amenazas de muerte. La problemática del reclutamiento de menores de edad continúa siendo una grave violación de los derechos humanos en el contexto del conflicto armado en Colombia.