En medio del segundo ciclo de la negociación de paz que se está llevando a cabo en México por las delegaciones del Gobierno como del ELN, este grupo armado ilegal pidió localizar y entregar los restos de Camilo Torres, quien desapareció a manos del Estado en 1966 tras su caída en combate en Patio Cemento, Santander.

Pablo Beltrán, quien encabeza la delegación del ELN, aseguró que esto sería una oportunidad para el presidente Gustavo Petro para demostrar el compromiso con la memoria y con las víctimas del conflicto armado. Beltrán aseguró que Camilo Torres es un símbolo de dignidad y compromiso con la transformación social del país.

Cabe recordar que Camilo Torres fue un sacerdote católico que por plena convicción se unió al grupo ilegal, “fue no sólo un sacerdote que con la libertad de su voluntad y sacrificio dejó a un lado las comunidades de su clase social para hacerse guerrillero, sino que fue también, como sociólogo e investigador, un estudioso de la realidad de dominación que en esa diversas dimensiones viven los empobrecidos”, mencionó el jefe de negociación del ELN.