Monseñor Héctor Fabio Henao, delegado de la Conferencia Episcopal para las relaciones Iglesia-Estado, ha estado presente en los tres ciclos de diálogos entre el Gobierno y el ELN. Él aclara que el papel de la Iglesia en estos procesos de paz es el de un "acompañante permanente" y no un negociador. La Iglesia católica participa en todas las etapas de las conversaciones y estará presente tanto en el monitoreo del cese al fuego bilateral que comenzará el próximo 3 de agosto, como en el proceso de inclusión de la sociedad civil en el proceso de paz. Su rol como "testigo de excepción" implica asegurarse de que los acuerdos se realicen en beneficio de la comunidad y avancen hacia el bien común de toda la sociedad colombiana.

La Conferencia Episcopal de Colombia desmiente las acusaciones de que la Iglesia esté negociando con grupos armados. En cambio, enfatizan que su función es la de acompañar los diálogos, no solo con el ELN, sino también en todos los esfuerzos enmarcados en la búsqueda de la Paz Total. Aunque la Iglesia católica está presente en los procesos de paz, no toma decisiones finales, ya que estas competen a las partes que están directamente en negociación. Su objetivo es garantizar que los acuerdos se desarrollen en beneficio del bienestar general y del conjunto de la sociedad colombiana.