Por: Redacción Pares
Uno de los personajes del año son los niños de Gaza. Cada vez que muestran imágenes de las ciudades palestinas destruidas se ve, entre los escombros, el cuerpo de un niño. La cifra no deja mayores interpretaciones, es simplemente horrorosa: cada día, desde el 8 de octubre del 2023, cuando empezó la venganza israelita, hay en promedio cuarenta niños muertos por día. Israel se encoge de hombros ante la cifra, como si no fuera con ellos, como si fuera sólo “bajas aceptables”.
En octubre, luego de que se cumpliera un año de la sangrienta venganza, el encargado de dar este dato fue James Elder, portavoz global de la agencia de Naciones Unidas para la infancia, UNICEF. Así se lo contó en su momento a la BBC. Durante ese primer año los muertos superan las 45 mil personas. Las cuentas israelitas afirman que por cada 15 inocentes ellos “neutralizan” a un terrorista palestino. Es como si el mundo les hubiera dado patente de corso a los israelitas para matar impunemente a inocentes. Esta cifra podría ser 15 veces más grandes según cifras de ONG. Cada vez son más comunes los casos de automóviles o camiones pertenecientes a la sociedad civil que están en Palestina ayudando que resultan blanco de las balas israelitas.
Una de las cosas que más preocupa a organismos internacionales es que, desde el primer día, los hospitales han sido blancos de bombardeos, hospitales llenos de madres heridas, con sus hijos en brazos y que son rematados por la brutalidad de las bombas. Debido al bloqueo de la guerra los hospitales que siguen en pie tienen un dominador común: el ambiente viciado de sangre y dolor. Muchos niños heridos deben dormir literalmente en el piso. Así que a las heridas físicas están los traumas. Es que el 85% de Gaza se encuentra en orden de evacuación, eso quiere decir que el 100% de la población debe vivir hacinada en un 15% de un territorio que ya de por si es estrecho debido a la constante invasión israelita.
Elder, en la ya citada entrevista a la BBC, habla concretamente de una niña llamada Qama quien tiene 8 años, a quien los médicos le amputaron la pierna porque no había otro camino para salvarle la vida. En Gaza estamos volviendo a épocas pretéritas de la medicina, en donde se usaban métodos tan extremos como la amputación para salvar una vida. ¿Qué pasará con el futuro de una niña como Qama quien, ademas de sus limitaciones físicas, ha tenido que ver tanto horror? A todo esto dos factores afectan la situación de los niños en Gaza, una de ellas es la falta de ayuda humanitaria ya que Israel cada vez más estrecha los corredores de entrada y salida y la otra es la polio que se expande en cada campamento.
Los niños de Gaza necesitan de nuestra ayuda. No basta con compartir el horror en redes sociales y que vemos cada día sino que hay que presionar a los gobiernos occidentales para que obliguen a Israel a respetar los más elementales tratados internacionales. La humanidad vive sus horas más bajas.
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