Por: Redacción Pares
Fue, al menos curiosa, la actitud de los medios a la hora de abordar algo tan trascendental para el país como fue la ratificación la semana pasada del acuerdo de Escazú. Y es que lo más importante de esta decisión es que es la única forma que se tiene para blindar a los líderes ambientales. Durante el 2022 se asesinaron a 1572 líderes ambientales. Desde que Chico Mendes, un hombre de la selva brasilera, fue abatido frente a su casa por sicarios en 1988 por su determinación de defender al Amazonas de los madereros, mineros y caucheros, el líder ambiental ha estado en la mira de los que lo quieren todo.
Así cayó Camilo Osuna, el muchacho que quería cambiar a Síloé. Durante todo el 2022 empezaron a aparecer grafitis en este lugar anunciando la llegada de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia. La policía negó que este grupo armado hiciera presencia en esa localidad de Cali. Sólo hasta cuando ocurrió la masacre las autoridades se dieron cuenta de lo que estaba pasando. En la madrugada del cuatro de octubre del 2022 diez hombres encapuchados y con fusiles en mano irrumpieron en una casa del barrio Brisas de Mayo.
A las cinco personas que estaban en esa casa los obligaron a salir de ella. Los pusieron boca abajo contra el pavimentos y luego les dieron tiros de gracias. No era nada más que el estado normal de las cosas en Siloé.
Para los que no saben, Siloé está conformada por once barrios en donde viven 96 mil personas. Durante el estallido social del 2021 esta ciudadela fue objeto de la más dura represión por parte de policía y agentes del Estado. Habían jóvenes como Camilo Osuna que, además de tener una conciencia social completamente definida, también quería ayudar a quitar las estigmatizaciones. Por eso se inventó con unos amigos la Red de Huertos Agroecológicos y formó parte del movimiento Me pego al campo. Según Indepaz esto dio frutos inmediatamente “Recuperaron un espacio de zona verde abandonada con mala disposición de residuos y escombros en el sector del Morro en el barrio Siloé en la comuna 20 de Cali”.
A los 26 años Osuna hacía parte de esa nueva camada de líderes, inspirados por jóvenes de impacto y trascendencia mundial como Greta Thunberg, convencidos de que los cambios se podían hacer desde la ecología, que el único camino de que la humanidad no se fuera al despeñadero era repoblar la tierra de árboles, bajarle al consumo de combustible, darle una vuelta al capitalismo. Pero el sueño para él acabaría pronto.
Lo mataron un 6 de diciembre del 2023. Lo mataron como suelen hacerlo con los muchachos en Siloé. Alguien entre las sombras, sin testigos. Lo mataron por ser joven, por querer torcer el destino, por darle otra opción de vida a los que no tienen futuro. Lo mataron a balazos y su cuerpo quedó tirado en el suelo, como si fuera un muchacho que no valiera nada. La labor de Camilo Osuna ha sido recordada en Siloé en murales. Entre los muchachos de la Red de Huertos se convirtió en una leyenda. Su historia debe permanecer viva en la memoria. Es la única forma de honrarla.
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