Por: Sergio Saavedra. Redacción Pares
Este martes en la mañana, en el barrio Candelaria la Nueva de la localidad de Ciudad Bolívar se registró un tiroteo que dejó un policía muerto y uno herido. Al parecer, los uniformados identificaron un grupo sospechoso que se movilizaba en un vehículo y, en el momento en que iban a ser registrados por los policías, abrieron fuego sobre una patrulla y una moto de la policía.
Llama la atención que en el tiroteo fue accionado un fusil, hecho que suscita preguntas alrededor de la presencia y uso de este tipo de armamento en la capital de la República.
Aún más, cuando paralelamente la Defensoría del Pueblo —el 20 de junio— emitiera una alerta temprana referente a la presencia de Grupos Armados Ilegales (GAI) en las localidades de Ciudad Bolívar, Kennedy y Bosa, y; que la actual Administración Distrital ha desconocido dicha presencia de GAI tal como lo dio a conocer Jairo García, Secretario de Seguridad, Convivencia y Justicia.
Asimismo, el tráfico y la venta de armas ilegales complejizan la situación ya que los principales clientes de las organizaciones dedicadas al trafico de armas ilegales son grupos, entre otros GAI, como Clan del Golfo, ELN, Puntilleros, Pelusos, los Grupos de Delincuencia Organizados (DGO) y los Grupos de Delincuencia Común (DGCO).
Una docena de organizaciones con fusiles en la capital
En este sentido, las autoridades han determinado mercados de armas ilegales que se desprenden en tres ‘tipos de mercado’. Por un lado, está el mercado negro, del cual las armas provenientes son ilegales, las de mercado gris que son aquellas que son adquiridas de manera legal pero que terminan en poder de grupos criminales y, el trueque en el que se presenta un intercambio de estupefacientes para conseguir armas ilegales.
Ahora bien, la presencia de organizaciones criminales en la ciudad de Bogotá auspicia el flujo del tráfico de armas ilegales que son adquiridas por este tipo de organizaciones.
Es más, según datos del subdirector de la Fundación Paz & Reconciliación, Ariel Ávila, se han rastreado 134 pandillas, 12 organizaciones criminales con capacidad de este tipo de armamento, como lo son el caso de fusiles y cinco organizaciones criminales de carácter nacional y trasnacional.
En este sentido, hechos como el sucedido en horas de la mañana en la localidad de Ciudad Bolívar, o un asalto a una bodega ocurrido hace unas semanas donde se puede apreciar a varios delincuentes portando armas de asalto, demuestran dichas presencias y tráfico de armas, tal como lo señala el analista.
Pagar droga con armas
Hugo Acero, experto en seguridad, afirma que el mercado ilegal de armas que está ligado a varios aspectos. Por un lado, según el experto, hay una ‘reposición de armas’ en grupos armados, cuando esto se presenta las armas no entran a fundición o destrucción, sino que entran al mercado comercial ilegal, lo cual además baja el precio y crece la posibilidad de asequibilidad para organizaciones criminales.
A su vez, también se presenta por pago de cargamento de droga en el cual se efectúa el pago con armas. Es decir, que se hacen parte de pago en dinero, pero otra con armas. Asimismo, se da el caso del mercado venezolano, del cual provienen armas más económicas en el marco del contrabando.
Una de las grandes conclusiones que presenta Acero tiene que ver con un efecto ‘cascada’, que indica que en tanto los Grupos Armados Ilegales hagan reposición de sus armas, las armas que reemplazaron irán llenando el mercado de armas ilegales.
Según Acero estas estructuras militares hacen uso de este tipo de armamento debido a que las economías ilegales con las que operan permiten la compra y, quienes integran dichas estructuras tiene la capacidad de operar sin dificultad armas como los fusiles, porque por su trasegar conocen su funcionamiento.
Acero también se refirió, sobre la alerta temprana que emitió la Defensoría del Pueblo hace unas semanas, que es una irresponsabilidad que la administración no reconozca la presencia de estructuras criminales organizadas en Bogotá, pues de hecho, eventos como los de hoy o hurtos en los que se emplean armas largas prueban su uso y la Administración debe tomar decisiones que prevengan dinámicas de violencia en los barrios de Bogotá.
Néstor Rosanía, también un experto en seguridad, ha señalado en varias oportunidades en medios de comunicación que hay puntos provenientes de armas ilegales que confluyen en dicho mercado. En términos fronterizos, Rosanía ha dicho que para el caso colombiano se han identificado puntos como la zona del Pacífico, fronteras como la colombo-ecuatoriana y colombo-venezolana.
Para el caso de la frontera colombo-venezolana, en el año 2018 según un informe de inteligencia de la Dijín; existían rutas desde Antonio del Táchira a Cúcuta, de Maracay a San Cristóbal a Cúcuta, de Maracaibo a Paraguaipoa a Paraguachón, de El Amparo a Guasdualito a Arauca y, de El Vigía a La Grita a Tres Bocas para llegar a Tibú.
Sobre el tema de el fusil que fue utilizado en el tiroteo en la localidad de Ciudad Bolívar, en 2016 según los datos de la Policía, se incautaron en Bogotá 28 fusiles, en 2017 se incautaron 5, en 2018 se incautaron 4 y, en 2019 —entre el 1 de enero a 31 de mayo de 2019— no se han incautado ningún fusil en la capital, a pesar de que en tiroteos o en hurtos las organizaciones criminales los están utilizando.
Commentaires