Por: Redacción Pares

El 18 de marzo, sobre el mediodía, la plaza de Bolívar estaba a reventar. Miles de entusiastas del presidente y sus reformas exigían a los ocho senadores que decidieron archivar la laboral que escucharan al pueblo, las cifras que daba el DANE sobre informalidad laboral, de un 56% y la contundencia de algunos números: de cada cuatro colombianos sólo uno se puede pensionar. Adentro en el congreso, específicamente en la comisión séptima, terminó la sesión en donde definitivamente se hundió la reforma la laboral. Inmediatamente sucedió esto el congresista del Pacto Histórico, Alfredo Mondragón, empezó a insultar al senador Alirio Barrera. El video se volvió viral. Entre las recriminaciones Mondragón afirmaba que no tenía cerebro para debatir “usted no dijo nada” le gritaba el del Pacto Histórico ante las pocas razones que esgrimió el uribista para hundir la reforma. Uno de los insultos que más fuerte se escuchó fue el de acusar a Barrera y a su partido de ser “Masacradores laborales”.
Alirio Barrera, en sus dos años que lleva como senador del Centro Democrático ha aparecido en medios más por sus escándalos que por el rigor de su UTL a la hora de pasar propuestas para ayudar a volver este país más próspero. El 26 de septiembre del 2022 su nombre apareció en todos los titulares del país. Después de que el entonces presidente del senado, Roy Barreras, afirmara que el congreso era un lugar “amigable con las mascotas” Barrera dio un golpe publicitario, llevó su caballo de paso fino. Mientras los medios le ponían el micrófono para que hablara el senador uribista decía que buscaba que lo dejaran entrar al recinto con el equino y que con este performance lo que pretendía Barrera era dejar claro que no se podían prohibir en Colombia los coleos, las cabalgatas, ni los toros. Unas semanas después Pasaporte, como se llamaba su caballo favorito, murió en su finca en Casanare. Aunque la causa de la muerte fue la picadura de una serpiente se especuló con que el traslado a Bogotá y la exposición mediática habría afectado el estado de salud del animal.
Casanare es la casa de Alirio Barrera. Fue en el 2020, gracias a Tomás Uribe, a quien le preguntaron si tenía intenciones presidenciales en las elecciones del 2022 fue enfático en decir que no, que el ungido sería Josué Alirio Barrera Rodríguez. Lo que afirmaba el hijo del expresidente era que tenía una historia suficientemente atractiva como para la gente no sintiera empatía. Nacido en 1977 en la vereda Monteralo del municipio de Aguazul, era el septimo de trece hijos de una familia de campesinos. Tomás Uribe contaba que Alirio, de joven, tuvo que vender melcochas para pagar su colegio, que su familia fue desplazada por la violencia cuando él tenía 17 años, dejaron todo para irse vivir a Yopal, que hipotecó la casita que tenía para comprar dos caballos y dedicarse a amansarlos, con ellos llegó a una exposición equina en el 2009. El lugar era la sede de la Fuerza Aérea en Bogotá. El invitado de honor era el entonces presidente Uribe quien quedó prendado de Barrera al verlo cabalgar. Desde entonces Barrera se acercó a la familia presidencial y se convirtió en amansador de algunos caballos que tenía Uribe en su finca el Ubérrimo. Tomás contó con admiración como su papá le entregó en el 2015 el aval para que fuera candidato a la gobernación del Casanare del Centro Democrático. Ganó las elecciones y, según el uribismo, su gestión fue un éxito.
Alirio Barrera aún no ha sido presidente. Si fue senador en el 2022. Es una de las grandes figuras del uribismo de cara al futuro. Por ahora está cumpliendo su cometido. Fue uno de los ocho senadores que hundieron la reforma laboral que era tan necesaria del país. No es el mejor senador a la hora de debatir pero tiene dos cualidades que Uribe valora más que la inteligencia: es leal y disciplinado. Es un uribista pura sangre.