Por: Redacción Pares
Foto tomada del: El Colombiano
Uno de los más silenciosos y constantes contradictores de Gustavo Petro es el actual gobernador de Antioquia Julián Rendón. En los siete meses que lleva en el cargo ya ha protagonizado varias disputas con el presidente. La primera vez fue por la rectoría de la Universidad de Antioquia, la segunda por convocar una vaca en donde buscaba independencia financiera para hacer las obras de infraestructura que necesitaba el departamento.
Ahora arrancó una nueva disputa. Convencido que el único camino para cumplir con obras de infraestructura es la independencia fiscal, Rendón lanzó un referendo para conseguirla. El presidente Petro, ante el referendo, afirmó que se trata de un acto de egoísmo social del gobernador frente al resto del país: “Este referendo propuesto lo único que construiría es más pobreza en la mayor parte de los departamentos de Colombia”.
Esto representaría una especie de federalización de Colombia, de independencia del país. No es la primera vez que Antioquia lo intenta. Es más, el tema estuvo en la palestra en las elecciones pasadas. Incluso uno de los candidatos a la gobernación, Mauricio Tobón, quien, desde su movimiento llamado El Parche, propuso sin tapujo la necesidad de crear una Antioquia Federal. Incluso durante unos años Antioquia fue un estado aparte. El Estado Soberano de Antioquia fue una división administrativa y territorial de los Estados Unidos de Colombia.1 El ente territorial, creado el 11 de junio de 1856 con el nombre de Estado Federal de Antioquia,2 fue oficialmente reconocido como Estado de la Federación en la constitución nacional de 1858,3 y finalmente denominado Soberano en la constitución nacional de 1863.4 El estado subsistió hasta el 7 de septiembre de 1886 cuando entra en rigor la Constitución política colombiana de 1886 y pasa a llamarse Departamento de Antioquia.
Esto sucedió durante la llamada “Patria boba”. Desde entonces el ego antioqueño les ha servido para llamarse, como lo reseña el columnista John Jairo Blandón en un artículo publicado en el portal Diáspora como “Antioquia la más educada” según lo dijo en su momento el ex gobernador Sergio Fajardo o referirse a Urabá, azotada por los grupos armados desde hace cuarenta años como “la mejor esquina de América”. Según Blandón en su columna: “Decía un candidato cuyo eslogan es precisamente “Antioquia Federal”, que no pueden seguir los antioqueños tributando al gobierno central para sostener a otros departamentos. Esa falacia desconoce la historia reciente, las grandes obras que se han levantado en Antioquia han tenido un significativo aporte de la nación. Para la construcción de las líneas A y B del sistema Metro los colombianos a través de la nación aportamos el 40% del valor total de la obra incluidos los sobrecostos entre 1985 y 1996”.
La fiebre por independizarse de Colombia se avivó, no tanto por la victoria de Rendón en la gobernación sino por el triunfo de Petro en las presidenciales del 2022. En caso tal de que esto sucediera Antioquia sería un estado con 6.2 millones de personas, superior a Uruguay y muy parecido a Paraguay. Según La República: “Desde una perspectiva más amplia, si se revisa la región latinoamericana, el PIB de Antioquia es muy cercano al de Bolivia (US$ 40.408 millones) y Paraguay (US$ 39.495 millones). Y sería exactamente 2,86 veces el PIB de Nicaragua en 2021, que fue de US$14.013 millones, según las cifras del Banco Mundial”.
Es muy difícil siquiera plantear la posibilidad de que esta intención, este rumor de pasillo, esta provocación de Rendón, puedan ser una realidad. Ahora vendrán, por parte de los medios opositores, encuestas, tanteadas, para encontrar una supuesta favorabilidad hacia esa entelequia que sería que Antioquia se separara de Colombia.