Por: Luis Eduardo Celis
En estos días se adelantó una reunión virtual, con la pregunta: ¿Como proteger a lideres y comunidades en Arauca?, siempre hay la incertidumbre de cuántas personas llegarán, quien escribe esta memoria hizo la ilusión de que llegarían alrededor de veinte personas, la realidad fue otra, llegaron cincuenta y seis, la gran mayoría araucanas y araucanos, lo cual muestra que la situación es muy delicada y que la preocupación es muy alta ante el nuevo contexto que arrancó el 2 de enero.
Se escucharon más de veinte intervenciones de líderes sociales, gremiales, políticos, personas con arraigo y preocupación por Arauca, personas que han tenido responsabilidades frente a Arauca, múltiples voces con sus propuestas, incertidumbres, exigencias y no pocas angustias, porque lo que se juega todos los días en Arauca es la vida y la tranquilidad, perdida hace décadas en este bello territorio.
Siempre es un reto ser fiel a las propuestas que se presentan, esta memoria es un esfuerzo por plasmar una diversidad de propuestas, unas en curso, otras por concretar, unas para enfrentar la violencia que arrecia, muchas otras para ir a las raíces de una violencia de más de cuatro décadas.
Se tiene que asumir que es un deber de Estado y la sociedad proteger a los liderazgos y a las comunidades en Arauca, así como se debe acompañar a la sociedad araucana, a sus organizaciones, y hacerles sentir que no están solas y solos, que hay un conjunto de organizaciones y personas que estamos con Arauca y sus retos; es una reafirmación que Arauca le duele a Colombia y que sus retos igualmente son nuestros.
Esta memoria puede estar incompleta, se agradece a quienes lo consideren pertinente enviar sus comentarios y aportes, es una memoria para seguir trabajando por la vida y los derechos, tarea en la que no claudicaremos hasta lograr una Arauca y una Colombia en paz y con una democracia de calidad.
Las propuestas presentadas se pueden agrupar en las siguientes categorías: a corto plazo, temas estructurales y temas procedimentales.
A corto plazo:
La sociedad araucana, en toda su diversidad, debe expresarse con garantías por un territorio que puede tramitar sus múltiples conflictos,
Se requiere visibilizar nacional e internacionalmente la grave situación de violencia que se vive en el departamento de Arauca.
Se valora la propuesta que ha presentado el señor Álvaro Leyva de trabajar por un acuerdo humanitario y unas salidas dialogadas ante la actual confrontación.
Insistir en el pleno cumplimiento del Acuerdo de Paz, el no cumplimiento promueve estas condiciones de continuidad de nuevas violencias.
Hay que insistir y persistir en que se requiere un proceso de paz con el ELN, sin este proceso no es posible avanzar en una Arauca en paz.
Pensar el tratamiento que se le debe dar a las estructuras disidentes de las FARC.
Se requiere restablecimiento de relaciones diplomáticas con Venezuela, diálogo y concertación entre los dos gobiernos para asumir los temas compartidos de frontera.
Se requiere diálogos y concertaciones con los líderes y las comunidades para establecer de manera conjunta las medidas de protección que se consideren más pertinentes.
Hay que fortalecer con personal idóneo, preferiblemente araucanas y araucanos, los equipos en terreno de la Defensoría del Pueblo y las personerías y secretarias de gobierno de los siete municipios.
Hay que establecer corredores humanitarios, previas consultas con comunidades y sus organizaciones, donde se considere que son pertinentes y necesarios para la movilidad y el tránsito seguro, para poder llevar la vida comunitaria con garantías de seguridad.
Hay que atender a las comunidades que han sufrido desplazamiento, brindándoles acogida y condiciones dignas humanitarias y trabajar por su retorno con condiciones de seguridad.
Hay que fortalecer los programas humanitarios que se requieran por desplazamiento, espacios seguros transitorios, que garanticen derechos.
Hay que proteger a la misión médica, que se viene desplazando por sentirse amenazados en sus vidas e integridad.
Hay que proteger a los maestros, ya son varias docenas los que han salido del departamento, vulnerando el derecho de niñas, niños y jóvenes a la educación.
Hay que garantizar la movilidad de toda la ciudadanía en condiciones de seguridad.
Hay que fortalecer las iniciativas de prevención de reclutamiento de menores, de migrantes, de población vulnerable.
Hay que actualizar el contexto actual de Arauca, con sus dinámicas de conflictividad, para tener información y análisis de calidad.
Temas estructurales Trabajar por una Arauca en paz y con derechos pasa por garantizar que la multiplicidad de conflictos se pueda tramitar sin violencias, ni coerciones, con garantías de participación, procesos de diálogos y concertaciones difíciles y necesarias.
Estos temas fueron mencionados.
Hay una deuda histórica del Estado central con Arauca, ha sido un territorio aislado, estigmatizado, atropellado en sus derechos, esto debe cambiar.
En Arauca hay un amplio tejido comunitario, que tiene sus planes de vidas, sus organizaciones, sus procesos, todo ello debe ser respetado.
Se requiere garantías de permanencia, lo que hay es una violencia para sacar a las comunidades de sus territorios.
Arauca tiene múltiples necesidades sociales que deben ser atendidas, se requiere mejorar la infraestructura en salud, en educación, en vías.
El mundo campesino requiere apoyo, hay que formalizar la propiedad, se requieren políticas de promoción a la economía campesina.
El presente, pasado y futuro de Arauca está igualmente ligado a la relación con Venezuela, por lo cual se requiere diálogo y construcción de políticas binacionales.
Temas procedimentales
Esta situación de violencia no se vislumbra que vaya a parar a corto plazo, por lo cual se requiere una acción sostenida y buscar caminos de superación de los enormes conflictos que persisten en el territorio.
Se mencionaron las siguientes iniciativas en el plano de generar apersonamiento por parte de todos los actores que tienen responsabilidades institucionales y pueden liderar junto a la sociedad araucana, procesos para superar de fondo esta persistencia de violencia.
Los concejos municipales de paz, el departamental y la multiplicidad de organizaciones sociales y comunitarias pueden convocar un cabildo de paz para tratar la delicada situación que se está viviendo y convocar la más amplia participación nacional e internacional.
Insistirle al presidente Iván Duque y al Gobierno Nacional en su deber de protección a líderes y comunidades, de manera concertada con ellas y ellos y las autoridades locales.
Mantener informados a la comunidad internacional e invitarles a hacerse presente en el territorio.
Solicitar a la Comisión de Paz del Senado de la República mantener el seguimiento a la situación de Arauca.
Promover los espacios de articulación de las organizaciones y personas que siguen la situación de Arauca, para lograr una acción más eficaz.
Mantener información actualizada a los medios de comunicación nacional.
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