Por: Redacción Pares
La difícil misión de sentarse a hablar de paz con cuatro Grupos Armados Organizados
EL EMC
Una vez se divulgaron por el mundo las fotos de Rodrigo Londoño dándole la mano a Juan Manuel Santos en el Teatro Colón de Bogotá, y se conocieron las condiciones en las que las FARC dejaba sus armas, hubo grupos dentro de las FARC que abjuraron de la firma de paz. Se sabía que empezarían a partirse grupos, a haber disidencias, que no todos los comandantes iban a estar de acuerdo con las condiciones establecidas. Uno de los más significativos de ellos fue el de Gentil Duarte. A este se unieron los frentes 10, 28 y el Carolina Ramírez. Desde el 2019 se dieron a conocer como Estado Mayor Central de las FARC-EP.
El Estado Mayor Central de las Farc-EP llegó a ser la facción más grande de las disidencias de las Farc-EP y su crecimiento se consolidó en un despliegue territorial desde los departamentos de Cauca, Antioquia, Norte de Santander, Arauca, Putumayo y Valle del Cauca. Para el año 2024, de acuerdo con el monitoreo realizado por la Fundación Paz & Reconciliación, el grupo disidente cuenta con presencia territorial en 209 municipios ubicados en 22 departamentos (47 municipios más que 2023.
La gran influencia del EMC se registra en el Cauca a través del Bloque Occidental Jacobo Arenas (BOJA), anteriormente conocido como el Comando Coordinador de Occidente. Los principales líderes del Estado Mayor Central son: Iván Mordisco, Alexander Díaz Calarcá Córdoba, Andrey Avendaño, Leopoldo Durán.
El cese al fuego con el EMC ha sido, cuando menos, complicado: entre octubre 2023 y mayo 2024, se han presentado un total de 100 acciones armadas por parte del EMC: 57 Combates, 28 ataques a la Fuerza Pública y 15 ataques a la población civil. Los ataques constantes en el Cauca.
Segunda Marquetalia
La Segunda Marquetalia tiene otro tipo de importancia. Conformado por hombres que estuvieron en la mesa de negociación de La Habana, comandantes de peso como Luciano Marín Arango alias "Iván Márquez", Seuxis Pausias Hernández Solarte alias "Jesús Santrich", Henry Castellanos Garzón alias "Romaña" y Hernán Darío Velásquez Saldarriaga alias "El Paisa, y otros como “Walter”, quienes incluso habían alcanzado a interactuar en proyectos productivos con el gobierno, abjuraron del acuerdo, argumentando un entrampamiento de parte de la Fiscalía de Néstor Humberto Martínez. El 1 de febrero del 2024, después de esquivar los retos jurídicos que presentaba negociar con esta disidencia, el Alto Comisionado para la Paz, Otty Patiño e Iván Márquez lograron sentar las bases de una negociación. En un comienzo, la presencia de la Segunda Marquetalia se concentró en la frontera Colombo venezolana en los estados de Apure (Venezuela) y el departamento de Arauca,
Actualmente, la Segunda Marquetalia cuenta con 3 estructuras: El “Ala FARC-EP” , la Coordinadora Guerrillera del Pacifico y Comandos de Frontera, que se consolidan como uno de los actores dominantes en el pacífico nariñense y los Comandos de Frontera, que tienen influencia en departamentos de la región Amazónica, especialmente en Putumayo.
Después de las bajas de sus principales comandantes estos son los principales líderes del grupo: Iván Márquez, José Lesmes, alias “Walter Mendoza”, Gener García, alias “Jhon 40”, José Manuel Sierra, alias “Zarco Aldinever”
Clan del golfo
El Clan del golfo actúa como “holding criminal” en tanto es una estructura delictiva que, similar a un holding empresarial, no se dedica únicamente a actividades delictivas operativas, ni su único propósito es la dedicación a rentas ilícitas, sino que gestiona y coordina a diversos grupos delincuenciales. Uno de los temas pendientes que quedan con el Clan del Golfo es develar su relación con el poder. Este grupo armado ha logrado infiltrar distintos niveles de orden institucional. Por un lado, ha logrado un fuerte anclaje con sectores políticos y gobiernos locales, especialmente del Bajo Cauca Antioqueño y el Sur de Córdoba, que se refleja en la financiación de campañas a alcaldías, así como en la adjudicación de contratos a testaferros de este grupo, vinculando de paso a funcionarios de los consejos municipales y buscando permanentemente la relación con sectores políticos. Por otro lado, ha logrado tejer alianzas con sectores de la Fuerza Pública para el tráfico de armamento, asesoramiento logístico y militar, pero sobre todo coordinar operativos militares específicos, en conjunto con el ejército, para repeler el accionar de otros grupos armados.
El Clan del Golfo ha logrado convertirse en un grupo transnacional del crimen. Mantienen fuentes de financiación recurrentes como la minería ilegal y el lavado de activos y ejercen control sobre la comercialización de medicamentos, licor, madera y crédito informal, tanto a pequeña como mediana y gran escala. También se involucran en actividades de violencia como la extorsión, las amenazas y el secuestro. El tráfico de migrantes y la minería ilegal son dos actividades en las que este grupo ha diversificado sus ingresos.
La expansión e importancia que ha tenido el Clan del Golfo tiene que ver con copar el territorio que el Estado no puede cubrir. Al cobrar impuestos, controlar a la población, imponer normas sociales y de comportamiento e impartir justicia, desempeña funciones típicamente asociadas a un gobierno, lo que permite al grupo no solo consolidar su control territorial y económico, sino también ejercer una influencia significativa sobre las formas de vida de la población local.
Las más recientes investigaciones hechas por PARES, revelan la influencia que tiene este grupo armado en 316 municipios, distribuidos en 24 departamentos del país. Esto implica un incremento significativo de su presencia a nivel nacional en un 17% respecto al último seguimiento hecho en el año 2023, donde se identificó injerencia en 270 municipios. Se estima que el número de sus integrantes puede superar los 5.000.
ELN
Desde el 3 de agosto del 2023 el gobierno colombiano consiguió un hito con la guerrilla más antigua del continente: lograr un cese al fuego. Los desencuentros han crispado aún más las relaciones en la mesa de negociación. El reconocimiento que le están dando a grupos que no dependen del Comando Central como el frente Comuneros Sur en Nariño desataron la ira de algunos miembros del COCE. La autonomía que históricamente le ha dado el ELN a algunos de sus grupos en regiones, hace que sea tan dificultoso lograr un consenso a la hora de llegar a acuerdos. Por eso fue tan significativo concretar, a principios de junio del 2024, el acuerdo de participación que podría ser el primer paso para que esta guerrilla por fin logre dejar la lucha armada y apostarle a una salida política.
Según Pares (2023), el ELN financia sus actividades a través de un amplio portafolio tributario que incluye economías territoriales legales (extracción maderera, agricultura, comercio) e informales (minería, prostitución, mototaxismo, préstamos gota a gota). Obtienen recursos regulando yacimientos de oro en Chocó, el sur de Bolívar y el bajo Cauca antioqueño; la explotación de carbón en Catatumbo; y la extracción de coltán en Vichada y Vaupés. También participan en la tala de árboles en Chocó y en la comercialización ilegal de gasolina en Catatumbo, además de regular rutas de migrantes y contrabando entre Venezuela y Colombia. En Arauca, cobran impuestos en los pasos fronterizos por contrabando, alimentos y agricultura y funcionan casi que como un para estado.
Según Pares el ELN tiene injerencia en 215 municipios. En el ejercicio de actualización de la presencia de este y los demás grupos armados en Colombia para 2024 se tiene que el ELN se extendió a 231 municipios en 20 departamentos, evidenciando un incremento del 7% con respecto al año anterior, y del 26% con respecto al 2022. Sobre el ELN se señala que, según el último informe de inteligencia militar, este grupo cuenta con cerca de 6000 integrantes dentro de sus filas de los cuales aproximadamente 1000 se encontrarían en territorio venezolano, lo cual supone considerar su presencia binacional permanente de cara a los avances en la mesa de negociación con este grupo y la importancia de considerar el impacto de su presencia en territorio venezolano.