Por: Redacción Pares
El Cauca y los problemas que le ha traído su posición estratégica
El cañón del Micay es un corredor hacia el Pacífico de inigualable importancia estratégica. Argelia está en el centro de todo esto. Este municipio ha sido escenario de numerosas acciones armadas debido a la presencia de grupos como el EMC, el ELN y la SM. De acuerdo con la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas – UARIV el 70% de las personas desplazadas en el Cauca provienen de Argelia, seguido por un 22% de Suárez.
Es crucial destacar la situación en Suárez, ya que, como se mencionó, ocupa el segundo lugar en casos de desplazamiento y el primero en confinamiento, con 1221 eventos, seguido por Argelia. Esto puede estar relacionado con la movilidad de los cultivos de uso ilícito, que gradualmente se han desplazado a lo largo del corredor del Cañón del Micay, estableciéndose en López de Micay y Guapi. Aunque Suárez no está directamente ubicado dentro de este corredor, forma parte de una configuración que incluye a Cajibio, Morales, Buenos Aires y concluye en El Naya, conectándose así con el océano Pacífico. Desde años atrás, la Defensoría del Pueblo han identificado a Suarez como la entrada al corredor estratégico del Naya.
La presencia casi que hegemónica de grupos armados que componen el Bloque Occidental Jacobo Arenas del EMC, evidencia la continuidad del control territorial y la explotación de recursos ilícitos tras la salida de las antiguas FARC-EP. La violencia en la región se manifiesta a través de amenazas, asesinatos selectivos y desplazamientos forzados, afectando especialmente a liderazgos sociales y comunidades étnicas. Además, se ha observado un preocupante incremento en el reclutamiento de menores por parte del EMC.
La escalada de violencia perpetrada por los grupos armados en el Cauca continúa, y uno de los casos más impactantes tuvo lugar en la región del Norte del Cauca. En julio de 2023, se observó un notable aumento de las acciones armadas, culminando con el devastador ataque con un cilindro bomba a la Institución Educativa Técnica Agrícola de Suárez – Sede María Inmaculada. Este evento cobró relevancia a nivel nacional debido a que fue la escuela primaria de la Vicepresidenta Francia Márquez. Este suceso, junto con el atentado con carro bomba contra la Estación de Policía y otro incidente similar al día siguiente en Mondomo, conmocionó profundamente la región.
A pesar del establecimiento del Cese al Fuego, fundamental para la Paz Total, los combates persisten en áreas clave como el Cañón del Micay, lo que sugiere un escaso compromiso con los acuerdos o serias desconexiones entre la mesa negociadora y los actores en el terreno. En el Cauca queda claro que los grupos armados no están motivados por una agenda política, sino por intereses lucrativos y económicos. Esta tendencia se manifiesta no solo en el establecimiento de nodos de operación, sino también en la creación de corredores que sirven como rutas para actividades de economía ilegal. Actualmente, estos corredores pueden dividirse en tres: el primero abarca Cajibio, Morales, Suarez y Buenos Aires, con salida al mar por el Naya; el segundo es la ruta del Cañón del Micay, que comprende Patía, Tambo, Argelia, Guapi y López de Micay, con tres municipios conectados directamente al océano Pacífico siguiendo la cordillera oriental; y finalmente, un corredor emergente que atraviesa el oriente a través de Inzá, Paéz y Huila.
Nariño en la Paz Total
De acuerdo con el monitoreo realizado por la Fundación Paz & Reconciliación, para el año 2024, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), hace presencia en 26 municipios (12 más que en el 2023). La Segunda Marquetalia (SM) continúa teniendo presencia en 11 municipios. El Estado Mayor Central (EMC), hace presencia en 16 municipios (4 más que en el 2023). El Ejército Gaitanista de Colombia EGC, más conocido como el Clan del Golfo, hace presencia en 9 municipios, (6 menos que en el 2023). Y las Autodefensas Unidas de Nariño (AUN) en 12 municipios ubicados sobre la Cordillera Occidental del departamento.
Según la Defensoría del Pueblo (2024), Nariño fue el departamento en donde se registró el mayor número de eventos de desplazamiento masivo forzado en 2023 (58 eventos de 154 registrados a nivel nacional), según (OCHA, 2024) durante el primer trimestre de 2024, en Nariño, y específicamente en los municipios de la costa pacífica, ocurrieron la mayor cantidad de casos de desplazamiento en Colombia (3.400 de 3.900 a nivel nacional); según (CODHES, 2023), Nariño figura dentro de los departamentos más afectados por desplazamiento forzado, confinamientos y restricciones a la movilidad (2023). La (CICR, 2024) también ubica a Nariño dentro de los departamentos más afectados en 2023 por desaparición forzada y por afectación individual a causa de artefactos explosivos: 91 de las 380 víctimas de artefactos explosivos reportadas a nivel nacional se ubican en Nariño.
En el Triángulo del Telembí, conformado por los municipios Roberto Payán, Magüí Payán y Barbacoas, la población, en su mayoría afrodescendiente e indígena, se ha visto continuamente victimizada por las acciones del Frente Urias Rondón y las columnas Franco Benavides, Alan Rodríguez y Rafael Aguilera del EMC; el bloque occidental Alfonso Cano, los frentes Ariel Aldana, Oliver Sinisterra e Iván Ríos de la SM; el Frente Comuneros del Sur y las estructuras Guerreros del Sindagua y José Luis Cabrera Ramos del ELN, siendo la subregión que reporta la más diversa presencia de EAI en el departamento. En 2024 la Segunda Marquetalia y el Frente Comuneros del Sur establecieron un acuerdo “de unidad y colaboración” (Noticias Al Punto, 2024), posiblemente en la búsqueda de menoscabar el control de otros grupos armados.
Los retos de la Paz Total en Nariño
El enfoque de la política de Paz Total es novedoso en relación con las anteriores apuestas gubernamentales de pacificación del territorio y reconoce la complejidad del problema de la violencia armada en los territorios. Además de los intentos de diálogo con EAI y la apuesta de territorializar la paz que incluye el diálogo social amplio y el establecimiento de acuerdos con dirigentes locales de los EAI, el Gobierno Nacional ha optado por dirigir la lucha contra el narcotráfico hacia las estructuras criminales y no hacia los campesinos productores, como resultado se registra una cifra histórica de cultivos de coca en pie (Rodriguez, 2024), a la vez que se reporta una disminución significativa de los precios de la hoja de coca y un aumento considerable de incautaciones de pasta base y de clorhidrato de cocaína, que, según Insight Crime (Posada, 2023) ascendió a 80 toneladas en el Departamento.
Ya que la política de Paz Total concibe la violencia armada como una consecuencia de la desigualdad social y económica, el Gobierno ha anunciado inversiones estratégicas para la transformación de la economía ilegal y la garantía del acceso a derechos básicos de las poblaciones que habitan los territorios más golpeados por la violencia, sin embargo, los resultados de estas inversiones y decisiones políticas, en términos de pacificación de los territorios, sólo pueden cuantificarse a mediano y largo plazo, entretanto las comunidades siguen siendo victimizadas por la confrontación armada.
Norte de Santander: la puerta a Venezuela
Otro de los apartamentos que ha sufrido por las ventajas de su posición geográfica es Norte de Santander. Aunque los indicadores señalan que la violencia está bajando, hechos puntuales como la retención de la directora de la Unidad de Víctimas en el Catatumbo, es una clara señal que el fantasma sigue allí. En el departamento el cese al fuego con los grandes grupos armados continúa. Sin embargo la comunicación entre el gobierno y las autoridades regionales es casi nula. Así están distribuidos los grupos armados en Norte de Santander:
El ELN hace presencia en Ábrego, Ocaña, El Carmen, Convención, Teorama, San Calixto, La Playa de Belén, Hacarí, El Tarra, Sardinata, Tibú, Lourdes, Salazar y Bucarasica; El Frente Efraín Pabón Pabón se encuentra en Herrán, Chitagá, Toledo, Cácota, Silos y Ragonvalia; el EPL, por su parte, tendría incidencia en los municipios de Ocaña, La Playa de Belén y Ábrego; a su vez, el Frente 33 del EMC, hace presencia en El Tarra, Ocaña, Bucarasica, Teorama, Tibú, el Carmen, El Zulia, y Cúcuta. Este último municipio, capital del departamento, ha padecido la incursión de las guerrillas en su casco urbano, zona rural, y área metropolitana. De hecho, en la capital del departamento convergen las tres guerrillas mencionadas, el Clan del Golfo, y 17 organizaciones delincuenciales más (entre las que se encuentra El Tren de Aragua).
Sumado al incremento de la inseguridad en Cúcuta, una posible alianza entre las guerrillas del ELN y el EMC para combatir a los grupos paramilitares mantiene en vilo a las autoridades, especialmente por la presencia del Ejercito Gaitanista de Colombia (EGC) en la capital del departamento. Lo único que se le pide al gobierno es mayor interacción con las autoridades regionales.
Antioquia: el clan del golfo manda
Así están distribuidos los grupos armados en el departamento: el Clan del Golfo, se posiciona como el grupo armado más influyente de la región, ejerciendo control en 65 municipios (7 más que en el año 2023). El segundo grupo con mayor presencia en Antioquia es el ELN, con actividad en 32 municipios. Y por su parte, los Grupos Armados PosFarc (GAPF) o disidencias ocupan 18 municipios del departamento correspondientes al EMC, concentrando su influencia en las subregiones del Norte, Bajo Cauca y Nordeste.
Aunque las cifras de violencia a nivel departamental sugieren una disminución del conflicto armado en la región, esta tendencia no puede atribuirse exclusivamente a la implementación de la política de Paz Total y los ceses al fuego. Más bien, este descenso también está relacionado con el proceso de consolidación, expansión y control del Clan del Golfo como un actor hegemónico en el departamento de Antioquia.
Otra manifestación de la disminución de la violencia en el marco de la Paz Total es la reducción en el número de homicidios en el año 2023 en comparación con el año anterior. Desde la perspectiva de la política de Paz Total, esto podría atribuirse a una disminución en los enfrentamientos entre la Fuerza Pública y los grupos armados organizados, así como a una reducción en los conflictos y alianzas entre el ELN y el EMC.
En Antioquia el cese al fuego se ha establecido con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el Estado Mayor Central (EMC), la Segunda Marquetalia (SM) y el Clan del Golfo o Ejército Gaitanista de Colombia (EGC). Pero este cese al fuego se ha roto.
Los principales motivos por los cuales estos tres grupos armados: Clan del Golfo, ELN y EMC (los más grandes del territorio antioqueño) se disputan estas subregiones de fronteras como: Bajo Cauca, Norte, Nordeste, Occidente y Urabá es por la importancia geográfica y económica que tienen estas para sus organizaciones. Estas subregiones son corredores geográficos con topografías muy complejas, que cuentan con complejos montañosos como la Serranía de San Lucas y el Nudo de Paramillo, selvas como el Tapón del Darién y complejos hídricos conformados por los ríos Cauca, Nechí y Atrato, y deltas fluviales como La Mojana, que conectan el departamento con otros departamentos, con la salida al mar Caribe y Panamá.
Otro de los hechos que despiertan preocupación en Antioquia en el marco de la Paz Total es el aumento de asesinatos a líderes sociales en el departamento. La posición tanto del gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, como del alcalde de Medellín Federico Gutiérrez, contra la política de la Paz Total, es un verdadero cuello de botella para este proceso.
El EMC desafía al ELN en Arauca
“Antonio Medina” se ha convertido en un verdadero desafío para el ELN en Arauca. Los ceses al fuego en Arauca se han notado en una disminución de los ataques a la infraestructura petrolera: del 25% durante el año 2023 respecto al año 2022. Según las declaraciones de altos oficiales de la Fuerza Pública, en su mayoría son efectuados por el ELN, como retaliación a las políticas mineroenergéticas del gobierno nacional, que favorecen los intereses económicos de las empresas petroleras. También se ve en este informe la disminución significativa de los ataques a la Fuerza Pública en un 23% y combates o enfrentamientos entre la Fuerza Pública y las guerrillas en un 67%.
Durante el primer semestre (enero-mayo) del año 2024, en el departamento de Arauca se mantiene el mismo comportamiento estadístico del año 2023, en cuanto a ataques a la población civil, pues en apenas cinco meses, se han registrado: 30 homicidios, 38 secuestros y 520 personas desplazadas y confinadas. Salvo contadas excepciones, ninguno de los actores armados reconoce su autoría en los hechos de violencia. Cada 72 horas hay una persona muerta o secuestrada en el departamento de Arauca.
Chocó, otra vez en medio de la guerra
El departamento del Chocó atraviesa una compleja situación humanitaria debido a la guerra entre el EGC y el ELN, que se disputan ferozmente el control territorial en 27 de los 31 municipios del departamento. Las subregiones del Atrato y San Juan enfrentan la situación más crítica, donde el EGC ha avanzado a través de la selva y los ríos hasta el Bajo San Juan, llegando incluso al Bajo Calima en Buenaventura, en la frontera entre Chocó y Valle del Cauca.
De acuerdo con el Registro Único de Víctimas de la Unidad de Victimas (2024), en el Chocó se reportaron 12.224 personas víctimas de desplazamiento forzado. Los municipios que mayor número de víctimas son Sipí y el Litoral del San Juan, ambos pertenecientes a la subregión del San Juan.
El confinamiento es el hecho victimizante que más víctimas registró en el Chocó durante el 2023 con 19.942 personas, según datos de la Unidad para las Victimas (2024). De acuerdo con las cifras, este se concentra principalmente en los municipios de Alto Baudó y Medio San Juan.
Conforme a los datos de Medicina Legal (2024), en el departamento se registraron 219 asesinatos durante el 2023. De estos, 106 se presentaron en Quibdó, seguido de Istmina con 22 hechos. Del total del departamento, 9 fueron contra mujeres, mientras que los restantes se perpetraron contra hombres.
El secuestro no es muy común en el departamento del Chocó, sin embargo, existen registros de esta victimización. Según datos de la Policía Nacional (2024), entre enero de 2023 y enero de 2024 se presentaron 10 casos de secuestro, casi uno por mes, en 7 municipios.
En el departamento del Chocó hay dos procesos de paz actualmente en funcionamiento: el espacio de diálogo sociojurídico con grupos organizados de alto impacto en Quibdó y las negociaciones con el ELN.
¿Qué pasa en otras regiones?
En el Caribe continúan las confrontaciones. En la Sierra Nevada de Santa Marta, hace presencia las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada (ACSN). Este grupo se consolida como una organización, reducto de las Autodefensas Unidas de Colombia AUC (Fundación Paz & Reconciliación, 2022), teniendo varias décadas de presencia territorial en esta zona del departamento del Magdalena. Pese a sus confrontaciones con el EGC, la captura y muerte de algunos de sus líderes más importantes y las disputas entre familiares , la posición estratégica de este grupo en la Sierra Nevada de Santa Marta ha contribuido a que mantenga relativo poder sobre los enclaves del narcotráfico en la región del Caribe.
En el sur del departamento de Bolívar, existe una triada de estructuras que se encuentran disputando este territorio. El EGC- Clan del Golfo continua con su proyecto de expansión en los enclaves mineros ubicados en el sur del Bolívar, que se articulan a otros territorios relevantes para esta actividad, como lo es el Bajo Cauca en Antioquia y, donde tienen control de la economía aurífera. Por su parte, el ELN, ante la avanzada y el fortalecimiento del EGC, ha tenido que replegarse en algunas zonas, en donde históricamente ha tenido presencia, como lo son los municipios de Cantagallo, San Pablo, Simiti, Morales, entre otros. Frente a esta situación, el ELN, ha generado articulaciones con los Frentes 4, 24 y 37, del Bloque Magdalena Medio perteneciente al EMC, con el fin de frenar el avance del EGC.
De acuerdo, con la información consignada por la Coordinadora Humanitaria, en su informe trimestral 2024. Durante el primer trimestre del año, la región caribe registró un total de (45 eventos) de violaciones a los DDHH e infracciones al DIH, en donde los municipios con un mayor número de afectaciones fueron: Fundación, Plato, Ciénaga, Santa Marta y Banco (Magdalena), Valledupar, El Copey y Pailitas (Cesar), Riohacha y San Juan del Cesar (La Guajira), Carmen de Bolívar, San Jacinto y María la baja (Bolívar), Malambo y Sabanagrande (Atlántico) y Toluviejo (Sucre)
En el informe donde se hace un balance exhaustivo a la Paz Total presentaremos al detalle cómo está la situación en el país.
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