Por: Katerin Erazo, Periodista
El sábado 13 de julio, la tranquilidad de la vereda La Placa, en la zona rural de Caloto, Cauca, fue interrumpida por el hallazgo de dos cuerpos sin vida. Los cadáveres fueron encontrados junto a un cartel con un mensaje amenazante dirigido a personas asociadas con ciertos grupos armados, específicamente mencionando a aquellos que “trabajen con el 57 y con los ELN”. Este hallazgo ha intensificado la preocupación en la región, ya sumida en un clima de violencia creciente.
Las autoridades locales y la Policía Nacional iniciaron una investigación para esclarecer los hechos. Aunque las identidades de las víctimas no fueron confirmadas debido a la falta de documentación personal, se han realizado análisis de registros dactilares y de ADN para identificarlas. Las investigaciones preliminares sugieren que la disidencia 'Dagoberto Ramos' del Estado Mayor Central (EMC) podría estar detrás de estos asesinatos, aunque no existe una confirmación oficial al respecto.
Este incidente no es un caso aislado. La región del Cauca ha estado viviendo días de intensa violencia y enfrentamientos. El mismo 13 de julio, tropas del Ejército Nacional enfrentaron a miembros de las disidencias de las FARC en el municipio de Cajibío. Los combates, que duraron más de dos horas según testimonios de los pobladores, incluyeron el uso de drones cargados de explosivos por parte de las disidencias.
El Ejército Nacional detalló en un comunicado que su reacción logró neutralizar a tres presuntos disidentes del frente 'Jaime Martínez'. No se reportaron heridos entre civiles ni soldados, y las operaciones ofensivas en la región continúan.
El uso de drones por parte de los grupos armados ilegales se ha convertido en una preocupación creciente. En junio de 2024, el presidente Gustavo Petro abordó este tema, minimizando la amenaza que representan estos dispositivos y argumentando que existen formas de destruir los drones y de impedir que lancen explosivos. Sin embargo, los ataques con drones han continuado, con recientes incidentes en la comunidad de Tunía, donde se registraron ataques contra la estación de Policía y el sector del peaje en la vía Panamericana.
El general Federico Mejía, jefe del Comando Específico del Cauca, destacó la rápida y valiente reacción del Ejército y la colaboración de la población civil en repeler los ataques. A través de redes sociales, la Tercera Brigada del Ejército informó sobre la neutralización de tres integrantes de las disidencias Jaime Martínez en el corregimiento de Ortega, Cajibío, y mencionó que más miembros de esta estructura resultaron heridos. Las labores de inteligencia continúan, y aunque los combates cesaron en esa zona, la situación sigue siendo tensa.
La violencia en Cauca ha generado diversas reacciones en el ámbito político. El gobernador del Cauca también hizo un llamado urgente al Gobierno central para abordar la creciente violencia en la región. “Han atacado en reiteradas oportunidades a la Policía y al Ejército, desde el martes se están registrando estos hostigamientos del EMC (Estado Mayor Central) en la región. Le pedimos al gobierno nacional iniciar acciones inmediatamente para poder retornar a la tranquilidad y el control territorial”, declaró el mandatario departamental.
El hallazgo de los dos cuerpos en Caloto y los continuos enfrentamientos en el Cauca resaltan la compleja y peligrosa situación que enfrenta la región. La combinación de ataques con drones, enfrentamientos armados y mensajes amenazantes refleja un panorama de inseguridad que requiere una respuesta integral y coordinada por parte de las autoridades locales y nacionales. Mientras tanto, la población del Cauca sigue viviendo bajo una amenaza constante, esperando que las medidas de seguridad puedan devolverles la paz y la estabilidad que tanto necesitan.
Además de estas situaciones, en las últimas horas, más de 200 personas han sido desplazadas de sus hogares debido a intensos combates en la vereda El Encanto, corregimiento de El Sinaí, en el municipio de Argelia, Cauca. Los enfrentamientos, que ya completan un día, se han dado entre las facciones armadas de la 'Segunda Marquetalia' y la disidencia 'Carlos Patiño'.
Según líderes locales, estos conflictos no solo han obligado a centenares de personas a abandonar sus hogares, sino que también han resultado en el confinamiento de decenas de familias que temen por su seguridad. La situación se ha extendido a las veredas La Playa y El Cabuyo, exacerbando la crisis humanitaria en la región.
El alcalde de Argelia, Osman Duan Guaca Acosta, emitió un comunicado urgente exigiendo la intervención inmediata del Gobierno Nacional, la Gobernación del Cauca y otras entidades competentes. "Denunciamos y exigimos de manera urgente al Gobierno Nacional, Gobernación del Cauca, y entidades de orden nacional que en el marco de sus competencias intervengan en el asunto para detener la situación de riesgo y amenazas de nuestra población argeliana", declaró el alcalde.
Antes de que comenzaran los enfrentamientos, comerciantes locales informaron sobre actividades intimidatorias por parte de los disidentes de las FARC. Estos grupos armados realizaron requisas a transeúntes, establecieron retenes ilegales y pintaron vehículos con grafitis intimidatorios. Letreros como "Jaison Cardona", una columna móvil del frente ‘Carlos Patiño’, se vieron en varios puntos del corregimiento de Plateado.
Los campesinos desplazados han buscado refugio en el casco urbano de Argelia, instalándose en el coliseo principal. Las organizaciones sociales también han instado a la Defensoría del Pueblo y a la Organización de Naciones Unidas (ONU) a intervenir para detener la violencia en el territorio. Mientras tanto, el Ejército colombiano trabaja en recuperar el control de la zona afectada por los enfrentamientos.
La situación en Argelia refleja la compleja realidad de muchas regiones en Colombia, donde los enfrentamientos entre grupos armados y las consecuencias para la población civil siguen siendo una preocupante constante.