Por: Daniela Bernier Pacheco

Cerrejón es una empresa carbonífera ubicada en el Caribe colombiano, que exporta carbón térmico, fuente que contribuye en conjunto con otros combustibles fósiles a la economía del país. ¿Pero por qué tomó esta medida? De acuerdo al comunicado de fecha 25 de marzo de 2025, el precio de carbón térmico exportado por vía marítima se ha vuelto insostenible.
Y se preguntarán, ¿en qué afecta esto al país? y, ¿por qué podría ser esta medida sinónimo de una crónica de una crisis económica anunciada?
Según el exministro de Minas y Energía Andrea Camacho, el 50% de la economía del país depende del petróleo y carbón, es decir, que tenemos una economía basada en combustibles fósiles, por lo que el país debe estar preparado para una baja en la demanda del petróleo, carbón y gas.
Y es que muchos países a nivel mundial han venido abandonando el uso de combustibles fósiles por múltiples razones, como lo son la soberanía energética, la seguridad del suministro energético y la reducción de los gases de efecto invernadero (GEI). En este sentido, esta medida anunciada por el Cerrejón es una alarma temprana de que en un futuro cercano nuestra economía podría sufrir crisis debido al valor del petróleo, el gas y el carbón térmico.
¿Qué medidas puede tomar el país para reducir esta dependencia económica de combustibles fósiles?
Industrialización de productos agrícolas y biodiversidad: permitirá darle un valor agregado a la bioeconomía, farmacéutica y biotecnología y reducir así la dependencia de las exportaciones de combustibles fósiles.
Fortalecer la economía digital a partir del desarrollo de tecnologías más limpias y amigables con el medio ambiente que contribuyen a su vez a nuevas fuentes de empleo y crecimiento.
La diversificación de la matriz energética, a partir de la inversión en energías renovables, genera nuevas fuentes de empleo y, mediante el desarrollo de tecnologías como el hidrógeno verde, se diversifica la matriz económica.
Creación de incentivos fiscales y financieros que permitan una mayor inversión extranjera en proyectos sostenibles, que permitan mover la economía de los departamentos con vocación extractivista.
Todas estas medidas permitirán reducir la dependencia económica de los combustibles fósiles y ayudarán a la aceleración de la Transición Energética Justa en el país, que permita una verdadera justicia social a partir de la diversificación económica, la inversión en proyectos de energías renovables y el impulso de la industrialización de productos agrícolas y biodiversidad.