top of page

Colombia Humana: nos unimos o nos hundimos

Por: Fredy Chaverra





De la Asamblea Nacional de Colombia Humana -el núcleo orientador del Pacto Histórico- quedan dos conclusiones importantes. La primera es que, ante el pleno de su movimiento, el presiente Petro echó por el suelo cualquier embeleco de reelección, así, le resta espacio a la senadora Zuleta en su pretensión de buscar a como dé lugar una posición cómoda en una eventual lista cerrada -preferible para ella- agitando a la base más galvanizada del petrismo, y la segunda, definitoria para la estrategia a implementar de cara al 2026, es la luz verde para integrar a las fuerzas del Pacto Histórico en una plataforma unitaria de partido único.


De esta forma, se busca darle continuidad a la estrategia que, entre 2021 y 2022, luego de la publicación de una columna titulada “Un Pacto Histórico” -la más destacada del senador Petro en su faceta de columnista- articuló a movimientos políticos y sociales en una plataforma de gran amplitud propiciando la más destacada transformación de la izquierda democrática en lo que va del siglo. El resultado estuvo a la altura de la expectativa y se consagró con la victoria de Petro en segunda vuelta.


Pero ahora, ante la inminencia de un escenario electoral en el cual el dirigente cohesionador no estará liderando en primera persona las posibilidades del tarjetón, la unidad, más que una estrategia de efectividad se asume, con pragmatismo, tanto como una necesidad y garantía de solidez en un escenario donde el Gobierno se juega su continuidad ante una derecha nostálgica de poder. Será, en el intermedio de la narrativa, una disputa por el futuro -reformas sociales, transición energética, superación del conflicto, ¡modernidad!- como un llamado a las sirenas del pasado con sus prácticas de “mano firme” y corazón siniestro.


De ahí que el presidente, en estado de celo electoral desde que dinamitó su primera coalición a principios de 2023, insista en la unidad como punto de referencia para implementar una estrategia efectivista que buscará -nuevamente- hundir al gaseoso centro político, llevando -como si de un déjà vu se tratara- a segunda vuelta al candidato de la izquierda -tal vez, un centrista reconvertido en petrista moderado- y al de la derecha radical -tal vez, un hibrido de extrema derecha y mass media empresarial-. En ese escenario, más por inercia que por otra cosa, el candidato de la izquierda, eso creo, se vería más favorecido (si el voto en blanco no se impone como factor de protesta).


La estrategia tiene dos niveles que se despliegan a partir de tres circuitos electorales: elección legislativa, consulta interpartidista (con vectores de centro) y elección presidencial.


Por una parte, requiere que las fuerzas del Pacto se cohesionen en listas representativas para conservar su actual posición en el Congreso, lo ideal sería que las listas fueran abiertas con un fuerte posicionamiento del logo, considero que el modelo de lista cerrada ya se agotó y para quien lo dude hay un nombre que lo confirma: Alex Flórez. A ese concierto de unidad no van a concurrir sectores que disponen de la personería como un feudo personal, tipo Alianza Democrática Amplia -ADA- o la Fuerza de la Paz, y otros que le dan primacía a lo identitario sobre lo estratégico, tipo Movimiento Alternativo Indígena y Social -MAIS-.


Seguidamente, los resultados de las listas le darían impulso al aspirante que sea ungido en una consulta interpartidista que buscará replicar el “efecto Duque”; es decir, posicionar en la opinión pública a un candidato más bien desconocido, pero que termina, aupado en la efectividad de una plataforma unitaria, consiguiendo un pase directo a la segunda vuelta. No es nada nuevo, ya le funcionó a la derecha en 2018, también le funcionó a la izquierda en 2022. Es un viejo método que solo no le ha resultado favorable al gaseoso centro. ¿Se repetirá la historia?

Sin duda, la unidad es la clave de referencia para que la estrategia de la izquierda resulte efectiva, porque además de buscar una continuidad en la Casa de Nariño, el Pacto Histórico deberá administrar ante el electorado tanto las expectativas frustradas  -que son muchas- como el resultado del legado prometido. Y eso es mejor que lo hagan unidos. La apuesta no es menor y en la división se encuentra la derrota.


Eso es algo que Petro -como un anticipado jefe de campaña- lo tiene muy claro.

 

1 Comment


cookieclickeraz
hace 19 horas

When you have the appropriate person by your side, you won't need that other 80 percent of the time. This place, Slope is where I was able to find the joy I was looking for. They were able to tell me the answer, which has made it possible for

me to have delight each day, despite the long and difficult hours I spend at work.

Like
bottom of page