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Con los crespos hechos: así quedó la defensa de Uribe después de que se ordenara reanudar el juicio

Foto del escritor: Redacción Pares Redacción Pares

Por: Redacción Pares 




“De malas”, así contestó, citando a la vicepresidenta Francia Márquez, Jaime Granados, el abogado que lidera la defensa que se le sigue a Alvaro Uribe por supuesta manipulación de testigos, cuando se le preguntó si el ex presidente renunciaría a la prescripción de su caso que se cumplirá el próximo 8 de octubre. El juicio al ex presidente arrancó en el 2019 y, como lo estipula la ley en Colombia, a partir de las modificaciones que hizo el mismo granados, los casos tienen una fecha de vencimiento, algo que beneficia claramente a los poderosos que puedan pagar una defensa lo suficientemente sólida como para dilatar por años un caso hasta que este precluya.  

 

La táctica de Granados ha sido dilatar lo más que pueda el juicio. Desde el bando de Uribe habían quejas por la supuesta animadversión que siente la juez Sandra Liliana Heredia hacia el expresidente, por eso, desde febrero, han estado intentando meter una tutela por una supuesta violación a los derechos fundamentales al debido proceso y acceso a la administración de justicia. La semana pasada la Corte Suprema admitió la tutela por lo que el juicio fue suspendido. Jaime Granados no podía disimular la satisfacción que sentía al poder lograr un aplazamiento más para su defendido. Eso sí, este fallo de la corte tenía que ser ratificado por el juzgado 55 del circuito. Este jueves 27 de marzo Granados tuvo que morder el polvo de la derrota ya que el Juzgado 55 afirmó que “no logra extraerse probatoriamente” la existencia de un impedimento para que Sandra Heredia siga llevando el juicio.  

 

El juzgado 55 emitió un comunicado en donde dice lo siguiente: “Su solicitud, además de ser ambigua, no se ajusta al elemento central al último supuesto de hecho (...) la negativa a conceder un plazo adicional solicitado por la defensa no comporta en sí mismo una concesión de beneficios para la contraparte, las víctimas o la recusada, y menos aún envía un mensaje de hostilidad al conglomerado social”. 

 

El pasado martes Granados había emitido un concepto sobre la juez Heredia afirmando que “no es imparcial” y argumentó que sus decisiones han vulnerado las garantías procesales en el juicio. Hay que recordar que Uribe renunció a su curul en el senado porque quiso ser juzgado por la Fiscalía. En el momento en el que arrancó el juicio el Fiscal General de la Nación era Francisco Barbosa, compañero de universidad del entonces presidente Iván Duque y alguien plenamente de los afectos del entorno uribista. La salida de Barbosa del cargo en el 2024 volteó completamente el juicio que se le llevaba al presidente.  

 

Hay que recordar que el caso por el que se le abrió un juicio al expresidente no ha sido el único escándalo judicial que ha alimentado su dilatada carrera en la política. A Uribe también se le investigó por hechos anteriores a su presidencia como fue el crimen del defensor de derechos humanos Jesús María Valle quien denunció, antes de que sucediera, las masacres del Aro y La Granja perpetrada por paramilitares, como presidente se le ha investigado por casos tan aberrantes como el de los falsos positivos y el de las Chuzadas del DAS. 

 

Lo que quieren justicia creen que es una buena noticia que se prosiga con el juicio y que el expresidente pueda demostrar su inocencia sin recurrir a maniobras dilatorias.  

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