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Congreso vs. Primera vuelta

Por: Laura Fajardo, Asistente de Investigación.

Línea Democracia y Gobernabilidad


Los resultados de la primera vuelta sorprendieron al país. Por un lado, por el crecimiento electoral del santandereano Rodolfo Hernández y, por otro, la votación de Federico Gutiérrez, quien, a pesar de contar con el apoyo de los partidos tradicionales y clanes políticos, no logró colarse a la segunda vuelta.


Los resultados del domingo 29 de mayo no resultan ser el reflejo de los saldos electorales de las pasadas legislativas, dejando abiertas muchas preguntas: ¿Qué pasó con los votos al Congreso que respaldaban a Gutiérrez?, ¿cómo explicar el contraste de las votaciones de Congreso y la primera vuelta presidencial?


El balance en las elecciones legislativas


El pasado marzo se eligió el Congreso para el periodo 2022-2026 y se asumía que sus resultados marcarían de una u otra forma los carriles políticos de la primera vuelta presidencial. La izquierda, en cabeza del Pacto Histórico, logró conquistar 20 curules en Senado y 20 en Cámara de Representantes. La lista al Senado del Pacto Histórico logró 2’692.999 votos y a la Cámara conquistaron 2.283.940, votos que seguramente hacen parte de los 8.527.768 que logró Gustavo Petro y Francia Márquez en esta primera vuelta presidencial.


En contraste a la situación de la izquierda, la derecha, liderada por Federico Gutiérrez sí sumaba un respaldo político considerable contando con casi 49 senadores y 65 representantes a la Cámara repartidos entre el Partido Liberal, Partido Conservador, Partido de la U, Mira y algunos congresistas del Centro Democrático y el partido Cambio Radical.


Aunque los votos de estos partidos sumaban a la campaña de Federico Gutiérrez cerca de 4.767.416 votos en Senado y 3.054.847 votos en Cámara, estos resultados no se vieron del todo vieron reflejados en esta primera vuelta presidencial, en la que Gutiérrez quedó en tercer lugar con 5.058.010 votos.


Mientras tanto, el centro político, cuyo candidato era Sergio Fajardo, parece tener el peor balance electoral en cuanto a respaldos de congresistas electos. Parte importante de los votos del Verde en las legislativas se fugaron hacia los toldos petristas, a través de figuras como Inti Asprilla, Katherine Miranda o Catherine Juvinao. Como resultado, Fajardo contaba, aparentemente, con al menos 685.033 votos, obedeciendo a los 15 congresistas que lo seguían en su aspiración presidencial; los 888.585 votos que Fajardo alcanzó en esta primera vuelta presidencial revelan sus dificultades para crecer electoralmente como figura presidenciable.




El panorama desde las consultas


En marzo, junto con las elecciones legislativas se votaron tres consultas presidenciales que definieron tres de los seis candidatos que compitieron en esta primera vuelta. En teoría, los candidatos elegidos: Federico Gutiérrez, Sergio Fajardo y Gustavo Petro contaban con el apoyo electoral de sus contendientes al interior de las consultas, pero es necesario evaluar si realmente así fue.


Para el caso del Pacto Histórico, los 5.573.894 votos que alcanzó la consulta le fueron suficientes para posicionarse en el panorama electoral como un contendiente capaz de recoger caudales electorales y de poder crecer aún más, considerando la fortaleza de personajes como Francia Márquez, quien en dicha ocasión se estrenaba en las dinámicas de la política electoral y alcanzó mayores votaciones que incluso Sergio Fajardo, quien ya lleva años en el mundo político. Con los resultados del pasado domingo, es indudable que el voto del Pacto Histórico se movilizó a favor de su candidato Gustavo Petro y contribuyó decisivamente en su paso a segunda vuelta.


En la derecha, la Coalición “Equipo por Colombia” se disputaba su representación entre Federico Gutiérrez, ganador de la consulta; Alex Char, David Barguil, Enrique Peñalosa y Aidé Lizarazo. La consulta logró sumar 3.987.120 votos. Descontando los votos de Federico y contando sólo los de sus compañeros de coalición que decidieron respaldarlo, se sumaban 1.826.791 votos.


Aunque se esperaba un mayor crecimiento electoral de Gutiérrez, considerando que contaba con el respaldo de clanes políticos como el clan Char, el clan Barguil y el clan Dilian Francisca Toro, la diferencia de votos entre la consulta y la primera vuelta son de apenas 1.070.890, cifra que resulta reducida en comparación con la fortaleza electoral que estos clanes demostraron para las elecciones legislativas, en las que el clan Char logró siete curules (tres en Senado y cuatro en Cámara) con 570.796 votos; el clan Barguil que estableció a sus dos candidatos (uno en Senado y uno en Cámara) con 203.748 votos; y, por último, el Clan Dilian Francisca Toro, quien estableció a seis congresistas y sumó 478.620 votos. De hecho, tanto en Atlántico, como en Córdoba y Valle del Cauca, Gustavo Petro arrasó en las votaciones con el primer lugar en la mayoría de los municipios que eran bastiones del Congreso en estos clanes.


En total, los 1.253.164 votos que sumaban los apoyos electorales de estos tres clanes que se sumaron a Gutiérrez desde el inicio de la campaña a primera vuelta presidencial no se vieron reflejados en el crecimiento electoral de Gutiérrez. Este incremento de la figura de Gutiérrez muchos analistas e investigadores lo daban por hecho, considerando además que era el candidato predilecto de la derecha, de los clanes y de los partidos y maquinarías electorales tradicionales. Sin embargo, todos estos atributos no fueron suficientes para colar a Gutiérrez en la segunda vuelta presidencial.


Al ver este panorama, en cuanto a los clanes políticos, Gutiérrez y la campaña electoral, cabe preguntarse: ¿Los apoyos enunciados por los clanes políticos sí movilizaron la capacidad electoral con la que tradicionalmente ganan elecciones o fueron apoyos meramente enunciativos, sin apoyos sustanciosos y reales?


Mientras tanto, el panorama para Sergio Fajardo y el apoyo electoral de sus compañeros de consulta resulta todavía más cuestionable de lo que puede ser para Gutiérrez. La consulta de la ‘Coalición Centro Esperanza’ logró 2.158.575 votos, distribuidos entre Sergio Fajardo (723.084), Juan Manuel Galán (486.808), Carlos Amaya (451.122), Alejandro Gaviria (336.385) y Jorge Enrique Robledo (161.176).


Una de las sorpresas de la jornada electoral en materia de consultas fue el exgobernador de Boyacá Carlos Amaya, quien ganó la consulta en su departamento y demostró un caudal electoral que no se había visto previamente, apoyo que fue señalado como reflejo de su red clientelar, que los Galán, también miembros de la coalición, habían denunciado días antes a las elecciones de marzo.


Se esperaba entonces que Carlos Amaya y su apoyo a Sergio Fajardo se tradujera en votos, pero los resultados en Boyacá revelaron que Fajardo, lejos de ser el ganador en la región, quedó con apenas 23.207 votos y, en cuarto lugar, por debajo de Rodolfo Hernández, Gustavo Petro y Federico Gutiérrez. La cifra revela entonces que, lejos de endosarle sus 451.122 votos, Amaya solamente enunció su apoyo al candidato, manifestación que resultó insuficiente para asegurarle a Fajardo el departamento que se pensaba podría ganar con cierta ventaja.


Las primeras impresiones en el asunto


La segunda vuelta entre Gustavo Petro y Rodolfo Hernández deja, sin duda, más preguntas que respuestas. Aunque muchos coinciden en que el comportamiento electoral no es el mismo en elecciones legislativas y en elecciones presidenciales, la presencia de clanes políticos, maquinarias electorales y sorpresas de las consultas bastaría para calcular los alcances de los candidatos en primera vuelta, asumiendo que los candidatos contarían, al menos, con los resultados de las consultas del pasado marzo.


Sin embargo, los resultados de esta primera vuelta develan preguntas importantes y demuestran que, aunque los clanes políticos anunciaron sus apoyos a sus candidatos, quedan serias dudas frente a su capacidad de aceitar efectivamente sus maquinarías electorales a favor de los apoyos anunciados.

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